Cuando Aston Martin presentó el DBX707 como el SUV más potente del mundo, debían de haberse olvidado que Estados Unidos también es parte del mundo. Con origen en tierras yankees, en el año 2018 nació un coche que en aquel momento, y ahora, parecía un sinsentido. El caso es que todo lo que parece no tener lógica, es lo que finalmente acaba triunfando y además, también se olvida a los realmente pioneros. El primer “SuperSUV” y también el SUV más potente del mundo, es el Jeep Grand Cherokee Trackhawk.
Al igual que ocurrió con el SsangYong Actyon y el BMW X6, el Jeep Gran Cherokee perdió su reconocimiento como SUV más potente del mundo sin motivo aparente. Su corazón, un V8 sobrealimentado, es el mismo que monta el Dodge Challenger SRT Hellcat, un propulsor descomunal, con 6,2 litros, que rinde 717 CV y 875 Nm de par y que entre sus características, destacan cosas como unos pistones de aleación forjada, desarrollados con medio de telemetría avanzada o bielas forjadas en polvo, con bujes de carga y bulones recubiertos de carbono.
Las cifras que declaraba Jeep eran espectaculares: 0 a 100 km/h en 3,5 segundos, una velocidad máxima de 290 km/h y era capaz de frenar desde los 100 km/h en 35 metros. Todo eso gracias a un sistema de tracción total Quadra-Trac –con diferencial trasero de deslizamiento limitado– con sistema Select-Track con cinco modos de funcionamiento y una caja de cambios automática de ocho relaciones. Dos elementos que, obviamente, no solo permitían que fuera un SUV rápido, sino que eran capaces de soportar la paliza a las que se ven sometidos al tener que gestionar más de 850 Nm de par. Sí, el Aston Martin BSX707 es más rápido, pero es un SUV diseñado, precisamente, para ser rápido, el Gran Cherokee Trackhwak es un modelo “estándar”, un SUV pensado para las masas, adaptado para poder dominar un motor salvaje.
En realidad, el Jeep Grand Cherokee Trackhwak no buscaba ser el SUV más rápido del mundo, era una de esas locuras que solo se les ocurren a los norteamericanos y que, a veces, llegan a Europa, como fue el caso. El Grand Cherokee se vendió en Europa, aunque no vas a ver muchos por las calles. A día de hoy, es un coche más exclusivo que un Lamborghini Urus por los pocos que han encontrado comprador.
Solo estuvo a la venta tres años. Cuando se presentó la actual generación del Jeep Grand Cherokee, empezaron a surgir rumores sobre la retirada del mercado de esta versión y además, también se decía que no habría algo similar en la nueva generación. Y finalmente, dichos rumores se convirtieron en realidad. El Jeep Grand Cherokee Trackhawk fue efímero, pero brutal y si no contamos los desparrames de Hennessey Performance, por ejemplo, y no contamos con el Dodge Durango como un SUV –su concepto es algo confuso, pues parece una combinación de monovolumen y SUV–, el Gran Cherokee Trackhawk mantiene el honor de ser el más potente de su clase.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS