Antes, seguro que algunos os acordáis, los fabricantes generalistas ofrecían modelos coupé con cierto talante deportivo de lo más interesantes. FIAT Coupé, Ford Probe, Alfa Romeo GTV, Peugeot 406 Coupe, Honda Prelude, Opel Calibra, Toyota Celica… las opciones eran varias y cada una de ellas con una personalidad muy marcada, aunque todas contaba con una versión de acceso a la gama que, en alguna ocasión, se convirtió, como cabría esperar, en la versión más popular.
Todos ellos, casi sin excepción, tenían versiones de acceso con motores de potencia contenida, que acababan siendo, como cabe esperar, las versiones más vendidas. Es evidente que eso se debe a que eran las opciones más económicas y también las menos deportivas. En el fondo, eran casi un turismo convencional, pero con un diseño y una conducción más interesantes. Entre todos ellos, el Opel Calibra y el Toyota Celica eran los modelos que ofrecían una versión de entrada con menos potencia, 115 CV en ambos, casos, aunque cada uno con unas características específicas.
El Toyota Celica, protagonista en esta ocasión, tenía una gama bastante particular, pues la versión de 115 CV estaba acompañada del Celica GT, con turbo y 175 CV, así como del Toyota Celica GT Four, con más de 200 CV. Se puede decir que es una escala de potencia interesante en un coupé de su calibre y con sus victorias en rallies, un motivo más que suficiente para la fama que tiene el modelo.
Poco tenía que ver, como cabría esperar, la opción menos potente con las otras dos. El Toyota Celica 1.8 ST tenía bajo el capó un cuatro cilindros atmosférico de 1.762 centímetros cúbicos y culata de cuatro válvulas, que con ayuda de una inyección Bosch L-Jetronic, rendía 115 CV a 5.800 revoluciones y 156 Nm a 4.800 revoluciones. Las cifras no son nada del otro mundo, con un 0 a 100 km/h en 10 segundos, 30,6 segundos para el kilómetro con salida parada y una velocidad máxima de 200 km/h, pero los japoneses lograron una buena combinación con la caja de cambios manual de cinco relaciones y finalmente, el Celica T20 “de entrada” resultaba un coche realmente agradable de conducir y hasta cierto punto divertido, porque con 1.165 kilos no era un coche ligero, precisamente.
En aquellos años, encontrar un coupé con 115 CV y un equipamiento realmente “pelado”, era de lo más normal. ¡¡Hasta tenía llantas de chapa con embellecedores de plástico!!
Hay otro punto que merece la pena destacar y tiene que ver con la imagen del modelo. Aunque el Toyota Celica T20 –T20 o T200, se le conoce de ambas formas, aunque la “oficial” es T200– tenía un diseño que resultó llamativo, con sus cuatro faros circular frontales y un perfil bastante agraciado, el 1.8 ST era de lo más simple que se podía encontrar y tenía cosas como llantas de chapa con embellecedores de plástico –con gomas 195/65 R14– y no contaba con airbag de serie, era opcional al igual que el ABS o el aire acondicionado. Si montaba, al menos, frenos de disco en las cuatro ruedas –ventilados los delanteros–.
Algunos medios de la época llegaron a decir que el Celica 1.8 ST, aunque menos potente y equipado, era más equilibrado que el Celica 2.0 GT y que ofrecía un mejor compromiso entre prestaciones y placer de conducción.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".El mío, se lo di a mi hijo y ya me lo ha devuelto, ha vuelto como la montaña a Mahoma, y por 2000 euros no lo pienso vender, como buen japonés poquísimo mantenimiento y averías muy muy pocas, hay que decir que tanto en los 90 como ahora mismo sigue teniendo igual o más fama su versión anterior, el famoso ” Carlos Sainz” por haber ganando en mundial en su versión 4×4.
Víctor, si yo fuera tu hijo no lo habrías vuelto a recuperar Disfruta de ese Celica, ¡y pon alguna foto!