En 2020 se presentó, por fín, el “deportivo definitivo” de Gordon Murray, el GMA T.50, que llevaba tiempo siendo la comidilla de Internet y de muchos medios especializados. No en balde, hablamos de un coche creado sin ningún tipo de compromiso y casi sin límite presupuestario, por el diseñador responsable del McLaren F1 y de otras cosas como el famoso Brabham BT46. El resultado solo podía ser el que fue, un coche espectacularmente rápido.
Pero lo más interesante de todo, es lo que estaba “cociéndose” por detrás, aunque tampoco podemos decir que sea totalmente una sorpresa pues la propia Gordon Murray Automotive anunció su creación, aunque la esperábamos para el año 2020. Ha tardado un poco más de lo esperado en llegar, cosas de la pandemia, pero no por ello es decepcionante, más bien lo contrario. Así que, por tanto, el GMA T.50s, la versión para pista del superdeportivo de Gordon Murray ya está listo y es un auténtico espectáculo, tanto técnico como visual.
Además, llega como homenaje a uno de los pilotos más carismáticos y en su denominación añade el nombre de Niki Lauda, el piloto austriaco tres veces Campeón del Mundo de Fórmula 1 y famoso también por el terrible accidente que sufrió en Nürburgring, así como por sus peleas con James Hunt. Un homenaje más que digno para el piloto austriaco, que a partir de ahora, podrá ver, allí donde esté, como su nombre se vuelve todavía más mítico.
¿Un GTR moderno?
Como cabe esperar siendo una versión para circuitos, estamos ante un coche especialmente radical. Ya se puede apreciar a simple vista que no es un automóvil convencional, aunque tampoco se puede decir que tenga un diseño recargado. Es un claro ejemplo de “la función precede a la forma” y un claro ejemplo de que no hacen falta formas exageradas para ser eficiente aerodinámicamente ni atractivo visualmente.
El GMA T.50s Niki Lauda se podría considerar como la versión GTR del McLaren F1, adoptando soluciones específicas con el único objetivo de ser más rápido en pista cerrada. El GMA T.50s Niki Lauda es más potente, es más ligero y la aerodinámica se ha llevado un paso más allá, siendo lo primero que salta a la vista cuando observas la silueta del T.50s. Y no hace falta mirar mucho, porque las modificaciones son notables y nada recatadas, sobre todo la enorme aleta que sale del techo y acaba en el alerón trasero, que por cierto, también es nuevo.
La versión para vías públicas del GMA T.50 no tiene ni el alerón trasero ni la alerta que sale del techo, ni siquiera tiene el splitter que se puede ver en el frontal ni las aletas que se han instalado en los laterales del paragolpes delantero. Y la zona trasera es casi nueva al completo, aunque ya llegaremos hasta ahí. Primero debemos centrarnos en la aleta dorsal, que acaba casi al borde un “ala delta” (así la llama Murray) de casi 1,8 metros de ancho y cuyo diseño está inspirado en el alerón frontal del Brabham BT52, diseñado obviamente por Murray (se dice que el motor BMW de este F1 podía superar los 1.000 CV con facilitad y que llegó a rendir casi 1.200 CV en calificación en su máximo desarrollo).
Todo este nuevo trabajo, junto al ventilador de 400 milímetros y el espectacular rediseño de la zona trasera, donde aparece un difusor mucho más exagerado que la versión de calle ocupando la zona donde la versión de producción tiene el paragolpes trasero, el GMA T.50s Niki Lauda genera 1.500 kilos de apoyo aerodinámico, un 170 % más que el propio peso del coche. De hecho, según la compañía, exprimiendo un poco más el ventilador se podría llegar a 1.900 kilos de carga aerodinámica.
“Obtuvimos 1.905 kilos de carga aerodinámica, pero solo podemos montar neumáticos delanteros de 254 milímetros de ancho y traseros de 305 milímetros y Michelin dijo que no podría darnos neumáticos de esos tamaños que pudieran soportar esa masa. Además, creo que probablemente hubiera sido demasiado para un conductor aficionado, así que decidimos reducirlo” – Gordon Murray, CEO de GMA
Extremadamente ligero y más potente
Uno de los apartados donde más se ha trabajado, además de la aerodinámica, es en la reducción de peso. Si el MGA T.50 es ligero, el T.50s Niki Lauda lo es todavía más. De hecho, la marca declara 852 kilos (el de producción se va hasta los 986 kg). Para llegar hasta esa cifra la cosa no ha sido sencilla, se han tenido que desarrollar nuevamente todos los paneles de la carrocería y otros elementos del chasis, más el vaciado casi total del habitáculo. Por supuesto, todo fabricado con fibra de carbono.
