Los coches eléctricos son cada día mejores, a nadie se le escapa ese detalle, aunque siguen contando con algunos inconvenientes de peso que no dejan que despegue su popularidad. Y no nos referimos al precio, que también, sino a cosas como la infraestructura o los tiempos de carga. Por ejemplo, un viaje de más 500 kilómetros con un coche eléctrico, puede resultar una odisea hoy día y en determinadas zonas, cargar la batería es toda una aventura que te puede dejar tirado en mitad de ninguna parte. Pero son cosas que, al menos en teoría, deberían ir mejorando con cada generación de coches eléctricos que se lance al mercado.
Uno de los mejores ejemplos es el Nissan LEAF, un coche que se puede considerar como un pionero en el segmento de los coches eléctricos, pues fue el modelo que puso al alcance de muchos usuarios la electrificación; fue el primer coche eléctrico para las masas, lo más cercano posible a uno tradicional con motor de combustión. Su primera generación apareció en el año 2010, cuando ni siquiera Tesla había comenzado a ser la referencia del segmento (por entonces, solo tenía el Roadster en catálogo). Fue un proyecto encabezado por el señor Carlos Ghosn, cuando estaba a la cabeza de la Alianza Renault-Nissan. Su nombre, como curiosidad, aunque significa “hoja” en inglés, en realidad es un acrónimo de Leading, Environmentally friendly, Affordable, Familiy car (se puede traducir como coche eléctrico líder, respetuoso con el medio ambiente, asequible y familiar).
Aquella primera generación, con un diseño un tanto particular (y un tanto controvertido) y con un motor de 110 CV, prometía una autonomía de 175 kilómetros según ciclo NEDC, mientras que ciclo EPA (normativa estadounidense) homologada 117 kilómetros. Una cifra muy baja bajo estándares actuales, pero que por entonces era totalmente aceptable para un uso puramente urbano, que luego aumentó con el lanzamiento del restyling hasta los 199 kilómetros NEDC (135 kilómetros EPA). Hubo una tercera mejora, pasando a ofrecer 250 kilómetros NEDC (172 kilómetros EPA).
La segunda generación apareció en 2017, aunque en realidad era una evolución muy profunda del modelo que había estado a la venta hasta el momento. Llegó con un diseño muy cambiado y con una opción mecánica de 150 CV y una autonomía de 378 kilómetros NEDC (243 kilómetros EPA), que mediante el actual ciclo de homologación WLTP, era de 285 kilómetros. La mejora era notable, demostrando que la tecnología evolucionaba, aunque tenía todavía algunos fallos, como una refrigeración escasa. En 2019 se puso en circulación el Nissan LEAF e+, que montaba una batería de 62 kWh, con 385 kilómetros de autonomía WLTP (364 kilómetros EPA) y un motor de 217 CV.
Ha sido el coche eléctrico más vendido del mundo hasta la llegada del Tesla Model 3, superando las 500.000 unidades, estando a la venta en 59 mercados distintos. Sin embargo, el LEAF ha sido superado por todos los rivales y su renovación está en el aire. De hecho, si creemos a pies juntillas los informes que llegan desde Japón, el Nissan LEAF dejará el mercado en el año 2025, siendo reemplazado por un coche eléctrico de nuevo desarrollo, que se fabricará en la planta que la firma tiene en Sunderland, en Reino Unido.
Se trata de informes no oficiales y desde Nissan, al parecer, no han hecho declaraciones. Sin embargo, es lógico pensar que con 15 años de vida, el LEAF necesita una profunda renovación para colocarse al mismo nivel que los competidores directos. El caso es que los japoneses tienen todas las esperanzas eléctricas puestas en el nuevo Nissan Ariya, un coche que supera en todo, y con holgura, al LEAF, demostrando una vez más que la evolución de los coches eléctricos sigue su curso. Siendo más grande y más potente, también ofrece mucha más autonomía con cada recarga, que en el caso del menos potente (con 160 kW, unos 218 CV) alcanza los 360 kilómetros WLTP, siendo de nada menos que 500 kilómetros en el caso del siguiente en potencia (178 kW, equivalentes a 242 CV). Hay una tercera opción, con 205 kW (279 CV) y 340 kilómetros de alcance, así como dos versiones especialmente potentes (306 y 394 CV), que prometen 460 y 400 kilómetros de autonomía respectivamente.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS