Lo inevitable ha ocurrido, en plan como cuando notas una alteración en la fuerza: McLaren se ha subido al carro de los SUV. O mejor dicho, al tráiler, y no uno pequeño. Lo que los concesionarios han podido ver a puerta cerrada no es un crossover estilizado ni un experimento urbano, sino un SUV enorme, musculoso, con más pinta de Cayenne Turbo GT que de deportivo británico ligero. El McLaren P47, que así se conoce internamente, marca un antes y un después para la marca de Woking porque es el día que decidió que, si no puedes vencer al mercado, al menos puedes ser un todoterreno urbano.
McLaren había sido hasta ahora la resistencia purista frente al exceso de kilos y a los coches de cuatro puertas que nos han embutido por todas partes. Eran los últimos románticos del carbono y el V8 central, pero los tiempos cambian, las cuentas no mienten y los petrodólares de Abu Dabi tienen sus propios gustos. Ahora que está CYVN al mando (los mismos que controlan Forseven y parte de Nio), el futuro de McLaren pasa por la electrificación y por fabricar un SUV híbrido. Lo que es un sacrilegio para algunos es una tabla de salvación para otros…
McLaren se pone a dieta… de principios
En Woking han tragado saliva y han decidido que, si hay que hacer un SUV, al menos que sea uno llamativo. Lo que se ha filtrado del P47 es que será un modelo más grande que un Cayenne Turbo GT, con un diseño agresivo, focos divididos, una espina dorsal en el techo y un alerón trasero monumental. Nada de discreción británica. Este será el primer modelo de la marca con más de dos plazas, una especie de transgresión con matrícula de McLaren.
Al menos parece que el diseño no se pierde entre los SUV exóticos y que mantiene las proporciones tensas, las tomas de aire integradas y la silueta afilada que siempre han caracterizado a la marca, pero esta vez todo es más ancho, más alto y más bruto. Montará llantas de 24 pulgadas y una carrocería que impone con verla.
En cuanto a lo que va bajo el capó, pues mira, por lo menos lleva un motor. McLaren no ha confirmado cifras, pero se sabe que llevará un sistema híbrido con motor V8, probablemente derivado del que usan sus superdeportivos pero adaptado a una plataforma diferente. También prometen que mantendrá el enfoque en el rendimiento absoluto mediante tracción total, suspensión activa y una electrónica afinada para comportarse más como un 750S que como un Range Rover. Si les sale bien, podría ser el SUV más salvaje de su clase, que será de consuelo para algunos.
También es cierto que McLaren lleva años desarrollando el concepto de más de dos asientos y ya ha probado prototipos rodando fuera del Reino Unido pero la presión del grupo inversor de Oriente Medio ha hecho acelerar el proyecto a saco, y todo apunta a un lanzamiento en 2028. Justo a tiempo para pelear con el Ferrari Purosangue y la próxima generación del Lamborghini Urus, porque cometer errores en grupo canta menos.
De superdeportivos puros a familia numerosa
La llegada del P47 no es un hecho aislado y forma parte de una estrategia más amplia en la que McLaren lanzará al menos un modelo nuevo cada año hasta 2028. Es una locura de ritmo para una marca que hasta hace poco sacaba un coche cada tres o cuatro, pero el nuevo CEO, Nick Collins, tiene claro el objetivo: ampliar la gama sin diluir el ADN. Es decir, ganar dinero sin perder la esencia. O al menos intentarlo. Lo que viene a ser la desesperación pura por vender como sea. Algo que Jaguar y Maserati ya hicieron con resultados decepcionantes.
En 2026 llegará el McLaren W1, el nuevo buque insignia y sucesor espiritual del F1 y el P1. Un hipercoche híbrido de más de 1.200 CV que servirá de escaparate tecnológico. El año siguiente, en 2027 debutará el 788HS, evolución radical del 750S y heredero directo del 765LT, limitado a 200 unidades entre coupé y spider. También en 2027 se estrenará un superdeportivo V6 híbrido suave, con unos 800 CV, destinado a cubrir el hueco entre el Artura y el nuevo SUV.
En 2028 llegará el turno de los GT y 2+2, con un sucesor del GTS y la esperada versión spider del W1. McLaren planea además un rival directo para el Ferrari 849 Testarossa que será una mezcla entre GT y superdeportivo que promete estilo y brutalidad a partes iguales. Todo este arsenal, según Collins, mantendrá el espíritu de Woking, aunque cada vez huela más a Stellantis de Tavares que a circuito.
Detrás de esta expansión está CYVN Holdings, que ha traído dinero fresco, tecnología china de Nio y sinergias con Gordon Murray Design para los futuros eléctricos. La idea es sobrevivir a la era del enchufe sin volverse irrelevantes, y el P47 será el experimento definitivo que se basa en que si los puristas no lo queman en la plaza pública, McLaren habrá abierto una vía para seguir existiendo más allá de la gasolina.
Del monocasco al SUV: una herejía meditada
El gran cambio técnico del P47 está en su plataforma. McLaren renuncia, por primera vez, a su famoso monocasco de carbono. No porque no puedan usarlo, sino porque sería absurdo hacerlo en un coche tan grande. En su lugar, están evaluando arquitecturas compartidas que permitan montar la mecánica híbrida, tracción total y baterías sin hipotecar la agilidad, así que lo más probable es que utilicen una base modular adaptada de Forseven, la startup eléctrica con la que se han fusionado.
El motor V8 híbrido será el mismo bloque que ya montan los superdeportivos de la marca, pero con más par eléctrico y menos enfoque en la diversión. Todo apunta a una potencia combinada de entre 750 y 850 CV, una cifra suficiente para dejar en evidencia a casi todo lo que mida más de metro y medio de alto. En cuanto a peso… mejor no preguntar, porque me da que los ingenieros de Woking ya habrán tenido que tragarse varios antidepresivos.
Estéticamente, el P47 será el primero en lucir el nuevo lenguaje de diseño de McLaren de ópticas partidas, superficies más limpias y un aire más musculoso que los modelos actuales. Dicen que conserva el carácter del Artura, pero en grandote. Si realmente se parece a un Cayenne Turbo GT “solo que más grande”, como dicen los concesionarios, podemos ir preparando memes.
Lo cierto es que McLaren no tenía escapatoria. Ferrari lo hizo con el Purosangue, Lamborghini con el Urus, Aston Martin con el DBX… Si los británicos quieren seguir desarrollando coches como el W1, necesitan un modelo que funcione en ventas. Y si el precio de seguir fabricando hipercarbono es vender un SUV de 300.000 euros, que así sea. Aunque duela.
McLaren se rinde, pero con estilo
El McLaren P47 será, sin duda, el SUV más polémico de la década. No por su potencia, ni por su tecnología, sino porque simboliza el momento en que Woking se rindió ante el mercado. Yo que sé, si hay que hacerlo, que sea con un híbrido V8 de más de 800 caballos, un diseño brutal y la promesa de que seguirá conduciéndose como un McLaren.
Si al menos este SUV les da pulmón financiero para seguir creando locuras como el W1 o el 788HS, habrá que tolerarlo.
Igual hasta nos gusta, porque si alguien puede hacer que un SUV de dos toneladas sea un superdeportivo, son ellos. Veremos.


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Jose Manuel Miana
Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.COMENTARIOS