Dicen que la Mercedes actual no es tan buena como era antes, que ya no hace coches igual de buenos. Pero claro, antes, Mercedes apenas tenía competencia y podía hacer, literalmente, lo que quería, ahí está el W124, posiblemente, una de las muestras de sobre ingeniería a las que habitual la firma alemana. Ahora, la situación del mercado es bien distinta y Mercedes no lo tiene tan fácil, ahora tienen que buscar un compromiso entre la calidad y los precios de venta si quieren ser competitivos. Por eso, ahora, algunas zonas del salpicadero de un Mercedes crujen y en otras, se nota alguna rebaba.
¿Es malo? Bueno, si estás acostumbrado a los Mercedes de antes, quizá, no te guste encontrar este tipo de cosas, aunque pronto las verás desaparecer pues la marca, tal y como se ha comunicado oficialmente, volverá a centrarse en los coches que más rentabilidad ofrecen, es decir, en coches grandes, caros y bien fabricados. Se acabaron los coches para las masas, no habrá más Mercedes Clase A, no habrá más Mercedes Clase B y no habrá más versiones “de acceso” del Mercedes Clase C.
Varias cosas que cambiarán la marca, obviamente, pero que no afectarán a la joya de la corona, a Mercedes-AMG, la división de coches deportivos de la compañía alemana, la cual, se ha convertido en toda una referencia en el sector. No en balde, sus coches son de los más prestacionales y de los más deseados del mercado. Hay quien, incluso, los define como los Muscle Car alemanes. Pero además, AMG presume de una cosa superinteresante, y es lo que ellos llaman “one man, one motor”, un hombre, un motor. Esto eso, cada motor de AMG lo fabrica un único operario que para más inri, imprimen su firma para que quede constancia de quien ha fabricado el propulsor.
En el siguiente vídeo se puede ver, casi paso a paso, como se monta un motor V8 de AMG. Son casi 19 minutos, pero merecen la pena.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS