Los SUV de altas prestaciones son realmente una contradicción, sobre todo aquellos que presumen de comportamiento deportivo. Pero, como vimos con el Jeep Grand Cherokee Trackhawk, son muy populares y tiene una gran legión de seguidores y sí, en el fondo, nos gustan precisamente por sus elevadas prestaciones, porque son un sinsentido y también, porque hay algunos que entran por los ojos.
El caso es, ¿cuándo empezó esta locura de SUV de altas prestaciones? Si piensas en el Porsche Cayenne, hay que decir que no, no fue el primero, aunque sí que nació en Alemania. El primer SUV de altas prestaciones fue el Mercedes ML55 AMG, aunque el SUV que puso de moda este tipo de coches en la categoría premium y provocó que la oferta creciera poco a poco fue el BMW X5. Pero en esta ocasión no nos referimos al BMW X5 “normal”, sino el X5 4.6is de la generación e53, la primera iteración del modelo alemán que tantísimo éxito tuvo cuando salió al mercado y uno de los primeros SUV de altas prestaciones del mundo. De hecho, el X5 4.6is es el segundo coche de este tipo en ponerse a la venta.
Tenemos que echar un vistazo hacia atrás en el tiempo, más o menos unos 20 años atrás, pues el BMW X5 4.6is se fabricó entre 2001 y 2003 y era el modelo más potente que se ofrecía en la gama e53. Y era potente, sobre todo para aquellos años. Tenía un propulsor V8 de 4,6 litros capaz de rendir 340 CV y 475 Nm de par, con el que podía completar el 0 a 100 km/h en poco más de seis segundos y podía llegar hasta los 241 km/h de velocidad máxima, lo que suponía ser el SUV más rápido a la venta en aquel momento.
Pero… ¿Había algún motivo para lanzar algo así en el mercado? No, evidentemente no, aunque eso tampoco es una obligación, ¿qué necesidad hay de lanzar un coche con 1.000 CV? Ninguna, y, sin embargo, muchos de nosotros tendríamos uno en el garaje. Así pues, la única necesidad que había de crear un coche así, era el simple gusto de BMW de poner en circulación algo que nadie había creado y le salió muy bien. Superó al ML55 AMG tanto en prestaciones como en ventas.
Al igual que ocurre actualmente, la transmisión era automática, aunque no era tan sofisticada como las actuales. Tenía “solo” cinco relaciones y se combinaba con un sistema de tracción total –con mayor reparto de par al eje trasero–, que con el tiempo, evolucionó en el actual sistema xDrive.
El BMW X5 e53 nunca obtuvo una versión M, por entonces la división M quería que se la relacionara, únicamente, con automóviles de propulsión. Es evidente que las cosas cambian una barbaridad y las tendencias mandan, por eso actualmente los BMW X5 M son uno de los SUV de altas prestaciones con más seguidores del mundo y este BMW X5 4.6is es, sin lugar a dudas, un adelanto de lo que estaba por llegar.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS