En 2019, Aston Martin, Adrian Newey, Red Bull Advanced Technologies (RBAT) y Multimatic empezaron a trabajar intensamente en el diseño de un modelo de competición del Valkyrie, destinado a ganar la carrera de las 24 Horas de Le Mans en la clase Hypercar. Ese diseño tan avanzado ya lo podemos ver aquí, formando la base del radical Aston Martin Valkyrie AMR Pro. Porque las reglas y la burocracia rigen tanto los coches de calle como los de carreras, pero para los adinerados y Aston Martin no es una limitación, sino un desafío.

Empecemos por el corazón mecánico. Como parte de incrementar el esfuerzo para lograr el tiempo de vuelta más rápido y una reducción de peso más destacada, el Valkyrie AMR Pro está impulsado por una versión modificada del motor V12 de 6,5 litros atmosférico gestado por Cosworth, en este caso calibrado para subir hasta las 11.000 RPM y entregar alrededor de 1.015 CV, una ligera disminución frente a los 1.176 CV del Valkyrie estándar. Sin embargo aquí no hay ningún sistema híbrido, lo que ayuda a reducir sensiblemente la masa.

Donde la propuesta de prototipo original, vista por primera vez en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2018, fue en gran medida un ejercicio para exprimir el máximo rendimiento de la plataforma del Valkyrie, su vertiente AMR Pro se beneficia de un chasis optimizado para hacer frente al trazado de la Sarthe, sustancialmente más aerodinámico. Además, quedando liberado de las limitaciones de la normativa vial, sus capacidades prometen estar acorde a las de una máquina diseñada para luchar por la victoria absoluta en la cita francesa.

El Valkyrie AMR Pro no es legal ni para su uso en carretera ni en competiciones oficiales. Es solo apto para un propósito magníficamente concreto en su increíble función: emocionar en la pista

Continuando con la asociación tecnológica con RBAT, el Aston Martin Valkyrie AMR Pro hace uso de un esqueleto 380 milímetros más largo en la distancia entre ejes, 96 mm más ancho en la pista delantera y 115 mm en la parte trasera. El Valkyrie AMR Pro también cuenta con un paquete aerodinámico muy agresivo que añade 266 mm de longitud y, gracias al dominio del flujo de aire en los bajos y el alerón, genera niveles de carga aerodinámica que la propia marca define como “extraordinarios”: logrará una aceleración lateral de más de 3G.

“Como expresión de la pasión y la experiencia que se pueden encontrar dentro de la marca y sus socios técnicos más cercanos, el Valkyrie AMR Pro es un proyecto incomparable, una verdadera versión solo para las pistas, sin reglas. Es un testimonio de nuestro compromiso con el rendimiento puro, un ADN que será evidente en nuestra futura oferta de productos. ¡Nada más se le parece, nada más suena así, y estoy absolutamente convencido de que no habrá nada que se conduzca así!”, manifiesta Tobias Moers, CEO de la compañía.

Aston Martin aún no ha otorgado las cifras técnicas del Valkyrie Pro, tales como su potencia exacta, el peso del conjunto, su aceleración o su velocidad máxima. Todavía hay que esperar

La compañía británica afirma que el Valkyrie AMR Pro está diseñado para ser capaz de rodar en el asfalto de Le Mans en su configuración de clasificación en unos notables tres minutos y 20 segundos, un tiempo que lo colocaría solo un pelín por detrás del los prototipos actuales. Eso, desde cualquier punto de vista, es meritorio, aunque se necesitaría las habilidades para intentarlo. Afortunadamente, Aston Martin proporcionará a los futuros propietarios apoyo para su desarrollo y la familiarización con el vehículo, además de eventos especiales.

Aston Martin dice que no tienen planes de competir con el Valkyrie AMR Pro, oficialmente, pero “si surgiera la oportunidad”, la compañía consideraría apoyar la entrada de un equipo privado. No está claro qué implicaría la conversión a las especificaciones de la carrera, pero el chasis subyacente cumple con los requisitos actuales. Y a pesar de que, en un principio, se iban a construir 25 unidades, la firma con sede en Gaydon ahora menciona que se harán un total de 40 ejemplares a un precio sin declarar, pero que puede rondar los 4-5 millones.

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