La carrera de la eliminación de las emisiones ha puesto claro riesgo la existencia del motor de combustión, incluso habiendo una notable deficiencia en cuanto a infraestructura para coches eléctricos, los cuales, además, tienen precios algo más elevados que los equipados con motores de combustión. Cosas que no parecen importar a nadie más que a los propios usuarios y en ocasiones, ni siquiera ellos parecen percatarse de la situación.
Muchos fabricantes han anunciado ya que no habrá más vehículos con motores de combustión de aquí a unos años, con fechas comprendidas entre 2030 y 2035, cuando no es antes. Ya se ha empezado a parar el desarrollo de nuevos motores térmicos, evolucionando los ya existentes e invirtiendo principalmente en la creación de motores eléctricos que den vida a la próxima generación de automóviles. Aunque también es cierto que hay disidentes, como BMW, que apostará por los eléctricos cuando sea estrictamente necesario y en los mercados que así lo requieran, dejando los motores de combustión para aquellos que sí lo permitan y que los demanden.
Al mismo tiempo, los fabricantes japoneses han abierto su propio camino, al menos algunos de ellos como Toyota, Subaru, Yamaha y Mazda, quienes han anunciado que comenzarán a colaborar en la investigación y desarrollo de combustibles alternativos para motores térmicos. A ellos se les unirá Kawasaki Heavy Industries.
El anuncio se ha producido después de ver cómo los fabricantes japoneses estaban ausentes, en la lista de fabricantes que se han comprometido a eliminar gradualmente su producción de vehículos con motores de combustión para 2040. No obstante, también se ha comentado desde las marcas niponas, que la electrificación seguirá su camino actual, pero que no se desarrollará para sustituir a los motores “de toda la vida!, sino para ofrecer más opciones de elección a los clientes.
Toyota, por ejemplo, lleva tiempo desarrollando su tecnología de pila de combustible, en paralelo a su tecnología híbrida. Al mismo tiempo, ha comenzado a desarrollar otra forma de emplear el hidrógeno, una que ya se experimentó hace tiempo, que se centra básicamente en usar el hidrógeno como combustible en los motores tradicionales de pistones. BMW lo probó hace tiempo con resultados interesantes, aunque nunca siguió adelante. Toyota, por el contrario, ha llevado esta tecnología a competición.
Sin embargo, los planes actuales contemplan tres vías para lograr la neutralidad de carbono. Por un lado, participarán en carreras con combustibles neutros en carbono, para lo que Mazda ha desvelado un bloque Skyactiv-D alimentado con biodiésel. Toyota y Subaru, por su parte, dada su colaboración (y el trozo que tiene Toyota de Subaru), también competirán con un combustible sintético derivado de la biomasa, empleando los llamados “Toyobaru”, el Subaru BRZ y el Toyota GR86.
Las firmas de motos experimentarán con hidrógeno en vehículos de dos ruedas y en SSV (o buggies). Kawasaki, por ejemplo, ha desarrollado el primer depósito de hidrógeno licuado del mundo y está realizando pruebas de verificación para transportar hidrógeno en grandes cantidades y a bajo costo a Japón, partiendo de lignito australiano (el lignito es un tipo de carbón muy abundante).
Tanto Yamaha como la propia Kawasaki están desarrollando motores de hidrógeno en vehículos de dos ruedas y en los buggies, una investigación que contará más adelante con la colaboración de Honda y Suzuki.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS