El Alpine A290 ya es una realidad, y se posiciona claramente como un “deportivo urbano”

El Alpine A290 ya es una realidad, y se posiciona claramente como un “deportivo urbano”

Motor eléctrico con hasta 220 CV y casi 400 kilómetros de autonomía


Tiempo de lectura: 13 min.

Mucha expectación se ha creado alrededor del nuevo Alpine A290, el que viene a ser como el Renault 5 Turbo de la nueva era. Y no es para menos, pues se supone que la puesta en escena del A290 supone un cambio radical para Alpine, que lanza su primer coche eléctrico y además, uno que busca continuar con la herencia del mítico Renault 5. De hecho, todo en este coche, al igual que en el Renault 5 eléctrico, busca recordar al “viejo” R5 de los 70 y su posterior evolución, el conocido como Supercinco.

Sin embargo, como ya ha ocurrido con otros modelos, los cuales, se anunciaron igualmente a bombo y platillo, el nuevo Alpine A290 me ha dejado frío. Y en esta ocasión voy a escribir en primera persona porque se trata de una opinión personal: el nuevo Alpine A290 no me dice nada, no me emociona, no tengo ganas de verlo en vivo ni de ponerme al volante.

Como siempre, la nota de prensa se enfrasca en toda clase de giros literarios para ensalzar lo que, en teoría, ofrecerá a quien se ponga a los mandos. Según la marca, “el nuevo Alpine A290 concentra las sensaciones que tanto se aprecian al volante del A110, y ha sido creado en perfecta sintonía con el ADN de Alpine; el A290 es compacto, ágil y ofrece altas prestaciones fácilmente explotables”. Marketing en estado puro, no cabe duda, que solo sirve para darse un autobombo notable.

Alpine A290 (2)

¿Auténtico ADN Alpine? Eso dicen…

Pero no voy a centrarme en eso, pues en el fondo, tiene una importancia tan pírrica, que no merece la pena darle más vueltas. Sin embargo, sí podemos extraer algo de esas palabras: la marca han buscado mantener la esencia de Alpine, aunque esa esencia esté un poco difusa, ya que, al menos en los últimos años, solo hemos tenido un representante: el Alpine A110. Y si realmente esa es la referencia para el A290, ya puede ser bueno, porque el A110 es un auténtico juguete cuando aparecen curvas y las sensaciones que se tiene a los mandos son adictivas.

Como aficionado, dudo bastante de que este nuevo Alpine A290 llegue al nivel del A110, es más, pensar en que podrá siguiera mantener la misma esencia me parece ser muy optimista. Que sea un coche ágil y rápido en curvas no lo pongo en duda, pero hay muchas cosas que no puede ofrecer un coche eléctrico. Y eso lo saben todos los fabricantes, por eso, quizá, se empeñan, como Hyundai, en añadir toda clase de artificios para generar esa emoción y ese talante que se tiene con un motor de combustión de altas prestaciones.

Pero las sensaciones son solo una parte de la ecuación, también otros temas que debemos tener en cuenta, como el tamaño y le peso. Sabemos que cuanto más grande y más pesado, peor será el comportamiento y las sensaciones, ¿verdad? Pues el Alpine A290 es más grande y más pesado que el Renault 5 del que deriva. Concretamente, es 70 milímetro más largo, 50 milímetros más ancho y 20 milímetros más alto. Las vías también crecen 60 milímetros, aunque en este caso, junto a la anchura, siempre serán bienvenidas pues cuanto más ancho, más estabilidad.

Estéticamente, el Alpine A290 se presenta más agresivo y deportivo que el Renault 5 eléctrico del que deriva, sobre todo con el azul característico de Alpine

Alpine A290 (5)

Alpine, que ahora cuenta con todo el equipo y los recursos de Renault Sport, ha trabajado para que su comportamiento en carretera sea de primer nivel, como ocurre con todos sus creaciones. El coche pesa, en total, 1.479 kilos, que no es poco para su tamaño –3.990 milímetros de largo, 1.820 milímetros de ancho, 1.520 milímetros de alto y una batalla de 2.530 milímetros– aunque la marca dice que es razonable y competitivo. Y es cierto, para ser un coche eléctrico es un peso razonable y competitivo. Lo bueno de ser eléctrico, es que el centro de gravedad está muy cerca del suelo, y según nos cuenta la marca, los reglajes de suspensión no necesitan ser muy extremos para garantizar el control de la carrocería. Aun así, se montan suspensiones específicas con topes hidráulicos y un tren trasero multibrazo.

Los reglajes efectuados al Alpine A290, siempre según declaraciones desde la misma marca, buscan ofrecer sensaciones de deportividad, con un compromiso entre agilidad y estabilidad para conseguir un “comportamiento juguetón” a la vez que controlable. Concretamente, la marca dice que el objetivo es que uno sienta que funde con el coche y ofrecer un comportamiento lúdico. Y para ello, se basan en un eje delantero muy reactivo y una dirección muy directa, así como un eje trasero que se insinúa cuando se deja de acelerar en pleno apoyo. También se ha trabajado, por lo visto, en el tacto del pedal del freno, para favorecer un control total. Por lo general, el tacto del pedal del freno en un electrificado –no importa si es eléctrico puro o híbrido–, suele ser un tanto extraño, pues el primer tramo del pedal no acciona los frenos mecánicos, sino que detiene el coche con el motor eléctrico y la transición entre frenar con el motor y los frenos mecánicos no siempre está muy conseguida.

Dos niveles de potencia y menos de 400 kilómetros de autonomía

Es cierto que, posiblemente, mi escepticismo no esté justificado, o puede que sí, porque los coches eléctricos no son tan emocionantes como un coche con motor de combustión. No lo son para mí, obviamente. Es cierto que tienen una aceleración brutal, pero su empuje es tan lineal y hacen tan poco ruido, que todo se diluye tras los primeros 20 metros de aceleración. La emoción en un coche eléctrico dura 15 metros y solo las carreteras de montaña más retorcidas ofrecer un terreno donde explotar esa brutal aceleración y disfrutar. El caso es que, seguramente, no puedas hacerlo, porque la autonomía no da para tanto.

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No solemos pensarlo, pero el principal problema de un coche como el Alpine A290 es su condición de coche eléctrico. La marca lo define como “deportivo urbano”, pero con los 220 CV de su versión más potente, la ciudad se le queda pequeña. El A290 es un coche para carretera de montaña, la misma Alpine lo deja claro con todo lo que hemos contado antes, pero la misma Alpine te quita las ganas porque anuncia una autonomía de 380 kilómetros, y eso que los datos definitivos todavía están pendientes de homologación. Con este coche, no podría completar mi tramo habitual cuando salgo de ruta, porque no podría volver a casa. Si soy totalmente sincero, no he mirado los cargadores disponibles en la ruta, pero sé que no son numerosos y mi ruta comprende unos 200 kilómetros de carretera con muchas curvas que, por lo general, no se recorre despacio.

Alpine afirma que se cargaría del 15 al 80% en 30 minutos, pero necesitaría un cargador de 100 kW. También se pueden tener hasta 150 kilómetros de autonomía en 15 minutos, pero nuevamente, necesitas un cargador de 100 kW. Con un cargador de 11 kW, puede recuperar del 50 al 80% en una hora y 20 minutos, o bien, 70 kilómetros de autonomía en una hora. En caso de encontrar un cargador por la ruta, es evidente que tendría que quedarme una hora para poder volver a casa…

Quizá por estos datos de autonomía y porque no es viable acudir a una carretera de curvas, Alpine lo tilda de “coche deportivo urbano”. El caso es que para circular por cuidad no son necesarios más de 50 CV, pero el Alpine A290 se ofrece con 180 y 220 CV. La primera da vida a la versión de acceso, el A290 GT, mientras que el segundo es para el A290 GT Performance y GTS. El par es de hasta 300 Nm, que no es mucho –mi Mazda 6 diésel de 2009 alcanza 320 Nm–, pero los ingenieros han desarrollado un sistema llamado “Alpine Torque Technology”, que según cuentan, permite afinar la entrega de par. Por un lado es entendible que busquen una entrega de par controlable, pues los motores eléctricos tienen una entrega de par bastante bestia y podría pillar por sorpresa a conductores poco cautos.

Con 380 kilómetros de autonomía es, como bien dice la propia marca, un deportivo urbano

Alpine A290 (8)

Incorpora una función llamada Overtake que se controla desde un botón físico en el volante, y sirve para tener acceso a la máxima potencia y par durante 10 segundos, mientras se mantenga presionado. Después, se necesita esperar 30 segundos para volver a usarlo, aunque tras 15 segundos es posible contar de nuevo con todo el potencial durante cinco segundos. Una función que, por lo visto, se inspira en el mundo de las carreras y de los videojuegos. Incluso se muestra una animación en la instrumentación cuando se acciona.

La regeneración se puede ajustar en cuatro niveles desde otro botón físico en el volante marcado como “RCH”. El primer nivel deja el coche en inercia, es decir, apenas ofrece retención, el nivel 1 busca una retención similar al motor del Alpine A110 y los niveles 2 y 3 aumentan gradualmente el nivel de frenado regenerativo.

Por supuesto, como coche eléctrico que busca generar emociones, incorpora un sistema que genera un sonido que acompaña a la conducción y que busca “esconder” la ausencia de sonido del motor eléctrico. Se ha desarrollado entre el equipo de Alpine, expertos acústicos y músicos, y han creado dos sonidos de diferentes frecuencias e intensidades que se emiten a través del equipo de audio y por lo que dicen, han intentado que no suene artificial y por ello, se basan en los armónicos naturales del motor eléctrico.

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Digitalización inmersiva para el Alpine A290

Como no podía ser de otra forma, el Alpine A290 será todo un compendio de digitalización, un argumento que encantará a mucho usuarios y que hará que otros pongan los ojos en coches muy diferentes. Nunca entenderé la odiosa manía de poner pantallas y mandos digitales para todo, incluso Euro NCAP empezará a penalizar la ausencia de mandos físicos, lo que ya supone un mensaje bastante claro de lo que ocurre con las dichosas pantallitas…

Sin embargo, uno de los argumentos del A290 que más ensalza Alpine, es una “experiencia digital inmersiva”. ¿Digitalización máxima en un coche que pretende ser superdeportivo? No tiene mucho sentido, al menos para quienes disfrutamos con una conducción rápida y con las sensaciones que ofrece conducir un coche al límite, momento en el cual, todo lo que no sea un indicador de agujas y poco más, es un incordio y hasta un riesgo.

La instrumentación está formada por dos pantallas, una de 10,25 pulgadas y otra de 10,1 pulgadas orientada hacia el conductor que, según la marca, contribuyen a la atmósfera única que se tiene al volante del A290. Aseguran que la experiencia digital inmersiva se traduce en patrones visuales únicos, en línea con el mundo deportivo y el elegante habitáculo del coche. Además, los gráficos se alejan de los clásicos contadores redondos para adoptar un nuevo tema en triángulo.

Como buen Alpine, la puesta a punto busca potenciar el tacto deportivo y la reactividad a las órdenes con el volante

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Aseguran que la forma de triángulo permite visualizar de forma muy legible el nivel de potencia entregada o de recarga, así como la velocidad. Una línea roja indica el límite de velocidad de la vía, obtenido mediante el lector de señales

Por otro lado, la función Alpine Telemetrics permite al cliente acceder a tres grandes categorías de servicios relacionados con su A290: Live Data, Coaching y Challenges. Alpine Telemetrics se actualizará a través de Playstore, como una aplicación de smartphone, y permitirá acceder con regularidad a nuevos contenidos.

Así, el servicio Live Data permite la visualización de datos de conducción. Agilidad: fuerzas G laterales y longitudinales, activación ABS/ESC y función Overtake; Potencia: monitoreo de la aceleración y del frenado (regenerativo o hidráulico), recarga de la batería y función Overtake; Resistencia: consumo, energía acumulada y estado de la batería; Circuito: tiempo por vuelta, datos del vehículo (temperatura del motor y de la batería, presión y temperatura de los neumáticos, temperatura de los frenos), grabación de un vídeo en un smartphone con visualización de los datos de conducción. Un botón permite grabar todo lo relacionado con la sesión en la aplicación para smartphone Alpine Telemetrics.

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El servicio Coaching permite consultar recomendaciones para comprender mejor el vehículo, utilizar las funciones de Alpine Telemetrics y progresar en el pilotaje. Ideal para que cada uno aprenda a su ritmo, esta sección comienza presentando los gestos básicos a adoptar en la conducción deportiva: proyección de la mirada, toma de trayectoria o incluso técnicas de frenado. A medida que se progresa, los conceptos que se abordan se vuelven más especializados, como en el caso de la gestión del derrape al levantar el pie. Esta sección dedicada al pilotaje viene firmada por el nombre de los ingenieros y pilotos de desarrollo de A290, que brindan sus valiosos consejos.

Para terminar, el servicio Challenges es una serie de desafíos basados en tres temas: agilidad, potencia y resistencia. Es un enfoque muy similar al de los videojuegos, con nombres divertidos (“hasta el infinito y más allá”, por ejemplo) y niveles que superar para progresar. Ciertos desafíos deben afrontarse en una carretera cerrada (aceleración, frenado, porcentajes de pedal del acelerador en una distancia determinada), mientras que los desafíos de resistencia se pueden realizar en una carretera abierta, lo que ayuda a mejorar la anticipación.

Es evidente que el Apine A290 es un coche que busca encandilar a un nuevo tipo de usuarios, que poco o nada tiene que ver con los aficionados “de toda la vida”. Es, como bien dice la propia marca, un Alpine de una nueva generación. El coche se fabrica en Europa, en el seno de la ElectriCity situada en Francia, mismo lugar del que procede el motor y la batería a partir de verano de 2025.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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