Cada poco tiempo conocemos nuevas noticias sobre los planes de los gobiernos europeos con respecto al motor de combustión y su futuro. La mayor parte son fechas muy lejanas en el tiempo u objetivos sin más sustento que la palabra. Pero no por ello deja de ser significativo que un mercado tan importante como el Reino Unido haya vuelto a adelantar el año previsto para la prohibición de la venta de vehículos con motor de combustión. 2030 es el límite que ahora ha marcado el gobierno de Boris Johnson, dentro de un plan más amplio que denominan “Revolución Industrial Verde”.
La primera vez que el país británico se marcó un objetivo de este estilo fue en julio de 2017, cuando anunció que se dejarían de vender todos los coches y furgonetas con motor gasolina o diésel desde el año 2040. En febrero de este mismo año, se recortaba el tiempo restante en el mercado para estos vehículos hasta el año 2035, seguido inmediatamente de una encuesta entre la población sobre la conveniencia de disminuir el plazo aún más.
Junto a esta severa restricción, se ha anunciado un paquete de ayudas de 2.382 millones de libras para fomentar la electrificación del país, de los cuales 1.300 irán destinados a mejorar la infraestructura de puntos de recarga, tanto en lugares públicos como en las propias casas y edificios. El resto se divide en otras dos partidas, una de 500 millones destinada al desarrollo y producción de baterías para coches eléctricos y otra de 582 millones en subvenciones y ayudas a la compra de vehículos de “emisiones ultra bajas” o cero emisiones.
De esta categoría quedan fuera los híbridos, que ven cómo su futuro cada día se torna más negro. El plan del Reino Unido contempla la venta de vehículos híbridos y furgonetas que puedan recorrer “una distancia considerable sin expulsar carbono por el tubo de escape”, es decir, en modo eléctrico, hasta el año 2035. Esto descarta a todos los híbridos no enchufables. De los que sí se conectan a la red eléctrica, queda por determinar de cuánto es esa autonomía mínima sin gastar combustible que deberán tener para poder gozar de esos cinco años de prórroga.
Esto puede suponer un gran impacto tanto en la industria automotriz británica. La Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Motores del país (SMMT, por sus siglas en inglés) sacó un comunicado afirmando que esta nueva fecha tan próxima “plantea un desafío inmenso”. Por otra parte, un fabricante emblemático de Reino Unido como es Bentley ya había anunciado antes de conocerse este plan su intención de vender exclusivamente coches eléctricos para 2030.
En la hoja de ruta del gobierno británico no se incluye ninguna bonificación o excepción para los fabricantes de menor volumen, que podrían ser los mayores perjudicados al tener una capacidad de adaptación menor que las grandes empresas automovilísticas. A pesar de que se ha vivido un gran incremento en los últimos años, tan sólo el 5,5 % de las ventas de coches nuevos eran 100 % eléctricos, respecto al 73,6 % que utilizaban únicamente un motor de gasolina o diésel tradicional.
Como comentábamos al comienzo, son muchos los países que han anunciado su intención de prohibir la venta de vehículos con motor de combustión: Noruega, Países Bajos, Suecia, Alemania, Austria, y un largo etcétera. Incluso aquí, en España, el Gobierno de Pedro Sánchez anunció hace un año un proyecto de ley para poner fin a su comercialización en el año 2040. Sin embargo, casi ninguno de estos objetivos está materializado en una normativa vigente, siendo Francia el único país que aprobó una ley en la que se fijaba de forma inequívoca el momento en el que se acabarían las ventas de coches con motor de combustión: 2040.
No obstante, siguen quedando unas cuantas incógnitas al respecto de ésta. En el propio texto de la ley se establecen una serie de “objetivos intermedios”, entre los cuales está “un aumento gradual de los vehículos de bajas y muy bajas emisiones” para el año 2030, y la susodicha prohibición total en el año 2040 de aquellos que “utilicen combustibles fósiles”, lo que es más que posible que englobe también a todos los híbridos. Ambas medidas incluyen únicamente a los turismos y a los vehículos comerciales ligeros.
También es digno de mención el caso de California. Hace dos meses hablábamos de la orden ejecutiva del gobernador de este Estado, por la que se prohibía la venta de todos los coches que no fueran 100 % eléctricos a partir del año 2035. Además, la intención era ampliar la prohibición a los vehículos de tamaño mediano y pesados para el año 2045. Los híbridos ni escapan a esto ni se menciona que tengan algún incentivo adicional en su venta hasta entonces, sin importar que sean enchufables o no.
Luis Martínez
Cuando era un niño, no podía pasar una semana sin el nuevo número de mi revista de coches favorita. De adolescente, descubrí que me apasionaba escribir, divulgar y comunicar ideas. Ahora me encuentro dando mis primeros pasos en la profesión que me apasiona de la mano de la afición que ocupó buena parte de mi infancia, toda una suerte que demuestra las vueltas que puede dar la vida.COMENTARIOS