¡No hay nada como un Viper de carreras en acción! Así afirman desde Road & Track en una publicación en la que comparten un vídeo de un Viper GTS-R en el circuito en Sonoma Raceway, durante el evento Velocity Invitational de 2024. Y no he podido resistir la tención de copiarles la publicación sin ningún tipo de rubor, básicamente, porque tienen razón: ¡no hay nada como un Viper de carreras en acción!
Reconozco que me gusta el Dodge Viper, es un coche que me atrae, tiene algo que llama, que me susurra cosas lascivas sobre montones de gasolina quemada y neumáticos torturados… Y no importa la generación ni la versión, el Viper es uno de esos coches que tendría en mi colección sí o sí.
Sé que no es el mejor deportivo, pero es algo que no me importa, ¿acaso tú, amigo lector, no tienes sueños de los que sabes perfectamente que son irracionales? Quizá sea un diseño, con ese enorme y largo morro. O su motor, cuyo bramido retumba en las paredes cada vez que le otorgan libertad. También es posible que sea, simplemente, porque se ven pocos y hasta resulta más exótico que un Ferrari…
No importa que generación sea, el Dodge Viper siempre resulta espectacular y sus variantes de competición todavía más
Como bien cuenta desde Road & Track, la primera generación del Viper fue un coche en cuyo desarrollo no se tuvo en cuenta la competición, pero entre unas cosas y otras, como la necesidad de mejorar la imagen del coche en Europa, llevaron a Chrysler a competir con la segunda generación de la Víbora yankee. Y para ello, se recurrió a Oreca, quienes se encargaron de dar forma al Viper GTS-R, un coche que llegó a ganar Le Mans en tres ocasiones –en su categoría–.
La unidad que aparece en el vídeo es el chasis 41, el último Viper GTS-R construido por Oreca en 2001. Un ejemplar que cuenta con un buen historial en competición, con dos podios en Spa y en Le Mans. Recibió una restauración para el 20 aniversario de su éxito en el circuito francés y ha pasado los últimos años de evento en evento.
Por cierto, el vídeo se sacó durante la celebración de un evento llamado Velocity Invitational. Junto al Festival de la Velocidad de Goodwood, es una de las denominaciones más interesantes que se ha creado, ¿hacer algo así en España estaría catalogado como apología de la velocidad?
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS