El Volkswagen Polo GTI, al contrario del Golf, ha sido casi un segundón en el segmento de los utilitarios deportivos. Aunque interesante, el Polo nunca ha sido un coche que levantara pasiones y por lo general, siempre ha estado un paso por detrás de los más deportivos de la categoría, tanto por prestaciones como por comportamiento. Incluso se quedaba al mismo nivel del SEAT Ibiza FR, cuando, por lo general, SEAT siempre ha estado un escalón por debajo de Volkswagen.
La primera generación del Polo GTI, basado en la tercera entrega del modelo, solo tenía un motor de 125 CV, mientras que la segunda generación del Volkswagen Polo GTI se conformaba con 150 CV, exactamente igual que el Ibiza FR con quien compartía el motor, el 1.8 20vt. Sin embargo, apenas unos meses después del lanzamiento del Polo GTI, la firma presentaba el Volkswagen Polo GTI Cup Edition, una versión especial basada en los coches que competían en la ADAC Polo Cup, unas carreras monomarca con especial relevancia en Alemania. De hecho, esta versión solo se ofreció en su mercado local, es decir, no salió de Alemania.
Volkswagen decidió dejar a toda Europa sin la versión más interesante del Polo GTI. Con 180 CV y una relación peso-potencia de 6,6 kg/CV, era lo más parecido al SEAT Ibiza Cupra R lanzado años antes
A simple vista, este Polo GTI Cup Edition recordaba a los coches de la copa, con un frontal totalmente nuevo, llantas multirradio de 17 pulgadas –con gomas 205/40–, una trasera con paragolpes de nuevo diseño y un pequeño spoiler sobre la puerta del maletero, así como un habitáculo con asientos deportivos con tapicería tipo tartán, pedalier metálico y algún detalle adicional, como la decoración de la consola central.
Pero no solo era estética, también había cambios internos, que lo convirtieron en el Volkswagen Polo más rápido y potente hasta la fecha. Como si fuera una imitación del SEAT Ibiza Cupra R, montaba la versión de 180 CV del 1.8 20vt, la cual, rendía 235 Nm disponibles desde 2.000 revoluciones y que llegaban a las ruedas delanteras mediante un cambio manual de seis relaciones. La marca presumía de una relación peso-potencia de 6,6 kilos por caballo y de unas prestaciones acorde, al completar el 0 a 100 km/h en 7,5 segundos, el 0 a 200 km/h en 38,5 segundos y alcanzar los 225 km/h. Los 400 metros con salida parada los hacía en 15,7 segundos.
Como se ha dicho antes, esta versión no salió de Alemania oficialmente, así que cualquier unidad que se encuentre fuera de su mercado local, ha sido importada. Costaba, en su momento, 22.425 euros.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS