No solo a los chinos les gusta copiar con más o menos acierto modelos de otras marcas. El Mahindra Thar está fabricado por la marca india Mahindra, y es un claro intento de recuperar el legado de los auténticos todoterreno, en este caso un buen reflejo del Jeep Wrangler. Mahindra está relacionada con Jeep desde sus inicios, pasada la Segunda Guerra Mundial.
Del Mahindra Thar tenemos dos generaciones, la primera surgida en 2010, y la segunda en 2020, que es de la que hablaremos. Las formas básicas de esta segunda generación son las mismas que las de la primera, consiguiendo un aspecto moderno y vintage al mismo tiempo, con los mínimos cambios necesarios.
Es llamativo que hoy en día alguna marca se atreva a fabricar un vehículo de naturaleza todoterreno pura y dura, con formas cuadradas y diseño de líneas limpias y sencillas. Es algo que se agradece en este mundo invadido por los SUV que han infectado todos los segmentos del automóvil. Más llamativo resulta que este nuevo Mahindra Thar se parezca tanto al anterior Jeep Wrangler, del que es una copia bastante descarada, aunque también tiene bastantes similitudes con el Ford Bronco.
El Mahindra Thar es uno de los pocos todoterreno que se fabrican hoy en día, aunque suponga una copia descarada del anterior Jeep Wrangler
De esta forma adopta del penúltimo Jeep Wrangler su característica parrilla de barras verticales a las que añade cuatro barras horizontales, flanqueada por dos clásicos faros circulares. El parachoques delantero es de generoso tamaño, como ocurre con el trasero, y sus pasos de rueda están protegidos por unos robustos elementos de plástico negro. Los pilotos traseros sí cambian, pasando a ser casi cuadrados.
El portón trasero lleva anclada la rueda de repuesto y los retrovisores exteriores son de generosas dimensiones con el objetivo de facilitar la visibilidad trasera en las situaciones más comprometidas. En un principio se ofrece en carrocería de tres puertas, con una paleta de seis colores diferentes: Mystic Cooper, Red Rage, Aquamarine, Nel Apoli Black, Rocky Beige y Galaxy Grey.
El habitáculo en sí mantiene las mismas líneas cuadradas para optimizar el espacio, ofreciendo un aspecto atemporal, pudiendo elegir entre tres tipos diferentes de capota: rígida, blanda fija y convertible. Su interior se puede configurar para cuatro o seis personas, a gusto del cliente. Otros elementos claramente recogidos del Jeep Wrangler de la anterior generación son la distribución de los mandos o el diseño de las salidas de aire.
Algunos puntos de modernidad lo ofrecen una pequeña pantalla TFT situada entre los dos relojes analógicos principales -velocímetro y cuentavueltas-, así como una pantalla táctil de 7 pulgadas situada en la parte superior de la consola central para manejar todo lo relacionado con el infoentretenimiento.
Como sucede en los mercados emergentes, el mercado indio se está volviendo más exigente y demanda vehículos todoterreno más modernos, cómodos y mejor equipados. El nuevo sistema de infoentretenimiento es un ejemplo de ello, pero la marca va más allá con el modelo, sustituyendo la prehistórica suspensión trasera de ballestas con eje rígido por una más confortable de tipo multibrazo.
A nivel de seguridad contempla airbags para los pasajeros delanteros, ABS con EBD, anclajes de tipo ISOFIX para las sillas infantiles, cinturones de seguridad con tres puntos para cuatro pasajeros, ESP con sistema de mitigación de daños en situación de vuelco, y asistente de descenso y arranque en pendientes -imprescindibles en cualquier todoterreno de verdad que se precie-.
De aspecto atemporal y algo vintage, cuenta con una suspensión trasera más civilizada (eje rígido con muelles, amortiguadores y barras Panhard) -una concesión al confort-, elementos imprescindibles en seguridad activa y pasiva, como airbags delanteros, ABS, EBD, ESP, y dos mecánicas a elegir: una de gasolina de 2 litros y 152 CV, y otra diésel de 2,2 litros y 132 CV
De todas formas, las calidades de sus materiales y de sus ajustes son muy justitas para los estándares habituales europeos, aunque mejorados respecto a los vigentes en la India y demás países emergentes. El sistema de infoentretenimiento de aspecto muy espartano a pesar de su actualización.
Sus dotes de todoterreno son 219 a 226 mm de altura libre, 650 mm de capacidad de vadeo y unos ángulos de entrada, ventral y salida de 41,8, 27 y 36,8 grados en el mejor caso, la versión LX. Es más alto, más ancho y más alto que su predecesor. Mide 3.985 mm de largo, 1.820 a 1.855 mm de ancho (según acabado) y 1.844 a 1.920 mm de alto (más altura con techo de lona).
La oferta mecánica es variada, destacando un nuevo motor de gasolina, conocido como mStallion 150 TGDI, un cuatro cilindros de 2 litros sobrealimentado mediante un turbocompresor. Este propulsor entrega 152 CV de potencia y 320 Nm de par motor, suficientes para mover el vehículo con soltura, más por su valor de par que por el de potencia. Además, se puede asociar a dos tipos de cajas, una manual y otra automática, con seis velocidades en ambos casos.
Evidentemente también se ofrecerá con mecánicas diésel. La más interesante se llama mHawk 130, con un bloque de cuatro cilindros y 2,2 litros que entrega 132 CV y 300 Nm, con caja manual o automática de seis relaciones ambas. En cualquier caso, la tracción será siempre a las cuatro ruedas conectable y con caja de reductoras. Cuenta con un dispositivo de desconexión del eje delantero -al carecer de diferencial central-, y un diferencial trasero con bloqueo mecánico.
Esto significa que, al igual que el Wrangler, solo se debe engranar la tracción total en condiciones de muy baja adherencia, porque los dos ejes giran al unísono, y en condiciones normales los elementos mecánicos sufren mucho y el radio de giro se amplía. En el resto de condiciones se debe circular en modo 4×2, con propulsión trasera.
La fecha oficial para su salida al mercado fue el 2 de octubre de este año, y se fabrica en la planta que Mahindra tiene en la ciudad india de Nashik. A principios de mes la lista de pedidos iba por 20.000 unidades y el tiempo de espera para una nueva unidad ya va por el medio año. Empezar no ha empezado mal. Mahindra en España todavía no lo tiene en su catálogo.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...Es algo así como el Wrangler low-cost. Pero al tener Mahindra los derechos ya del CJ, firmados desde antes de que Jeep existiese como marca, se le puede perdonar la copia-inspiración.
Lo de la suspensión trasera, tal y como está escrito puede inducir a error: sigue siendo eje rígido pero ahora por muelles, con el sencillo esquema de 2 brazos longitudinales y barra Panhard. Ójala llevase lo mismo delante…
Mil perdones, nos hemos confundido muy… bastante. Corregimos.
Desde luego el mercado está huérfano de TTs “puros” de verdad simples que no tengan precios estratosféricos (lo que ha pasado con el nuevo Defender telita…), no hay más que ver el exitazo también del Suzuki Jimny… por cierto, este no era el modelo por el que Jeep pleiteó para que no se vendiera en EEUU por ser demasiado parecido a los suyos?
Ese es el Roxor, que parte de la base de la anterior generación.
De la imagen de Jeep pasraon a un frontal que recuerda a un Toyota BJ40…
Y parece que al final quedará en algo que no se sabe muy bien qué es