El 15 de octubre de 2004 cayó en viernes. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro del Interior, José Antonio Alonso, lo comunicaron a los medios. El Consejo de Ministros aprobó, entre otras cosas, el anteproyecto de ley que regula el permiso de conducción con un sistema por puntos, como ya sucedía en países de nuestro entorno y con resultados favorables en la reducción de la siniestralidad vial.
En la web de Moncloa se puede leer la transcripción de la rueda de prensa. Aquel viernes fue el pistoletazo de salida de una medida legislativa que tardó un poco más en materializarse, no entró en vigor hasta el 1 de julio de 2006, casi dos años después. Desde entonces, algunas sanciones graves y muy graves, además de la sanción económica, producen una merma en el saldo de puntos.
El punto se lo anotó el Partido Socialista (PSOE), formaba parte de su programa electoral desde finales de 2003, pero sería injusto decir que la idea fue de ellos. ¿Acaso fue una idea del Partido Popular? Tampoco.
El permiso por puntos bonifica a los buenos conductores y trata de erradicar a los malos, que recuperan los puntos tras cursos de sensibilización
El 3 de abril de 2001 entró en el registro del Congreso de los Diputados una propuesta de enmienda para lo que acabaría siendo la Ley de Seguridad Vial de 2003. En dicha propuesta ya se pedía la implantación de un permiso por puntos. Lo que viene ahora os sorprenderá, porque el partido que la propuso fue… Convergència i Unió, el extinto partido autonomista catalán.
Según consta en el diario de sesiones del 19 de octubre de 2004, el diputado Jordi Jané i Guasch ya recordó en sesión parlamentaria -página 7- a los representantes del Gobierno que presentaron dicha iniciativa antes, y que fue tumbada previamente por el entonces partido en Moncloa, que era el PP, y además con mayoría absoluta, por lo que se tumbó con comodidad.
La Ley de Seguridad Vial aprobada en 2003, que actualizaba la reglamentación anterior, no incluía el permiso por puntos. Ese año murieron en las carreteras españolas 4.032 personas, una cifra que ahora nos pondría los pelos de punta, porque estamos acostumbrados a menos de la mitad últimamente. Esperad, que ahora viene lo mejor.
Retrocedamos unos meses en el tiempo. El 11 de febrero de 2004 ya olía a precampaña. Faltaba casi un mes para las elecciones generales, donde iban a competir un -hasta hace poco- relativamente desconocido político leonés, José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), con uno de los rostros más conocidos del PP desde que dejó de llamarse Alianza Popular, un tal Mariano Rajoy Brey (PP).
La mañana de ese 11 de febrero de 2004 el candidato popular a la presidencia anunció la propuesta en materia de Seguridad Vial del PP para las siguientes elecciones, ¿y qué incluía? ¡El permiso de conducir por puntos!, para tenerlo en marcha para el año 2006.
El PSOE lo había incluido en su programa electoral muy poco antes, en diciembre de 2003, comprometiéndose a instaurarlo en menos de cuatro años. El PP estuvo a punto de ganar las elecciones, pero hubo un vuelco importante al calor de los lamentables atentados del 11 de marzo de 2004, con casi 200 muertos poco antes de ir a las urnas. El PSOE de ZP arrasó.El diputado de CiU, Jordi Jané, volvió a quejarse de que anunciasen una medida que había sido propuesta por los convergentes, rechazada varias veces desde 2001, y que encima el entonces director de la DGT, Carlos Muñoz Repiso, se quejase de que faltaba legislación para atajar el problema de la reincidencia, como el permiso de conducir por puntos.
Victorino Mayoral (diputado del PSOE) dijo a este respecto: “Como una aparición milagrosa ahora, de repente, tendremos las medidas necesarias para hacer lo que no se ha hecho en los últimos tres años”, recoge una noticia de El País de aquel día. Podríamos decir, sutilmente, que el PP le echó cara, por lo menos de cemento armado y reforzado. Antes no le había dado la gana, la medida se ignoró, o se pospuso hábilmente para las siguientes elecciones.
Si el PP hubiese dado su brazo a torcer y hubiese incluido el permiso por puntos en la reforma legislativa de 2003, se habrían ganado tres años. En esos tres años se habría reducido de forma sustancial la siniestralidad y la reincidencia de los irredentos, y eso ha tenido un coste importante en lo humano, eso que no tiene reparación: fallecidos y heridos graves con secuelas.
Uno de los pilares de las políticas del primer ejecutivo del PSOE con ZP (2004-2008) fue la Seguridad Vial, con fuertes reticencias iniciales, pero que han acabado siendo aceptadas por la sociedad
Me temo que pocos mecanismos legales hay para que pasen por el banquillo los responsables de aquel bloqueo político solo porque la idea venía de Cataluña, y no era precisamente una época en la que la comunidad autónoma fuese muy conflictiva con el Estado central.
Le debemos al carné por puntos que hayan bajado mucho conductas como conducir bebido o drogado, no utilizar cinturón de seguridad o casco, circular a velocidades muy elevadas, realizar maniobras muy peligrosas para los demás, que entren a la cárcel conductores que nunca ha tenido el permiso de conducir o lo hayan perdido, etc.
Y todo eso podría haber sucedido mucho antes. Las hemerotecas y los registros públicos así lo acreditan.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS