SUV, Sport Utility Vehicle. Hemos de reconocer que el concepto, la idea, es buena. Un vehículo utilitario deportivo, lo que a muchos nos gustaría tener y que, en el fondo, ya teníamos a nuestro alcance. ¿Acaso un Golf GTI , por poner un ejemplo, no es un vehículo utilitario deportivo? Pues claro que lo es, como también lo es un Ford Focus ST o un BMW 128ti. Sin embargo, un SUV, un vehículo utilitario deportivo, resulta ser un todoterreno “light”, o como se les llama muy acertadamente, un “todocamino”. Desconozco a quien pertenece la torturada mente de que ideó esa definición para los “todocamino”, pero es evidente que tiene mucho de marketing y poco de realidad. Bueno, en el fondo sí que tiene bastante de real, porque resulta ser un vehículo y además, utilitario.
La vertiente deportiva del SUV es la que menos lógica tiene, al menos si le preguntas a muchos aficionados. Son coches con el centro de gravedad alto, con una posición de conducción igualmente alta y una configuración general, que no invita a buscar los límites en carretera de curvas. A no ser, claro está, que te subas a un SUV como el Hyundai Kona N. El Kona N cumple con todas las características de un SUV, pero en una carretera de curvas, a poco que tengas algo de experiencia y te falte sentido común, más de un deportivo se puede llevar un susto. Parece mentira que un SUV, un coche cuya configuración es la contraria a la de un deportivo, pueda ir tan rápido. Aunque ojo, porque es un coche super exigente si quieres exprimir todo lo que ofrece. Si alguien te dice que es sencillo ir rápido con un Hyundai Kona N no te estará mintiendo, pero es evidente que no ha apretado todo lo que se puede apretar.
El Kona N es uno de esos coches que te cambian el chip, que te hacen pensar en la posibilidad de tener uno en el garaje, a pesar de ser un SUV; el sonido del escape con solo poner el motor en marcha ya incita a hacer el mal. Un murmullo grave que llega desde atrás y que reverbera por las paredes del garaje con cada insinuación sobre el pedal del acelerador. Esto no es un “Sport Utility Vehicle”, a mí que no me vengan con cuentos, esto es un deportivo disfrazado. Y esa sensación la tienes siempre: la suspensión, la dirección, el tacto de los frenos, la capacidad de reacción… este coche si merece el apelativo de “sport”.
Hay motor para dar y tomar
Haciendo un repaso rápido al Hyundai Kona N, nos encontramos con un B SUV de armas tomar, casi único en el segmento, encontrando rivales en el Audi SQ2 (300 CV) o en el MINI John Cooper Works Countryman (306), muy lejos en cuanto a precio. El más cercano por precio es el Ford Puma ST, pero no es, ni de lejos, tan bestia y tan intimidante en algunas ocasiones como lo es el Kona N. Este coche es una bestia, animado por un motor muy explosivo y contundente, tanto que puedes hacer patinar las ruedas en plena aceleración con muchísima facilidad. Es un tracción delantera, como todos los B SUV, pero tiene diferencial de deslizamiento limitado que intenta por todos los medios que las ruedas delanteras no se despendolen cuando el cuatro cilindros turbo aprieta a fondo. Este cuatro cilindros es el mismo 2.0 turbo que monta el Hyundai i30 N que ya pudo probar Pablo hace tiempo y pone en apuros al eje delantero casi con cada pisotón al pedal del acelerador. Hay motor para dar y tomar, haciendo del Kona N un coche realmente salvaje, con un empuje notable, casi sin importar el ´régimen al que gire, no en balde, son 390 Nm de par los que se tienen disponibles desde 2.100 revoluciones.
Podemos destacar muchas cosas de este motor, pero sin duda, lo más llamativo es como entrega la potencia, recordando a los turbo antiguos, son un retardo que provocaba una patada que era casi adictiva. En el Kona N no hay retardo, o al menos a penas se nota, pero la patada del turbo está ahí y es tan bestia, que si aceleras en pleno apoyo, puedes salir patinando con las ruedas delanteras como un loco hasta en tercera. Eso sí, en esos casos, el coche abre trayectoria y conviene soltar un poco para mantenerse en el carril. En línea recta es un tiro, pasando de una relación a otra en pocos segundos y alcanzando velocidades que es mejor no mencionar, en muy poco tiempo. Es una situación bastante común cuando pretendes divertirte con el Kona N, el empuje del motor es tan adictivo, que no ves el momento de soltar y la velocidad que alcanza este coche, en muy poco espacio, es escandalosa. Hay que andar muy atento porque con solo tres marchas, de las ocho que tiene, ya están entrando en velocidades de cárcel.
Cuenta con algunas soluciones llamativas, como un cronómetro para comprobar la aceleración de 0 a 100 km/h y un launch control para que destroces la transmisión a tu antojo. Según Hyundai, el Kona N puede completar dicho ejercicio en 5,5 segundos, pero yo no he podido bajar de los 5,8 segundos. Sí, es evidente que 5,8 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h es una muy buena cifra y resulta muy divertido intentar bajar el crono una y otra vez. El problema viene cuando no hay muchos sitios donde te puedas parar en medio de la carretera para determinadas cosas, así que mejor buscar la típica carretera cortada, que no usa nadie, y explayarte ahí. Existe otro problema con estas actividades y es el consumo, muy elevado cuando le buscas las cosquillas. El indicador de la instrumentación llegó a marcar 15 litros de media, aunque era en los momentos de mayor demanda de potencia, circulando como una persona cuerda el consumo ronda los nueve o 10 litros cada 100 kilómetros.
El caso es que si eres como los que formamos el equipo de redacción de esta revista, no podrás bajar nunca de los 12 litros, principalmente porque resulta casi imposible no caer en la tentación de acelerar en cuanto tienes ocasión. Durante la sesión de fotos, que se suelen hacer a una velocidad relativamente baja, hubo que llamar la atención a quien conducía porque era imposible que pasara a una velocidad lógica para la foto. El Hyundai Kona N es un coche que te pide guerra constantemente.
Chasis super configurable
Una de las cosas que más llaman la atención del Kona N, es la cantidad de opciones que se tienen para configurar el coche. Son tantas, que necesitas un rato para cambiar todo lo que te apetezca, aunque si eres como yo, acabarás por usar las configuraciones preestablecidas porque, en el fondo, funcionan bastante bien. Solo cambié una cosa en una ocasión y fue la dureza de la suspensión, porque estaba circulando por una carretera más propia de un tramo de rallies y era incapaz de ir recto por los botes que pegaba el coche. Pero, aunque la suspensión se puso en una posición más flexible, el resto de elementos se dejaron tal cual estaba, es su configuración más radical.
Hay cuatro opciones para elegir: Eco, Normal, Sport y N, más dos personalizables. El Eco no me gustó nada, es incómodo y respecto al normal, no rebaja gran cosa los consumos. Prefiero sacrificar unas décimas de consumo en favor de un tacto más agradable en trayectos normales. El Sport es un modo que puede usar para divertirte en cualquier carretera, ya ofrece toda la rabia que puede ofrecer el coche, pero de un modo más controlable y menos radical que el N, que está más enfocado a circuito por lo duro de las suspensiones y lo afilado de la respuesta del acelerador. Personalmente, es el que más me gustó para ir “a por tiempos”, porque ofrece un control del coche total, pero requiere de una concentración máxima. Con el modo N activado y en según que carreteras, el Hyundai Kona N es un coche cuya conducción genera un estrés elevado, porque tienes que estar muy atento para controlar los movimientos del coche, que pueden ser muy rápidos y violentos.
Cuando conduces el Kona N con el modo más radical activado, el coche cambia bastante: el motor es más explosivo, la suspensión se vuelve pétrea, la dirección incisiva y los cambios hiper rápidos. Es aquí cuando el Kona N demuestra de lo que es capaz y creerme si os digo que las cosas se ponen muy serias, porque el ritmo que acabas llevando es endiablado. Puedes entrar frenando en casi cualquier curva, mientras notas como se mueve el eje trasero de un lado a otro, aprovechando el agarre disponible al máximo. Una vez en la curva, apuntas al vértice y aceleras casi hasta el fondo, para evitar que el coche abra trayectoria, saliendo como un obús hacia el siguiente viraje, donde todo vuelve a comenzar. Una curva tras otra, una frenada tras otra, el Hyundai Kona N demuestra que tiene poco tiene de SUV, aunque lo tiene. Si el asfalto está degradado, irás como alma que lleva el diablo, pero irás corrigiendo trayectoria constantemente, ya que el coche salta con cada irregularidad y acabas sudando la gota gorda para mantenerlo en el sitio.
El paso por curva es espeluznante por la velocidad que se puede llevar, una vez apoyado, el coche no se menea a no ser que te pases con el volante o con los pedales, saliendo espectacularmente rápido hacia la siguiente curva. Encadenar giros en carretera de montaña con este coche es como una droga, porque no solo responde, sino que te sientes parte del coche, sabes hasta donde puedes llegar y cuando el coche perderá los modales, sabes donde acelerar sin miramientos o donde contener un poco el pie derecho, sabes cuando frenar a fondo y cuando levantar porque pierdes el agarre… no puedo negar que fue divertido, aunque extenuante.
La posición al volante es lo peor del coche
Aunque el coche es muy, muy divertido y muy exigente, algo que personalmente me gusta mucho, hay cosas que yo cambiaría para que fuera un deportivo redondo y no un SUV deportivo. Además, son cosas que no te dejan sentirte cómodo al 100% cuando conduces y estoy convencido de que podría haber ido más rápido todavía si esas cosas no fueran así. Me refiero, por ejemplo, a la posición de conducción. Los asientos, aunque son muy bonitos, están colocados muy arriba y eché en falta algo de agarre lateral. Con el Kona N puedes ir realmente rápido, más de lo que podría parecer y el agarre de los asientos se queda corto. Por otro lado, la posición del volante no es totalmente horizontal, está ligeramente inclinado y la zona superior del aro queda lejos, obligando a separar la espalda del asiento para poder trabajar en todo el perímetro. Es una posición que me resulta incómoda, tanto para circular en el día a día, como para salir a exprimir las cualidades del coche, que son muchas.
El diseño del volante es bonito y además, cómodo, tanto por grosor como por diámetro, nada que objetar en esta ocasión, pero las levas son pequeñas. Son metálicas, con un tacto genial y un aspecto todavía mejor, pero si fueran un poco más grandes su accionamiento sería más cómodo, sobre todo en longitud, desde el centro del volante hasta el aro.
Por lo demás, el Hyundai Kona N es una bomba a punto de estallar. Estéticamente, ahí están las fotos, no esconde sus atributos y los deja bien a la vista, sobre todo en la parte trasera, con las dos salidas de escape a cada lado (¡y son reales!). Las llantas dejan ver las pinzas rojas y el tamaño de los frenos, otra declaración de intenciones y quizá, yo criticaría un poco la sensación de “mazacote” que tiene en su vista lateral, con mucha chapa y poca zona acristalada.
Según la web oficial de la marca, el Hyundai Kona N tiene un precio de partida de 40.400 euros; no es, lo que se dice, barato, pero por ese precio pocos coches hay con unas sensaciones tan bestias. Quizá su hermano compacto, el Hyundai i30 N, que por 31.150 euros te ofrece el mismo motor en un formato más acorde con un coche deportivo, pueda ser una alternativa.
Datos técnicos
FICHA TÉCNICA | Opel Kona | |
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MODELO | N | |
MOTOR | Delantero transversal. Cuatro cilindros con 1.998 centímetros cúbicos y turbo. | |
RENDIMIENTO | Potencia máxima | 206 kW (280 CV) entre 5.500 y 6.000 rpm |
Par máximo | 392 Nm entre 2.100 y 4.700 rpm | |
TRANSMISIÓN | Automática de ocho relaciones con doble embrague | |
DIMENSIONES Y PESOS | Largo por ancho por alto en milímetros | 4.215 x 1.800 x 1.565 |
Batalla en milímetros | 2.600 | |
Peso | 1.585 kg | |
DATOS PRESTACIONALES | Aceleración de 0 a 100 km/h | 5,5 segundos |
Velocidad punta | 240 km/h | |
Relación peso potencia | 5,6 kg / CV | |
CONSUMOS | Consumo medio homologado (WLTP) | 8,5 litros |
Consumo medio durante la prueba | 11 litros | |
PRECIO | 40.400 € |
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS