El FIAT Siena es uno de los modelos más simbólicos para justificar el carácter masivo y global de la casa italiana. No obstante, ya que no fue pensado para mercados como el español esta afirmación necesita de una cierta argumentación a fin de salvar el desconocimiento. Así que allá vamos, aunque primero te recomendamos situar un buen atlas mundial junto a tu asiento. Como sabemos, el automovilismo no es sólo una faceta de la ingeniería. Lejos de ello, ha de ser útil y vendible para que la industria donde se desarrolla pueda soportarse. De esta manera, uno de los mejores ejemplos sobre cómo hacer negocio con el sector automotriz sea el representado por la familia de los Agnelli.
Responsables de la fundación y desarrollo de FIAT, su máxima expresión empresarial llegó con la figura de Gianni Agnelli. Dotado de un instinto afinado para detectar hacia dónde se dirigía el automovilismo de masas en cada momento, este empresario turinés lideró la internacionalización de FIAT sin ningún tipo de complejos. Algo que hizo manejando de forma muy habilidosa el concepto de “ fabricación bajo licencia “. Por ejemplo. ¿Que la España de Franco necesita automóviles para nutrir la demanda producida por las emergentes clases medias urbanas? No hay problema, allá estaba Agnelli para poner las cosas sencillas a la llegada del 600 a España.
¿Que en la Unión Soviética necesitan un diseño de vehículo popular y eficiente para la motorización de particulares emprendida en los años sesenta? Da igual el Telón de Acero y las diferencias ideológicas de la Guerra Fría, Agnelli aterrizaba en el Moscú comunista y arrimaba el hombro junto al Comité Central para la construcción de la planta de VAZ donde se fabricó la variante local del FIAT 124. Además, para no herir demasiado el orgullo de los soviéticos él mismo accedió a nombrar a la fábrica como Togliatti en recuerdo del histórico dirigente del PCI. Así las cosas, FIAT fue abriendo fábricas en forma de consorcio con capitales locales a lo largo y ancho de todo el mundo. De verdad, es todo un espectáculo. De hecho, el FIAT Siena se ha fabricado en 12 países desde 1996 hasta 2017. Brasil, Argentina, China, Turquía, Irán… ¡Incluso Corea del Norte! Bueno, y en Venezuela lo fabricaron en dos factorías al mismo tiempo. Eso sí, todo esto no sale de la nada. Detrás del FIAT Siena y otros muchos modelos existe un plan bien concebido desde hace décadas.
El Siena es una excelente excusa para poner encima de la mesa los frutos de la estrategia de internacionalización emprendida por FIAT desde los años cincuenta, desarrollando modelos propios para los mercados emergentes en los países en vías de desarrollo
FIAT Siena, otro más en la expansión internacional
Cuando FIAT comenzó su expansión internacional durante los años cincuenta empezó haciéndolo en países como España. Obviamente diferentes en lo económico respecto a Italia, aunque no tanto. No en vano, el país transalpino ha sido una gran potencia industrial dependiendo del territorio observado. De esta forma, mientras el norte contiene una de las mayores concentraciones automovilísticas del planeta en el sur se vivían indicadores socioeconómicos muy similares a los dados en la España de aquellos mismos años.
Sin embargo, según la expansión fue haciéndose mayor FIAT fue accediendo a países claramente distintos a Italia. Países en vías de desarrollo, donde existían posibilidades debido a la intensa demografía siempre y cuando se adaptase el producto a una mayor modestia. Llegados a este punto – y especialmente tras la irrupción en el mercado brasileño – en Turín tomaron conciencia sobre la necesidad de desarrollar diseños propios para aquellos países.
Y así fue. De esta manera se pueden ver modelos FIAT creados por y para países en vías de desarrollo desde los años setenta. Tendencia amparada en la amplia carta blanca que la central daba a sus filiales y licenciadas extranjeras en materia de diseño y adaptación de vehículos. Con todo ello, y centrándonos especialmente en Brasil y Argentina, se lanzaron modelos hechos a partir de piezas de otros como el Duna.
Fabricado en doce países diferentes, sus ventas globales se cuentan por millones a pesar de ser un coche desconocido en Europa a excepción de mercados como el polaco
Llamado así en Argentina aunque, como muchos coches de este estilo, cambiaba su denominación comercial según el país. De hecho, sustituyendo a éste llegó en 1996 el FIAT Siena. Versión tres volúmenes del Palio, responsable de hacer las veces de lo que en Europa serían los Bravo, Brava y Marea. Y es que en nuestro continente no llegó a comercializarse más que en Polonia. Respecto a las ventas, éstas fueron todo un éxito. Sólo en Brasil el FIAT Siena superó 1.200.000 unidades. En materia de motorizaciones llegaron a listarse hace doce versiones, yendo desde los motores gasolina de un litro hasta los de 1.7 turbodiésel dando hasta 82 CV en las unidades más prestacionales de la primera serie. No obstante, en el caso del FIAT Siena lo importante es la practicidad mezclada con la economía tanto en el precio como en los consumos. Así las cosas, puede que no sea el coche más emocionante de la historia. En eso estamos de acuerdo. Pero sin duda es uno de los más prácticos y masivos. El producto de aquella estrategia de expansión internacional que décadas atrás lanzara Gianni Agnelli.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS