El Chevrolet Camaro de cuarta generación preparó el escenario para una batalla épica en los años noventa y principios de los dosmiles. Marcando un paso audaz en el desarrollo del Camaro, los modelos Z28 y SS estaban entre los pocos que podían vencer a un Ford Mustang en términos de potencia bruta y aceleración. Los Chevrolet Camaro Z28 y SS de cuarta generación, la némesis del Mustang, ofrecían carrocería cupé, targa y descapotable en una carrocería reinventada a partir del predecesor, y tenían la velocidad y la potencia para adelantar incluso a las bestias del óvalo azul más extremas de la época.
El Chevrolet Camaro Z28 fabricado entre 1993 y 1997 contaba con el motor LT1, y más tarde el motor LS1 desde 1998 a 2002, que eran esencialmente versiones algo descafeinadas de los motores que se encuentran en los Corvettes C4 y C5. Mientras que los coches del 93 al 97 generaban unos respetables 275 CV, cuando instalaron el LS1 ofrecían hasta 325 CV. Una breve mirada retrospectiva a la historia del Camaro muestra que la década de los setenta y principios de la de los ochenta redujeron el rendimiento del motor del Camaro debido a las regulaciones de emisiones de EE. UU. y preocupaciones sobre el consumo de combustible.
Casi discontinuada a favor del programa de tracción delantera de GM en esta época, esta era fue un viaje tumultuoso para el Camaro. El de cuarta generación devolvió a Chevrolet a donde necesitaba estar en la guerra de los coches potentes. La velocidad en línea recta del Camaro Z28 y el SS afianzaron a Chevrolet en una emocionante y perenne guerra de potencia con su rival, Ford. El Chevrolet Camaro se produjo hasta 2002, cuando GM interrumpió su producción de 35 años de historia.
Los Camaro Z28 y SS de cuarta generación presentaban motores V8 increíblemente potentes para esa época. Entre 1993 y 2002, los ingenieros de GM surgieron varios diseños de motores, en particular los motores LT1 y LS1. El motor LT1, utilizado en los Camaros Z28 de 1993 a 1997, es un V8 de 5,7 litros fabricado con un bloque de hierro fundido con culatas de aluminio. Se trataba esencialmente de un LT1 descafeinado del Corvette C4, y entregaba 275 CV y 440 Nm de par, el LT1 marcó una mejora significativa en el rendimiento con respecto a los motores anteriores de la familia de bloques pequeños.
Era la joya de la corona hasta la llegada del LS1, que fue el primero de los motores de bloque pequeño de tercera generación, y era 43 kg más ligero que el LT1 debido a su construcción totalmente de aluminio. En el LS1, un nuevo sistema de bobinas individuales garantiza que cada bujía produzca una combustión más eficiente, evitando los problemas del sistema Opti-Spark del LT1. Tiene un diseño profundo, lo que significa que la parte inferior del cárter está muy por debajo del cigüeñal. Con culatas que mejoraban aún más el flujo de aire, el motor producía mejores cifras de potencia y par, con 305 CV y 455 Nm de par (Camaro Z28 1998).
En el modelo estrechamente relacionado adaptado por Street Legal Performance (SLP) Engineering, el Camaro SS con motor LS1 era un feroz rival en la carretera. El paquete de rendimiento Camaro SS SLP incluye una entrada de aire frío y un capó rediseñado para esta. Fuera del motor, el SS cuenta con muelles más rígidos con suspensión delantera independiente y tiene 3 opciones de transmisión: la automática de 4 velocidades y la manual de 5 o 6 velocidades.
La versión SS cuenta con cifras más altas en el LS1 que el Z28, con 325 CV y 475 Nm de par. Con estas especificaciones, el Camaro de cuarta generación es a la vez divertido de conducir a diario y un vehículo de alto rendimiento dirigido al público que busca velocidad, y que esté dispuesto a dejarse un buen pellizco en gasolina. Con una carrocería aerodinámica que acompaña a la plataforma de carrocería F, el exterior del Camaro fue un avance notable con respecto a las generaciones anteriores.
El director de diseño del Chevrolet Camaro, Kirk Bennion, lo resume diciendo que el diseño era “muy agresivo, con un exterior provocativo y un mayor rendimiento aerodinámico. Tiene un vocabulario de formas muy escultórico. Todos estos años después, todavía luce contemporáneo, ¡y rápido!” Independientemente de esto, el Camaro de cuarta generación recibe el apodo de Camaro “Catfish”, ya que su parrilla delantera, su baja distancia al suelo y la disposición de los faros se asemejan a la apariencia de los peces de agua dulce.
Los Chevrolet Camaro Z28 y SS aceleran rápido aún a día de hoy, el Camaro Z28 SS 1998 pasa de 0 a 96 km/h en 5,7 segundos, nada mal para un coche de hace 20 años. En 1999, el Camaro SS tuvo una versión decorada que representaban un bonito tributo al pace car de la NASCAR de 1967 y derrotó al Mustang en caballos de potencia y aceleración por séptimo año consecutivo desde que entró en producción. Los Chevrolet Camaro de cuarta generación eran más potentes que los Mustang del mismo año. Sin embargo, su supremacía acabó cuando Ford respondió con el SVT Cobra en 2003 con 390 CV.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS