Hay coches que parecen caídos del cielo, y otros que más bien se escapan de una peli de ciencia ficción de los años 80. El Hyundai N Vision 74 pertenece a esa rara segunda categoría de los giracuellos, y es que cuando se presentó como prototipo en 2022, más de uno se quedó con cara de “espera, ¿eso es un DeLorean tuneado?”. No iban desencaminados. Aquellas líneas rectas, el morro afilado, la trasera de lamas… todo olía a diseño retro-futurista del bueno, del que mezcla nostalgia ochentera con tecnología de hoy.
Lo más sorprendente es que Hyundai, que hasta hace poco era sinónimo de coches fiables pero sosos, se haya marcado un concepto tan rompedor y, ahora, haya decidido lanzarlo a producción antes de 2030. Sí, han confirmado que el N Vision 74 llegará a los concesionarios. No será un unicornio inalcanzable para la galería: lo han prometido en su Investor Day, ese evento donde los directivos se quitan la corbata, enseñan los juguetes que vienen y convencen a los inversores de que el futuro mola.
La inspiración no es ningún secreto: el Pony Coupé de 1974, diseñado por el mismísimo Giorgetto Giugiaro (el mismo que dibujó el DeLorean DMC-12, ojo), sirve de base para este modelo. Pero ojo, que aquí no estamos ante un simple homenaje. El N Vision 74 añade esteroides, agresividad de circuito y un lenguaje visual que grita “cyberpunk con ruedas”.
Y ahí es donde empieza el debate: ¿es una reinterpretación coreana del DeLorean, una pieza de diseño único o la forma en que Hyundai se saca de la manga su propia leyenda?

De Giugiaro a KITT: un diseño que viaja en el tiempo
A ver, seamos honestos: las similitudes con el DeLorean no son casuales. Las formas angulosas, los paneles planos, esa trasera que parece sacada de un videojuego de los 80… no hace falta forzar la imaginación. Pero aquí hay matices. El N Vision 74 no copia: reivindica. Recupera las proporciones del Pony Coupé, las mezcla con influencias de Grupo B y añade aerodinámica de competición moderna. Y el resultado es brutal.
Además, mientras el DeLorean original era bonito pero lento (MUY LENTO), este Hyundai promete correr como un Guepardo con cuatro cafés de más. Para hacerse una idea: el concept inicial llevaba un sistema de pila de hidrógeno con más de 800 CV combinando baterías y celdas, aunque la versión final será 100% eléctrica. Menos exótico, sí, pero mucho más viable. Tiene sentido que Hyundai opte por la batería mientras el hidrógeno no despegue.
Lo mejor de todo es que no se ha perdido la esencia. El coche mantiene la estética de prototipo de película, con luces LED traseras que parecen neones de un club japonés, entradas de aire falsas (o no tanto), y una actitud propia que deja a la altura del barro a muchos competidores.
Si esto lo hubiera hecho Tesla, habría tweets de Elon cada dos días diciendo que es el más guapo y el más listo, pero Hyundai lo ha hecho en silencio, sin aspavientos. Así es como se hacen los mejores coches.

Hyundai se mete en la liga de los iconos
Durante décadas, Hyundai ha jugado a ser la marca sensata: fiabilidad japonesa a precio coreano, y les ha funcionado, vaya que sí. Pero en los últimos años han empezado a soltarse la melena con la gama N. El i30 N y compañía demostraron que sabían hacer coches pasionales, rápidos y divertidos, y Ahora, con el N Vision 74, dan un paso más allá y se ponen a fabricar mitos instantáneos.
Lo están haciendo bien. No han caído en la trampa del retro puro ni en el minimalismo aséptico y han creado algo nuevo con sabor a clásico. Un coche que podría aparecer en “Blade Runner” o en una peli de Michael Mann, sin chirriar lo más mínimo. Un coche que igual no se entiende a la primera, pero que entra por los ojos como un Ferrari Testarossa lo hacía en 1985.
Además, están construyendo una narrativa de marca. Están diciendo que pueden ser más que coches baratos, emocionar, inspirar, y romper esquemas. Y lo están haciendo con un coche que, por una vez, no parece una copia de nada.
En el fondo, esto es lo que intentó el DeLorean: ser distinto. Pero donde el DMC-12 fracasó por problemas financieros, sobrepeso y una falta alarmante de potencia, el Hyundai N Vision 74 podría triunfar gracias a una tecnología sólida y un diseño que no envejece.

¿Será el N Vision 74 el clásico del futuro?
No es fácil hacer un coche que pase del salón de Frankfurt al TikTok de los adolescentes, pero este Hyundai puede lograrlo. Tiene todos los ingredientes: diseño llamativo, concepto rompedor, herencia de diseñador ilustre, y una marca que se ha ganado el respeto en lo técnico. Si cumplen con las cifras de potencia (se habla de más de 600 CV y tracción trasera con vectorización de par), podríamos estar ante uno de los coches más especiales de la próxima década.
Además, este coche abre un melón interesante: ¿tiene sentido seguir soñando con deportivos eléctricos cuando todos tienden al SUV y al coche conectado? Para Hyundai, parece que sí. El N Vision 74 no busca ser práctico, ni familiar, ni tener 400 kilómetros de autonomía en autopista. Busca ser deseado. Y eso, en estos tiempos, ya es revolucionario.
Algunos lo verán como una excentricidad. Otros como un capricho de ingenieros aburridos. Pero para los que seguimos creyendo que un coche puede ser algo más que un electrodoméstico con ruedas, esto es oro puro aunque funcione a pilas.
Puede que no tenga puertas de alas de gaviota ni condensador de fluzo. Pero, sinceramente, ¿cuándo fue la última vez que un Hyundai te cautivó con solo verlo en fotos?
Jose Manuel Miana
Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.COMENTARIOS