Adornando la piel del ORECA-Gibson 07 LMP2 de IDEC, Delage regresa a Le Mans después de 73 años para participar en la edición número 100 de Le Mans. La compañía une fuerzas con IDEC Sport para su reencuentro con la famosa carrera; recordemos que el histórico fabricante de automóviles francés cerró sus puertas en 1953 y revivió en 2019. Esto viene a afianzar la marca unos años después de que presentaran su hipercar híbrido V12 denominado Delage D12 en 2020, que se pretende que sea la piedra angular del renacimiento de la compañía.
Conducido por Paul-Loup Chatin, Paul Lafargue y Laurents Horr, el automóvil LMP2 lucirá una librea azul histórica completa con el logotipo de Delage al frente y en el centro, y franjas inspiradas en la bandera francesa que se extienden a lo largo del vehículo. La marca hizo seis apariciones en Le Mans a lo largo de su vida, incluida una victoria de clase en 1937. La última aparición fue en 1950, lo que significa que la entrada de este año se producirá 73 años desde que la marca dejó de competir.
“Esta es una oportunidad fantástica para seguir reconstruyendo la reputación de la marca a nivel internacional, me gustaría agradecer a todo el equipo de Idec Sport por brindarnos esta oportunidad. La cooperación técnica entre nuestros equipos puede hacernos sentir optimistas de cara a la carrera, ya que hay mucho entusiasmo, como lo han demostrado nuestras primeras pruebas conjuntas en el circuito de Le Castellet”, dijo el CEO Laurent Tapie. IDEC Sport, que ha competido en Le Mans seis veces desde 2017, y está igualmente entusiasmado con la oportunidad de llevar el éxito a una marca tan reconocida.
El fundador del equipo, Patrice Lafargue, dijo: “Este nombre significa mucho para los fanáticos de la automoción, forma parte de la historia de La Sarthe. Estamos orgullosos de que Delage reconozca nuestras capacidades y se asocien con nosotros”. La asociación parece no ir más allá de la estética, pero aun así, eso cambiará si continúa en el futuro porque lo que Delage ha logrado con el D12 es notable, principalmente porque es legal en Estados Unidos, cosa que es cada vez más complicada.
El superdeportivo inspirado en los aviones de combate y los coches de F1, cuyo precio se sitúa al otro lado del Atlántico sobre los 2,3 millones de dólares, cuenta con una disposición de asientos 1+1 que mantiene al conductor centrado, al igual que otro hipercoche de bajo volumen de ventas, el GMA T.50 del conocido ingeniero Gordon Murray. El sistema híbrido en el vehículo consta de un V12 de aspiración natural de 7,6 litros que es una obra de arte, por lo que las capacidades de ambos equipos de trabajo podrían conseguir algo reseñable si ambos equipos trabajan codo con codo en un futuro.
Delage quiere llevar su D12 al Infierno Verde para intentar romper algún que otro récord, pero en ese sentido la competitividad siempre es máxima entre los fabricantes de superdeportivos. Esperemos que el futuro les depare una asociación sólida para que una vez más alguien se atreva a acercar el mundo de la competición a la calle, aunque sea a precios estratosféricos.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS