¿Los deportivos modernos están perdiendo su personalidad?

¿Los deportivos modernos están perdiendo su personalidad?

Factores sobre los cuales se construye la identidad de un coche. ¿Es posible escapar a ellos?


Tiempo de lectura: 6 min.

En un artículo reciente, una mirada crítica sobre los superdeportivos actuales nos llevó a determinar su falta de personalidad, cómo cuesta en ellos disimular su “poder de fuego” cuando, por el contrario, sus antecesores de unas dos décadas atrás lograban congeniar sus grandes motores de altísimas prestaciones con diseños en los que a las carrocerías no se las sobrecargaba de equipamientos aerodinámicos ni necesitaban verse como supermáquinas para serlo.

En el otro extremo, hablando de la pérdida de personalidad, aparecen apreciaciones sobre el coche a nivel general. Me interesa la siguiente línea de Farhad Manjoo, de The New York Times: “Adonde fuera que mirara en la exposición, veía el mismo vehículo básico, una selección tan insípida y monótona como el pasillo de la comida congelada del supermercado”. Mencionando la influencia de los SUV y poniendo el foco en las tecnologías cada vez más avanzadas, el colega definió a los automóviles actuales como “teléfonos inteligentes sobre ruedas” y propuso la siguiente comparación: “cada iPhone nuevo es tan solo una ligera evolución del anterior y pasa lo mismo con cada automóvil nuevo”.

Esto último me ha llevado a pensar en los deportivos modernos. Como verán, estas líneas tratan sobre el coche y su personalidad, ¿pero de qué hablamos cuando hablamos de personalidad en la industria automotriz? No existe una única verdad. No hay un modo absoluto para la comparación. Todo depende de la perspectiva. El diseño de un coche puede manifestar su identidad sólida o una carencia de ella dependiendo del punto de vista, y los deportivos modernos, tanto actuales como los que golpean la puerta, no le escapan a esta regla.

Sin ánimo de pecar de estructurado, se me ocurren tres formas de juzgar la personalidad desde los paralelismos, en este caso, en un deportivo: en función de las tendencias que interpelan a todos los fabricantes, en función de las gamas de cada época que encarrilan el destino del que debe ocupar el rol de deportivo y en función de la historia del propio coche. Se me vienen a la mente los casos de Bentley y Jaguar, dos marcas históricamente asociadas al lujo y la deportividad que se encuentran en plena refundación eléctrica.

Bentley EXP 15 (1)

La personalidad de los deportivos modernos y sus diferentes perspectivas

Sus nuevos conceptos, aunque no se los considere deportivos en esencia y apunten a otros propósitos, adoptan líneas propias de un alto rendimiento y los considero ejemplos viables, porque además sientan las bases para sus próximas generaciones de modelos.

Recordando el criterio de diseño que no hace tanto tiempo profesó Marcello Gandini en ocasión de su reprobación al Countach revival –un legado de despedida en el que sostuvo que la esencia del diseño debe nacer de “la habilidad de crear algo rompedor sin nutrirse del éxito del coche precedente”–, la estética del EXP 15 y del Type 00, que nada tiene que ver con la identidad que ambas automotrices decidieron dejar atrás, pueden ser tratadas como rompedoras.

Ahora bien, analizadas en función de las tendencias, también sería válido afirmar que ambas están actuando en sintonía, con señales hacia el futuro inmediato que se transmiten desde la misma frecuencia conceptual: ambos conceptos, que funcionan como un adelanto de los rasgos que recibirían los próximos deportivos de Bentley y Jaguar, se rigen sobre un mismo minimalismo futurista. Desde esta perspectiva, la personalidad de sus propuestas decaería.

Mientras las tendencias han ido encaminando estilos en común que mutaron con el tiempo, los fabricantes fueron forjando sus gamas y esbozando sus propios diseños según la época. No es lo mismo el concepto visual de un Mercedes 300 SL que el del SLR McLaren; no se puede comparar a éste con el SLS AMG ni a este último con el AMG GT, el exponente actual. Al mismo tiempo, cada uno de ellos representaron la identidad estética de la marca alemana en cada época. Desde este punto de vista, es complejo hablar de la personalidad de un deportivo como algo que nace de la mismísima nada y que le pertenece exclusivamente a ese coche.

lamborghini countach lpi 800 4 vs lamborhgini countach historicos (4)

Excepciones y esperanzas

¿Cuáles son las excepciones a las reglas expuestas? Hay marcas como Lamborghini y Porsche en las que no importa qué tanto impacten las tendencias y las evoluciones, pues nacieron con una identidad tan distinguible que es capaz de trascender a los cambios del tiempo y gracias a la cual hasta el menos conocedor de los coches podría saber que se trata de un modelo de su creación. Un Lamborghini es un Lamborghini y un Porsche es un Porsche, en pocas palabras.

Con algo más de conocimiento, los BMW de la línea M pueden ser tratados como una declaración de principios en sí misma, como una escuela de tradición que da cátedra de cómo se hacen las cosas y que forja su propia personalidad con base en ello. Sin embargo, si tomamos el caso del M3 –omitiendo el hecho de que hace dos generaciones que no recuerda lo que es ser un cupé–, su modelo vigente no expresa tanto como el de los años ochenta y noventa. En éstos, la tendencia de época se evidenciaba, pero no doblegaba a las intenciones del coche. Si al actual le retiráramos los elementos distintivos de la marca, no sería descabellado confundirlo con alguno de sus pares de otras firmas.

Me interesan algunos casos japoneses. Tanto los del pasado como algunos deportivos modernos han intentado escapar a estas normas. ¿Cómo asociar el NSX a otros Honda de su época? ¿Cómo restarle mérito al Supra MK4 a pesar de haber correspondido a un cambio estético universal regido por líneas suavizadas? A propósito, el Supra es un caso muy particular: el impacto de las tendencias no impidió que cada generación resultara rompedora en relación con la anterior, sobre todo las últimas tres.

El GR Supra representa una esperanza. Toyota lo ha esculpido de manera tal que no se lo pueda comparar ni con el Supra de los noventa, ni con sus rivales, ni con los modelos contemporáneos de la marca, ni con las tendencias de diseño que se impusieron en la industria al momento de su desarrollo. Si su sucesor, que dejará atrás la mecánica heredada de BMW y recuperará la ingeniería de la casa, respeta el camino transitado, lo que nos espera es otro Supra rompedor.

Toyota GR Supra (3)

Conclusión: La tendencia, el peor enemigo

Creo que el factor tendencia termina siendo trascendental sobre el grado de identidad de un coche. Los deportivos modernos actuales puede alejarse o acercarse al concepto por el que se rigen los modelos de volumen de su marca. Y, aunque está clara la importancia de tener siempre a mano la carta Gandini, hasta me atrevo a decir que se pueden permitir abusar de la herencia de su generación antecesora o de modelos independientes previos –nótese las similitudes intencionadas entre el Maserati MC20 y el  nuevo McPura–. Lo que no puede ocurrir es que cedan más de la cuenta a las tendencias. Cuando esto ocurre, la personalidad se ve más en peligro que nunca.

COMPARTE
Sobre mí

Mauro Blanco

Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.

COMENTARIOS

avatar
2000
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Alejandro Delgado

Jesus Alonso

Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.

Javier Gutierrez

Mauro Blanco

Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.

Jose Manuel Miana

Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.