En el habitáculo no queda nada del modelo de producción, se han eliminado todos los guarnecidos y los aislantes y se ha dejado lo esencial. Ni siquiera se ha salvado el volante, que adopta unas formas más próximas al timón de un avión que a un volante. Por cierto, este elemento de mando apenas tiene botones, al contrario de lo que suele ocurrir desde hace unos años, todos los controles del coche se relegan a un panel colocado a la derecha del piloto.
La suspensión, de tipo multibrazo fabricada en aluminio, es la misma que en el T.50 “a secas”, pero los muelles y amortiguadores son específicos y colocan el frontal a solo 87 milímetros del suelo, mientras que la zona trasera se queda a 116 milímetros. Los frenos son Brembo de carbono con pinzas de seis pistones delante y cuatro detrás, capaces de generar hasta 3,5 G en frenadas a fondo.
Pero lo mejor viene de detrás de los asientos, de un bloque V12 Cosworth con 3,9 litros de cilindrada el cual, libre de las restricciones de la vía pública, aumenta su potencia y su régimen de giro y por supuesto, suena más alto. Se han sustituido más de 50 componentes (culatas nuevas, sistema de admisión nuevo, se ha eliminado el engranaje de sincronización de válvulas variable…) y ahora la potencia llega a los 725 CV a 11.500 rpm y el par es de 484 Nm a 9.000 rpm. Y esto no es todo, porque además, gracias a los cambios realizados, el bloque V12 pesa 15,9 kilos menos. El cambio, por su parte, es de tipo secuencia suministrado por Xtrac.
“No tiene sentido todo este asunto de ser el más rápido en Nürburgring. No me importa. Lo que sí me importa es hacer que el coche sea accesible y fácil de manejar. No necesitarás un equipo de personas de la fábrica para arrancar la maldita cosa. Solo llévalo al circuito, revisa las presiones de las ruedas, enciende el motor, calienta el aceite y listo. No hay nada especial que saber ” – Gordon Murray, CEO de GMA
En homenaje a una amistad y a sus victorias
Puede que no lo sepas, pero Murray y Lauda eran amigos, además de haber sido compañeros en la Fórmula 1. Niki Lauda pilotó el revolucionario Brabham BT46B antes de que la FIA lo prohibiera. Murray pidió permiso a la familia Lauda para usar el nombre completo del piloto y ha sido presentado justo cuando el piloto austriaco habría cumplido 72 años.
“El T.50 recibe su nombre en honor a Niki para conmemorar su famosa victoria con el famoso Brabham BT46B en el Gran Premio de Suecia de 1978. Niki era un gran piloto y también un buen amigo y es absolutamente apropiado que estemos lanzando el T.50 Niki Lauda justo el día de su cumpleaños. Niki habría apreciado la innovación y los detalles de ingeniería en nuestro automóvil” – Gordon Murray, CEO de GMA
Solo se van a fabricar 25 unidades a un precio superior a los 3,5 millones de euros, pero vendrán acompañados de toda una serie de servicios llamados “Trackspeed” como asistencia en pista, cursos de conducción o entrenamientos para poder sacar el máximo partido al coche. También se quiere organizar carreras para el T.50s Niki Lauda y están en conversaciones con SRO, los responsables de categorías como la nueva GT2, para crear una serie de carreras.
“Me gustaría organizar una serie de eventos de carreras como parte de nuestro paquete Trackspeed para garantizar que los propietarios conduzcan el T.50 con regularidad. No habrá nada como la experiencia de conducir este coche. Y escucharlo… bueno, ¡eso será otra cosa!” Asegura Murray. “Me gustaría que cada uno de los 25 modelos fuera completamente único desde la configuración hasta el acabado de pintura“. – Gordon Murray, CEO de GMA
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS