Es sencillo identificar un coche intervenido por los bávaros de G-Power. Cada casa de tuning consagrada tiene su sello, su esquema de equipamiento. Pienso en la japonesa Liberty Walk, que no está de más mencionarla tras su reciente participación en F1: durante los días previos al Gran Premio de Japón, Lando Norris se dejó ver en el paddock a bordo de un Nissan Skyline GT-R personalizado con el body kit de los preparadores asiáticos. Como éstos, G-Power ha establecido su estilo definido y su BMW M3 Touring más reciente es prueba de ello.
Como en el BMW M4 y el resto de su catálogo, uno de sus fuertes es la cubierta del motor en fibra de carbono y sobre ella van desarrollando la tecnología de refrigeración. Bien, el familiar alemán de alto rendimiento no le escapa a esta lógica de trabajo y preparación, y es uno de los juguetes sobre los cuales experimenta. Me gustaba más el contraste de los elementos aerodinámicos negros –el carbono se aplica a la vista o parcialmente pintado– con la pintura verde que incluía el paquete que ofrecieron dos años atrás para el M3 Touring, pero lo esencial en la comparativa es el incremento de potencia de su seis cilindros sobrealimentado.
Repasemos. Con su propuesta para el Touring del 2023, los alemanes ofrecieron llevarlo, según las necesidades del cliente, a un rango de entre 620 y 720 caballos y a un par máximo de 850 Nm, una capacidad de reacción superadora y con creces en relación con los 650 Nm del modelo de serie. El paquete 2025, que con su denominación G3M Bi-TURBO 800 lo dice todo, es todavía más superador, porque le da al coche 900 Nm y una potencia de 800 CV. ¿Qué clase de vehículo familiar corre a una velocidad máxima de 330 km/h? Pues, el BMW M3 Touring con esta actualización de G-Power.

BMW M3 Touring por G-Power: ¿Hacia los 1.000 CV?
Hay claves para explicar este rendimiento elevado y todo parte de unos turbocompresores más grandes, por lo que las carcasas también aumentaron de tamaño. Desde G-Power informan que, con esta actualización, el seis cilindros turbo de su M3 Touring funciona con menos contrapresión de escape, la temperatura de los gases es inferior y los propios gases se reducen ya que su escape deportivo cuenta con convertidores catalíticos. Todo sale por cuatro tubos que no merecen otra cosa que la contemplación.
Puedo decirles que son de carbono, que dos miden 10 centímetros de diámetro y que los otros dos son de 11 centímetros, pero ya con verlos es suficiente para entender que lo que tenemos en frente es una completa locura. Es ese juego de tubos de escape lo que más impresión genera, más que las llantas forjadas Hurricane de 20 y 21 pulgadas, que reciben el toque de la casa. Tengo algo personal con el naranja y no me gusta cómo queda en las ruedas.
Nunca me resultó un color adecuado para los deportivos modernos, pero quién soy yo para juzgar el gusto de los especialistas y sus clientes. En el caso de los productos G-Power, confieso que no queda nada mal cuando se aplica con sutileza sobre un absoluto negro, como les he visto en uno de sus AMG, sus Porsche 911 y los cupé del fabricante de Múnich. Pero no son más que observaciones sobre la estética y las preferencias que cada uno puede tener sobre ella. Como dije, lo esencial aquí, sobre el M3 Touring, es que, a este ritmo, no nos deberá sorprender que, más temprano que tarde, G-Power lleve un familiar a los 1.000 caballos de potencia.
Mauro Blanco
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