Sé lo que estás pensando: ¿no hemos visto ya al nuevo 911 Turbo? Sí, Porsche mostró una versión rápida y cómoda de su generación 992 en marzo, pero ese era el Turbo S de 250.000 euros y 650 CV. Lo que tenemos hoy es el Porsche 911 Turbo 2020 normal, no un “S”, que a pesar de que son muy similares entre sí, esta versión es para los que consideran que un poquito menos tampoco está tan mal.

El diseño del Porsche 911 Turbo 2020 se ha hecho más musculoso. La carrocería se ensancha 45 milímetros en la zona de las ruedas delanteras (1.840 mm de anchura total) para acoplarse al chasis, mientras que el nuevo estampado del capó subraya el carácter deportivo del coche. En el eje trasero, la carrocería mide ahora exactamente 1.900 mm, 20 mm más que antes. Sin embargo, apenas se diferencia del Turbo S. En el interior recibes una pantalla de 10,9 pulgadas y asientos eléctricos ajustables de 14 posiciones de serie. También hay un volante GT, el paquete Sport Chrono y un sistema de sonido Bose.

Uno de los elementos que distinguen al nuevo 911 Turbo es su mejorada aerodinámica activa, entre las que destacan las rejillas de refrigeración delanteras de apertura y cierre electrónico y un spoiler trasero, también activo y más grande. Las tomas de aire tras las puertas, una característica típica en el 911 Turbo, aspiran el aire del exterior, mientras que los intercoolers se han colocado ahora justo debajo del flujo de aire que entra a través de las rejillas del capó del motor. Unos pilotos posteriores LED unidos entre sí y una nueva tapa del vano con lamas plateadas redondean el conjunto.

Las opciones también incluyen un paquete que elimina los asientos traseros, sustituye los delanteros por unos de tipo bucket y elimina parte del aislamiento acústico para ahorrar 30 kg

En cuanto al apartado prestacional, podemos decir que el último 911 Turbo de la saga será muy, muy rápido. Cubre el sprint de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos, dos décimas más rápido que su predecesor y a tan solo una del actual 911 Turbo S, mientras que la velocidad máxima es de 320 km/h, apenas 10 km/h menos que su hermano mayor. El responsable de esos números es una unidad bóxer de seis cilindros y 3,8 litros que entrega 580 CV y 750 Nm, 32 CV y 40 Nm más que su predecesor. Y al igual que este, la única transmisión disponible es la PDK (automática de doble embrague) de ocho velocidades.

La actualización del tren motriz va acompañada de un chasis ajustado que ofrece dos opciones de suspensión. La que lleva de fábrica (PASM) ofrece un equilibrio entre agilidad y comodidad mejor que antes, mientras que la suspensión deportiva opcional (PASM) con una altura reducida en 10 mm hace que el nuevo 911 Turbo sea aún más ágil en las curvas. Otra opción es el control dinámico del chasis de la marca (PDCC), que utiliza un sistema activo de estabilización antivuelco, al igual que el sistema de escape y los paquetes más deportivos, que a la vez que reducen el peso del coupé alemán.

Cogido con permiso del 911 Turbo S, el modelo sin “S” hereda el sistema de tracción total activo Porsche Traction Management (PTM), capaz de transferir aún más potencia delante. La tracción en la retaguardia, que cuenta con dirección del eje trasero de serie, queda a cargo de un juego de neumáticos de altas prestaciones 315/30 R21. La lista de actualizaciones también presenta un sistema de frenado renovado con discos más grandes y pinzas de freno rojas, y si pasas por caja, podrás optar por los frenos carbonocerámicos de Porsche (PCCB).

Disponible ya para pedidos, el Porsche 911 Turbo Coupé partirá desde 212.632 euros, mientras que el Cabriolet hará lo propio desde 228.107 euros. A igualdad de condiciones en cuanto al extenso equipamiento que se puede añadir, es casi 30.000 euros más económico que el Turbo S. ¿Merece la pena el ahorro frente a la pérdida de rendimiento?

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