Aunque sólo fue un prototipo a modo de esbozo para los nuevos tiempos, el Hyundai Pony Coupé es una de las creaciones más significativas en toda la historia de la marca. De hecho, éste se enclava en el nacimiento de su propia gama, siendo un protagonista de excepción dentro de la transición que llevó a la internacionalización de la casa surcoreana, llevándola desde la producción bajo licencia hasta el desarrollo de sus propios diseños. Pero vayamos paso a paso porque, además, en esta biografía oriental encontramos unos ropajes firmados en Italia. No en vano, estamos hablando de un automóvil ideado por Giorgetto Giugiaro.
Para empezar, hemos de entender en qué punto se encontraba Hyundai a comienzos de los años setenta. Dotada de una importante infraestructura fabril, ésta venía fabricando bajo licencia modelos Ford desde 1967. Es más, ya se habían atrevido a realizar algunas modificaciones sobre los Cortina destinados al mercado local. Sin embargo, pocos años después de su fundación Hyundai ya se veía con posibilidades reales para con la producción de sus propios automóviles. De esta manera, sus directivos empezaron a buscar en el exterior la ayuda necesaria para ello. Y es que, tal y como pueda pasar ahora mismo en el caso de la industria automotriz china, Corea del Sur contaba con una plena capacidad de producción aunque, al mismo tiempo, era incapaz de crear diseños desde cero.
De esta manera, en 1973 varios ejecutivos de Hyundai hicieron ronda por el Reino Unido buscando ingenieros con los que empezar la aventura de presentar una gama propia. Llegados a este punto, los surcoreanos se hicieron con los servicios de, al menos, cinco profesionales de primera línea con amplia experiencia laboral en British Leyland. Además, en aquel periplo europea pudieron ver uno de los prototipos más interesantes de Italdesign a comienzos de los setenta: el Audi Asso de Piche. Pensado como un coupé deportivo con ínfulas tan futuristas como populares gracias a usar como plataforma al Audi 80, éste no consiguió seducir a la casa germana. No en vano, ésta se encontraba plenamente centrada en la consolidación de una gama creíble y amplia frente a BMW y Mercedes. Sin embargo, el Asso de Piche tendría un eco inesperado en el lejano oriente.
Tras varios años fabricando bajo licencia modelos de Ford Europa como el Cortina, Hyundai se sentía con fuerzas para lanzar su propia gama a mediados de los años setenta
Hyundai Pony Coupé, lanzándose al mundo
Como hemos visto, para finales de 1973 Hyundai ya tenía un equipo de trabajo con el que empezar a trabajar en la creación de chasis y mecánicas propias. Sin embargo, entrar al mercado con pie firme también requiere de una imagen de marca atractiva. Una imagen de marca que quedaría en manos de Giorgetto Giugiaro. Precisamente el diseñador responsable del Asso de Piche, ése mismo que tanto llamó la atención de los directivos surcoreanos.
Es más, Hyundai le encargó a Italdesign el desarrollo de unos cinco prototipos. Todos ellos al servicio de presentar una primera gama con posibilidad de abarcar, al menos, los segmentos los segmentos B y C. Además, a modo de estrategia publicitaria se pensó en la posibilidad de producir en gran escala un coupé económico, de mecánica sencilla, pero con una estética sumamente llamativa. Justo el punto en el que entró en escena el Hyundai Pony Coupé.
Pensado como una versión desenfadada del Pony – modelo estrella de la nueva gama, con gran éxito comercial al tiempo que era el primer modelo surcoreano comercializado en el extranjero – , éste seguía las líneas maestras del Asso de Piche con unas líneas geométricas en las que se pueden ver ecos que van desde el Porsche Tapiro hasta el Lancia Marica de Tom Tjaarda. Eso sí, cómo única pega visual se le podrían achacar unos volúmenes demasiado amplios para su escasa base. De todos modos, hay que recordar cómo, realmente, no estamos hablando de un modelo que realmente quiera desarrollar un desempeño deportivo a la forma y manera de, por ejemplo, un Lotus.
Aunque tenía una amplia capacidad logística al nivel de pensar en la exportación masiva, lo cierto es que Hyundai aún necesitaba grandes ayudas en materia de diseño y mecánica
Así las cosas, ¿cómo es posible que el Hyundai Pony Coupé no llegase a serie? Al fin y al cabo, éste hubiera sido una operación publicitaria muy interesante para poner el foco sobre la nueva gama de esta marca nacida en un mercado tan ajeno al europeo como era el surcoreano. Pues bien, este prototipo se presentó en el Salón de Turín de 1974. Es decir, sólo unos meses después del estallido de la Crisis del Petróleo y sus nefastas consecuencias sobre la economía global. Eran tiempos de necesaria sobriedad. Razón por la que este prototipo quedó en la cuneta, teniendo que esperar años hasta la aparición de los primeros coupé con el sello de Hyundai.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS