Sabíamos que estaba al caer, lo estábamos esperando, pero eso no le hace perder interés. El Aston Martin V12 Vantage es uno de esos coches que siempre acaparan toda la atención, no en balde, se trata de un deportivo de “tomo y lomo”, de lo más radical que tienen los británicos en su catálogo. Sin embargo, en esta ocasión, la nueva criatura de Aston genera sensaciones encontradas.

Aston Martin, desde siempre, ha sido un fabricante que ha destacado por un delicioso equilibrio entre clase y deportividad. Sus diseños quedaban igual de bien en una carretera de curvas o en la puerta del pub de moda, pero este nuevo V12 Vantage no hace gala de esa clase innata de todo Aston. No podemos negar que resulta agresivo y deportivo, pero no tiene ese equilibrio del que presume otros Astros Martin. Y eso es provocado, sin lugar a dudas, por el trabajo aerodinámico implementado.

Lo primero que llama la atención al ver las imágenes del nuevo Aston Martin V12 Vantage, son los aditamentos añadidos a la carrocería y unas enormes llantas que ni por diseño ni por tamaño, acaban de cuadrar con las formas y las proporciones del resto del coche. Obviamente, estamos hablando de un tema intangible y completamente sujeto a gustos personales, aunque tener estas sensaciones frente a un Aston Martin no dejan de ser, aún así, algo a comentar.

Su imagen esconde muchas cosas

El V12 Vantage se ha convertido en un icono para Aston Martin, siendo representación de la pasión que se vive en la compañía por los automóviles rápidos y potentes, así al menos lo afirman desde la propia marca y no seremos nosotros quienes desmientan esa afirmación. Es evidente que el V12 Vantage nunca ha sido un Aston convencional y ahí está, por ejemplo, la generación anterior, uno de los últimos deportivos con motor V12 y cambio manual.

Y como cabe esperar, esta generación, que también representa “el canto del cisne” del actual Aston Martin Vantage, es un modelo especial. También es un ejemplo claro del cambio que se está llevando a cabo la marca, con una imagen que nunca ha sido tan radical y, porqué no decirlo, tan extravagante para ser un Aston Martin.

Pero no todo es imagen, claro está, hay muchas cosas tras su diseño. Por ejemplo, los ingenieros han llevado a cabo un estudio pormenorizado, en busca de una reducción de peso lo más abultada posible. Así el paragolpes delantero se fabrica con fibra de carbono, al igual que el capó (en forma de concha), los guardabarros delanteros, los faldones, el paragolpes trasero o la tapa del maletero. La batería también es especial (más ligera) y la línea de escape, específica para el V12 Vantage, está realizada con tubo de acero inoxidable con paredes de un milímetro de espesor, ahorrando, solo con el escape, 7,2 kilos.

Dentro, en el habitáculo también hay cambios para reducir el peso, además de otorgar un carácter más racing. Por eso, los asientos son casi de competición, con estructura de fibra de carbono vista y con ajuste manual (el ajuste eléctrico añade peso) disponible como opción. La dirección es más directa y los frenos son cerámicos, con discos delanteros de 410 milímetros de diámetro y pinzas de seis pintones, al tiempo que los traseros alcanzan los 360 milímetros de diámetro y tienen pinzas de cuatro pistones. Por supuesto, son más ligeros que los de acero, exactamente 23 kilos más ligeros y se pueden ver a través de las enormes llantas de 21 pulgadas (calzadas con Michelin Pilot 4S en medidas 275/35 y 315/30).

Según afirman desde la marca, es un diseño patentado por Aston inspirado en competición, optimizado para ahorrar 7,3 kilos sin comprometer a la comodidad.

En Aston Martin construimos automóviles, pero vendemos sueños. Esa es la magia de esta marca. Solo un número selecto de dientes en todo el mundo puede comprar el V12 Vantage, pero como todos nuestros modelos icónicos, su importancia se extiende mucho más allá de su exclusividad”. – Marco Mattiacci, director comercial y marca global de Aston Martin

Chasis, aerodinámica… los cambios abarcan la totalidad del coche

Con el V12 Vantage, la marca británica pone punto y final a la saga, la versión más radical de un coche que cuando llegó al mercado dio bastante tema de conversación por su diseño, pero sobre todo, por su frontal y su calandra. Fue tanto el alboroto que formó, que al final pasaron a ofrecer otra calandra diferente para acallar las críticas.

Estamos ante el Vantage más rápido y potente de cuantos se han fabricado hasta el momento, pues el V12 5.2 biturbo, tomado prestado del Aston Martin DBS Superleggera, rinde 700 CV a 6.500 revoluciones y un par de 753 Nm entre 1.800 y 6.000 revoluciones. No se han mencionado los cambios efectuados en el motor, pero sí se comenta que está acoplado al cambio automático ZF de ocho relaciones, unido a un diferencial mecánica con deslizamiento limitado. Una transmisión que será la única disponible, es decir, no habrá cambio manual, aunque desde Aston Martin, afirman haber realizado una recalibración específica que mejora el tiempo que emplea en cambiar de relación y una usabilidad que va más allá de lo que se en las cajas de doble embrague.

Incidiendo todavía más en su conducción de coche extremo, se han efectuado cambios en los tarados de la suspensión y en el ancho de vías. El V12 Vantage es unos 40 milímetros más ancho para mejorar la estabilidad y la velocidad en curva. Los índices de resorte han aumentado un 51% en el eje delantero y un 40% en el eje trasero, mientras que el montante superior aumenta su rigidez en un 13% y las barras estabilizadoras hacen lo propio un 5% en el eje delantero, pero por el contrario, se vuelve un 41% más blanda en el eje trasero. Además, el eje trasero también recibe un muelle adicional secundario para mantener la comodidad. Dicho muelle proporciona una tasa de resorte más baja que el muelle principal y no afecta al rendimiento dinámico.

La carrocería también aumenta su rigidez mediante la aplicación de paneles adicionales, en los puntales de las torretas de la suspensión trasera y refuerzos en el depósito de combustible. Con estos cambios, ahora la carrocería aumenta la rigidez en un 8%, mientras que la plataforma aumenta la rigidez lateral en un 6,7%.

Cada gran marca de coches deportivos tiene un icono. Para Aston Martin en años más recientes, ese automóvil ha sido el V12 Vantage. Desde el momento en que se mostró el primer V12 Vantage RS Concept en 2007, nuestros clientes y fanáticos de todo el mundo se enamoraron de la idea de instalar nuestro motor más grande en nuestro modelo más pequeño y deportivo. La receta se ha refinado a lo largo de los años con gran éxito, pero la esencia sigue siendo la misma. Ahora es el momento de poner fin a este linaje, como corresponde con el ejemplo más espectacular hasta el momento: el V12 Vantage más rápido, más potente y con mayor capacidad dinámica de todos los tiempos. Una celebración de sus antepasados ​​y una encarnación del enfoque cada vez más intenso de Aston Martin en la dinámica de conducción, asegura que el V12 Vantage salga al máximo”. – Tobias Moers, CEO de Aston Martin

El trabajo aerodinámico, como decíamos al inicio, es lo que más choca de todo el coche. Se han montado unos elementos tanto delante como en los laterales, que no “fluyen” con las formas de la carrocería, pero que según la marca, logran ofrecer hasta 204 kilos de carga aerodinámica junto al alerón trasero y al enorme difusor con terminales de escape centrales. El alerón, por cierto, se puede eliminar a petición del cliente. Lo que no se nota tanto es el cambio en el tamaño de la calandra, que gana un 25% de superficie para mejorar la refrigeración. El capó también es diferente, con una salida de aire integrada para ayudar a evacuar el calor del vano motor.

Solo se van a fabricar 333 unidades de este Aston Martin V12 Vantage y las entregas comenzarán a partir de verano de 2022. Cuando acaben esas entregas, nunca más se volverá a instalar un propulsor V12 en una carrocería Vantage.

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