SEAT 1400, de coche de estado a contrabandista

SEAT 1400, de coche de estado a contrabandista

Fue la primera piedra en la historia de SEAT


Tiempo de lectura: 8 min.

El 13 de noviembre de 1953 daba inicio oficialmente una historia en la Zona Franca de Barcelona de especial importancia para España y, con el paso del tiempo, también para la industria del automóvil nacional. Aquel día, ya muy lejano en el tiempo, aparecía el primer vehículo de la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, el SEAT 1400. Tan solo habían pasado tres años desde que se fundó la empresa y por entonces apenas se fabricaban cinco unidades al día, aunque el ritmo aumentó paulatinamente.

SEAT nació en un momento duro para España, que todavía sufría e intenta resurgir tras una Guerra Civil que tuvo lugar entre 1936 y 1939. En aquellos tiempos la población apenas tenía medios de transporte privados, siendo muy común el uso de la motocicleta, vehículo económico y sencillo que movilizó gran parte de la Península Ibérica durante décadas.

Sin embargo, el Gobierno franquista quería levantar el país y una empresa nacional de esta índole daría trabajo y además, proveería de transporte a la población. No a toda, pero sí a la suficiente para que el país creciera.

Pero aquel SEAT 1400, cuya primera unidad lucía la matrícula B-87223, no era un producto nacional al 100 %, era un Fiat fabricado bajo licencia en España y con el sello de la nueva compañía española. El Instituto Nacional de Industria, más conocido como INI (fundado el 25 de septiembre de 1941) firmó un acuerdo con Fiat para la fabricación de automóviles en España.

Aquello ocurrió el 26 de octubre de 1948, naciendo SEAT dos años más tarde, el 9 de mayo de 1950. El acuerdo con Fiat llegó, además de por las buenas relaciones de Franco con Mussolini, por la inexperiencia de la exigua industria española en lo referente a la fabricación y diseño de vehículos, algo que el acuerdo con la italiana suplía en gran parte.

SEAT 1400 numero 1

Un coche con muchas posibilidades

A priori, teniendo en cuenta los objetivos pretendidos y el estado general de la economía española, la elección del Fiat 1400 como primer vehículo a fabricar por la recién fundada SEAT no parecía ser lo más acertado. La elección del modelo se realizó en 1951 y guardaba mucha más lógica de la que en un principio podría parecer, pues además de su moderna concepción en la década de los 50, se buscaba un coche de tipo medio-alto con cierto grado de representación para altos cargos y de paso, que sirviera para sustituir a los ya desvencijados taxis que circulaban por las igual de maltrechas carreteras españolas.

Por otro lado la elección del Fiat 1400 tenía otro objetivo adicional, que era un inicio de producción pausado, sin grandes listas de espera y con margen suficiente para que los operarios y proveedores fueran cogiendo ritmo poco a poco. La primera versión, basada en el Fiat 1400 de 1950, contaba con un motor de 44 CV y 1.395 cc.

Al ser un vehículo que no estaba al alcance de una gran parte de la sociedad española de aquel entonces, la demanda no sería elevada y podrían formarse poco a poco, mientras se crecía a un ritmo aceptable. De todas formas, la demanda de aquel primer SEAT fue, en un primer momento, superior a las capacidades de la joven compañía, para ir pasándose sucesivamente.

seat 1400 linea montaje

Cadena de montaje del SEAT 1400

La producción pronto fue ramificándose y tras pocos meses en funcionamiento llegó el SEAT 1400 A, más potente (50 CV), más rápido y con más cromados, una tendencia muy popular importada de Estados Unidos. También contó con carrocerías especiales como ambulancia, servicio de bomberos o incluso furgones o coches fúnebres. En las industrias de la Zona Franca y en otros de la boyante industria auxiliar, supieron sacar provecho de las muchas posibilidades que ofrecía el SEAT 1400.

Aunque aquí debemos hacer un inciso, ya que no fueron los únicos que vieron las oportunidades que ofrecía este sedán italiano fabricado en nuestra “piel de toro”. Como si de una película de Hollywood se tratara, el SEAT 1400 fue el coche elegido por un contrabandista (presumiblemente de tabaco) en la década de los 60 para sus fechorías.

Se podría pensar que un SEAT 1400, un serie “B” más correctamente, no era el coche más adecuado para determinadas actividades, sean legales o no, pero lo cierto es que contaba con ciertas características muy interesantes por aquel entonces.

seat 1400 b

SEAT 1400 B, el coche del contrabandista

Después de estar en producción cerca de tres años, el SEAT 1400 B hace hace acto de presencia en diciembre de 1956. Básicamente seguía siendo el mismo coche, pero contaba con ciertos detalles que posiblemente, fueron el motivo para que aquel contrabandista lo escogiera como herramienta de trabajo para ir y volver de Andorra. Para empezar, el motor era más potente hasta la fecha -con 58 CV- y podía alcanzar los 135 km/h. Era un 1400 B Especial.

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, cuya actividad se inició en 1959 con 560 agentes para un parque móvil con un millón de vehículos y 60.000 kilómetros de carreteras, no contaba con tanta presencia como ahora y dada la vinculación al mundo rural en aquellos años, los vehículos disponibles procedían de los restos de la Guerra Civil y estaban más enfocados a poder circular por cualquier terreno.

No obstante, algunas patrullas podían disfrutar de unidades del mismo SEAT 1400 B de nuestro “amigo” contrabandista, haciendo que otras características tuvieran mayor paso. Es aquí donde los retoques en suspensión y frenos respecto al 1400 A cobraban importancia, tanta como la mayor visibilidad que ofrecía la luneta trasera de mayores dimensiones.

seat 1400

SEAT 1400 B

Cabe destacar que la producción del SEAT 1400 B fue menor que la versión anterior, pues parte de los empleados fueron asignados a la línea de montaje de un futuro superventas: el SEAT 600, que se puso en circulación en 1957 y cuya demanda pronto fue muy elevada. Lo más llamativo, quizá, de nuestro contrabandista particular, es el lugar donde residía. O más concretamente por donde tenía que circular para llegar hasta su hogar.

Es conocido que por aquellos años, las carreteras españolas no eran dignas de recibir tal denominación y los caminos rurales eran muy comunes, pero el protagonista de esta curiosa historia circulaba prácticamente por sendas para ganado. Como muchos conductores de los años 60, el contrabandista había equipado su SEAT 1400 B con neumáticos de tacos, mucho más resistentes y capaces por terrenos abruptos que los originales, permitiendo llegar a lugares donde pocos SUV actuales se atreverían siquiera a intentarlo.

No en balde, los coches que circulaban por España en aquellos años, tales como el Citroën 2CV, el Renault 4/4 o el propio SEAT 1400, se diseñaron para ser auténticos coches utilitarios, resistentes y duraderos.

Finalmente, a pesar de lo recóndito y escondido de su hogar, las fuerzas del orden encontraron el lugar aunque no al contrabandista, quien desapareció para siempre tras “emparedar” su fiable y versátil SEAT 1400 B. Coche, por cierto, que continúa en el lugar donde se quedó tras la huida de este personaje. Si queréis conocer la historia con mayor detalle, un explorador de lugares abandonados intentó localizar la guarida del contrabandista con un todoterreno. Y sí, lo encontró. Las imágenes sobre este texto -reproducidas con autorización- denotan lo que queda del coche.

SEAT, por su parte y obviamente, totalmente ajena a este suceso, ponía punto y final a la historia de 1400 B y comenzaba la producción del SEAT 1400 C en 1960. Un coche sin réplica en Fiat, pues la marca creó un híbrido con carrocería del Fiat 1800, chasis modificado y motor sin cambios del SEAT 1400 B. Poco después llegaría el fantástico SEAT 1500 y el SEAT 2000 diésel, aunque esto es parte de otra historia.

El SEAT 1400 B llegó a copar el 93 % del parque móvil español y abrió nuestro país, una vez más, a la industria del automóvil tras la desaparición de los espectaculares Hispano-Suiza y los increíbles Pegaso de Wifredo Ricart.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Pedro Ivan
Mecánico
Pedro Ivan

Que buenos artículos amenos y entretenidos con historia automovilística, como ya os he comentado, gracias por hacernos más amenos estos tiempos que nos ha tocado vivir.

Javier Costas
Suscriptor

Gracias a ti por la fidelidad. Para nosotros también es una vía de escape, de vez en cuando hay que olvidarse de lo que pasa ahí fuera…

Javier Costas
Suscriptor

Aquel que haya visto el artículo de lugares abandonados habrá llegado a la conclusión de que ni Atecas, ni Aronas, ni Tarracos se hubiesen podido meter por ahí sin ruedas de tacos (y de la dimensión adecuada, claro). El 1400 sí que fue el primer SUV de SEAT, al menos el 1400 B del contrabandista…


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Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

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