Según parece, el Dieselgate no es exclusivo del Grupo Volkswagen. Las autoridades surcoreanas han declarado que van a multar y presentar cargos penales contra Mercedes-Benz Korea, Nissan Korea y Porsche Korea por manipular los datos de emisiones en sus vehículos diésel, según escribe el Korea Herald.
Kim Young-min, jefe de la sección de medio ambiente de tráfico del Ministerio de Medio Ambiente de Corea del Sur, declaró el pasado miércoles que 4.381 vehículos diésel de 14 modelos diferentes vendidos en el país por Mercedes-Benz, Nissan y Porsche, entre 2012 y 2018, estaban equipados con dispositivos ilícitos para controlar las emisiones. La certificación tipo para los modelos será revocada este mes y los vehículos afectados retirados del mercado, dijo, hecho notablemente grave para las marcas.
Mercedes-Benz Korea se enfrenta a una multa récord de 77.600 millones de wones (58,6 millones de euros) por vender 37.154 coches de 12 modelos diésel diferentes con el software prohibido, incluidos los C200d, GLC220 d 4Matic, GLC250 d 4Matic y ML250 BlueTEC 4Matic. Hace unos años le pasó a Volkswagen lo mismo, de hecho, en 2016 se revocaron las homologaciones de 80 modelos de marcas Volkswagen y Audi, y se llegaron a mandar miles de coches de vuelta a Alemania en barco.
Por su parte, Nissan Korea y Porsche Korea recibirán multas de 900 millones de wones (680.000 euros) y 1.000 millones de wones (756.000 euros), respectivamente, por vender 2.293 unidades del Qashqai dCi y 934 unidades del Macan S Diesel equipadas con el software de control de emisiones.
La mecánica parece ser la misma que ocurrió en el Dieselgate de Volksgawen: el software del vehículo detecta cuando se le está sometiendo a las pruebas de homologación, reduciendo artificialmente las emisiones para poder ser homologado. Obviamente una vez circulando en condiciones normales, las emisiones son superiores a las medidas por las autoridades.
¿Por qué se hace eso? Los motores diésel y sus sistemas de escape no pueden mantener las condiciones de homologación constantemente, hay ocasiones en las que “necesitan” contaminar más, y eso debe quedar claro en la homologación. Hacerlo a escondidas es fraudulento. La justificación técnica para hacer esto es mejorar el rendimiento o el consumo, evitar averías (p.e. condensación en el escape) o mantener las prestaciones.
Según han comunicado las autoridades, algunos modelos de Mercedes-Benz generaron aproximadamente 13 veces más NOX que el límite estándar de 0,08 gramos por kilómetro. Los niveles de salida de óxido de nitrógeno del modelo Nissan y de Porsche fueron 10 veces y 1,5 veces más, respectivamente, en comparación con el estándar de emisiones del país. Es exactamente el mismo patrón que detectaron los reguladores de Estados Unidos en el año 2015 y que fue el inicio del escándalo de las emisiones.
“El Ministerio del Medio Ambiente continúa endureciendo los estándares de emisiones de automóviles diésel para reducir la emisión de partículas causadas por estos automóviles y planeamos revisar y gestionar estrictamente la manipulación ilegal de emisiones”, dijo Keum Han-seung, un funcionario del ministerio.
Por su parte, Mercedes-Benz salió al paso con sus propios argumentos. “La razón por la que usamos la función en cuestión es porque tenemos razones tecnológicas y legales justificables para su uso”, dijo en un comunicado el miércoles, agregando que la función es solo una parte del sistema de control diseñado para reducir las emisiones. También agregó que la decisión del gobierno no afecta a los nuevos modelos que se venden en Corea del Sur, ya que la producción de los modelos afectados cesó en mayo de 2018.
Hasta la fecha, solo Volkswagen ha reconocido abiertamente haber manipulado sus motores para reducir las emisiones, el resto de los fabricantes se acogen a criterios técnicos para hacer básicamente lo mismo
¿Truco legal o engaño? Las autoridades surcoreanas lo tienen claro, aunque habrá que ver si los responsables políticos encuentran razonables las explicaciones dadas por los fabricantes. En el caso concreto de Mercedes-Benz, los últimos modelos diésel logran unas emisiones reales muy bajas, en casi cualquier circunstancia, mediante más redundancia y complejidad en el sistema de escape para asegurar el efectivo filtrado de partículas, óxidos de nitrógeno y otros gases tóxicos.
Como hacer motores diésel limpios cada vez es más caro, los fabricantes llevan ya cinco años reduciendo sus catálogos de versiones diésel, procurando utilizar los mismos motores (que son menos) en más modelos, y que las emisiones estén dentro de la legalidad no solo en condiciones de prueba de laboratorio, sino en situaciones más parecidas a la conducción real, simulando más carga, velocidad, pendientes, etc.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS