Todos los años ocurre lo mismo: unos chicos -y/o chicas- pillan el coche para irse a un pueblo cercano para disfrutar de las fiestas, dada la falta de alternativas de transporte en frecuencia o en horarios. Se lo pasan bien, desfasan un poco, y deciden volverse a casa tras horas de diversión y jarana. A veces, lamentablemente, solo llegan sus cuerpos faltos de vida en ataúdes.
El último caso, que hoy abre telediarios, es el de seis chicos que iban en un Fiat Stilo de tres puertas. Sí, lees bien, seis. Dos chicos de 17 y 20 años y una chica de 17 han muerto, el conductor está herido grave y hay otros dos heridos, el copiloto y un ocupante del asiento trasero. A esta hora no ha trascendido el dato de si el conductor iba bebido o había tomado otra cosa, pero la muestra de sangre ya se está analizando.
Se da la dramática circunstancia de que quien dio aviso a emergencias por el 112 fue un taxista que había sido adelantado previamente por el coche con la chavalada, poco después de las 7 de la mañana. Según EFE, el taxista es primo del padre de la chica fallecida, de 17 años, mientras que otros medios dicen que el taxista era el padre. En el momento de dar el aviso, el taxista no sabía que iba su familiar a bordo.
Así ha quedado sin techo el coche en el que han muerto los 3 jóvenes de Galisancho, en Salamanca. Los dos que iban en el asiento de atrás salieron despedidos ?@RTVEcyl
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— 24h (@24h_tve) July 21, 2019
Eran naturales de Alba de Tormes (Salamanca), habían ido a las fiestas de Santa Inés, y el accidente se ha producido cerca de Galisancho en dirección a Galinduste, en la DSA-130 (antes CV-40). Dada la hora del accidente resulta poco atrevido conjeturar que volvían de fiesta. Puede que el conductor no bebiese nada y simplemente estuviese cansado. Puede que ni una ni la otra, que simplemente fuese rápido, o que se distrajese, o que le distrajesen.
Se salieron de la carretera y chocaron contra un árbol. Han concurrido varios factores, uno de ellos en que iban en un coche sobrecargado, por lo menos dos viajaban sin cinturón de seguridad -salieron despedidos-, y para postre en un modelo que ni en su época era un prodigio de la seguridad activa. El primer sistema de seguridad que falló fue el sentido común.
NOTA: información actualizada del siniestro vial en la siguiente entrada: El accidente de Galisancho, con cuatro fallecidos, fue totalmente evitable
Mi abuelo solía tirar de un término acuñado por el filósofo francés Jean-François Revel, el “suicidio al cuadrado”. La muerte de un joven ya es de por sí algo trágico, pero tiene implicaciones a futuro: lo que no hará, la familia que no creará, la riqueza que no generará… además, obviamente, del dolor que va a dejar su ausencia y un daño humano permanente.
Cada año se producen estos suicidios al cuadrado por una combinación maléfica de relajaciones en lo que llamaría hábitos saludables al volante (o de pasajero). No podemos echarle toda la culpa a los teléfonos móviles, ni conjeturar si estaban grabándose historias de Instagram para compartir el desfase con sus amigos y seguidores: antes de eso también se mataban los jóvenes al volver de fiesta, incluso sin teléfonos móviles.
En los años 90 la matanza alcanzó su máxima expresión con la famosa “ruta del bakalao” y sucedáneos
Es más bien el “por hoy no pasa nada”, el “cabemos”, el “no voy tan deprisa”, el “yo controlo”, el “voy bien” y demás recursos verbales que todos hemos escuchado alguna vez o peor, los hemos dicho. Las imprudencias se pagan, tarde o temprano, y pagan las consecuencias tanto los actores activos como los actores secundarios que están en el reparto.
Esta historia de Galisancho acabará como todas: padres destrozados, un alcalde que declara días de luto por la pérdida de sus jóvenes, unas tumbas que entran al cementerio con décadas de antelación y mucha gente preguntándose por qué, y por qué ellos. Empezó como muchas otras, divertirse era lo primero, y la seguridad no estaba entre las prioridades. Es así de duro, pero es así de cierto.
Volverá a pasar. La próxima vez serán otros nombres, otro lugar, otro coche, otro pueblo que los vio crecer, pero el génesis es similar. ¿Llegará un día en el que esto se convierta en un anacronismo, o tendremos que esperar a los coches autónomos para que los padres puedan estar completamente tranquilos cuando sus hijos quieran irse de fiesta y volver en cualquier momento, sin temor a sobrevivirles?
Actualización: uno de los tres heridos ha muerto esta tarde, por lo que hay cuatro víctimas mortales de 17 a 20 años, está vivo el conductor, de 29 años, y otro herido grave.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.Hace unos años un coche se empotró en mi casa de la sierra. A que velocidad iría, que pasó por encima del Chrysler Voyager de mi padre sin tocarlo (la carretera queda levemente por encima). Era una pareja que venía a las 6 de la mañana de las fiestas de Soto del Real. Pues bien, la PRIMERA reacción del conductor fue dejar a su acompañante hecha un guiñapo en el coche, e intentar alejarse del “escenario” lo más posible. No llegó muy lejos porque debía tener varias cosas rotas, pero toda su obsesión era que no le pillasen mamao. Afortunadamente… Leer más »
No nos engañemos. Estas cosas seguirán pasado con mayor o menor frecuencia hasta que se prohiban los coches, o al menos conducirlos. Por mucha educación, por mucha seguridad vial, por mucho sentido común que le enseñes a la gente (y más concretamente a los jóvenes) siempre va a haber alguien que pase de esas monsergas, haga las cosas a “su manera” y acabe en desgracia. Y esto no solo aplica a los accidentes de tráfico, si no a todos los ámbitos de la vida en las muy diversas formas en las que uno puede jodérsela y jodérsela también a alguien… Leer más »
Dejando el coche a un lado, puede ser mas o menos seguro, y estar en mejor o peor estado, lo que hay que resaltar que son 6 personas, ya es infracción, si atendamos que otro vehículo fue adelantado por ellos, pude ser ya otro agravante, de exceso de la velocidad.
Luego, las causas, pueden ser miles, mientras ese análisis no este disponible, desde una distracción, exceso de velocidad, cansancio.
¨El yo controlo¨ sigue muy vigente, es desgraciadamente algo habitual, espero que en un futuro, sea algo….del pasado
Si te fijas en las imágenes de televisión, los restos de abandono de la vía son como raspado del asfalto, o iban todas las llantas en metal vivo o ya habían volcado.