Existen enormes diferencias en lo relativo a la seguridad vial según el tamaño y masa media de los vehículos que circulan. En Estados Unidos es harto frecuente ver a personas de clase media conducir coches grandes y/o pesados, los utilitarios “a la europea” no son una opción tan popular como en nuestro continente. Otra particularidad de ese país es que se puede conducir desde los 16 años, y la mayoría de edad se obtiene con 21 años.
El IIHS (Insurance Institute for Highway Safety) ha actualizado la lista de recomendaciones para que los padres elijan una primera montura para sus hijos, y en ella se evitan precisamente los coches pequeños y económicos. Al revés, recomiendan comprar berlinas y SUV fuertemente depreciados para reducir la posibilidad de salir mal parado en un accidente.
La recomendación puede sonar rocambolesca, pero tiene una fundamentación. Han hecho dos pruebas de colisión con 50 % de solapamiento, en una enfrentan a un 2015 Toyota Avalon (berlina media) contra un 2018 Yaris iA, y un 2016 Kia Sorento contra un 2018 Forte (compacto). Cuando los coches grandes impactan contra los pequeños, obviamente los pequeños se llevan la peor parte. Ojo, estamos hablando de seguridad pasiva, la que reduce las consecuencias de un accidente ya inevitable.
Entre las recomendaciones hay coches por debajo de los 10.000 dólares, como Volkswagen passat, Mazda6, Volvo S60… con menos de seis años. Incluso se recomienda un Volvo XC90 de primera generación, que pueden encontrarse por debajo de 4.000 dólares. Mejor eso que un pequeño Chevrolet, Ford u Honda. Más que la seguridad, parece que está premiando la rápida depreciación de los coches más vendidos del pasado.
La SUV-ización del parque móvil conlleva estos despropósitos: los coches pequeños y medianos se llevan la peor parte cuando son embestidos por una mole de casi dos toneladas -o más-. No sucede así en un país como Japón, donde es harto frecuente ver a la gente normal y corriente conducir miniutilitarios (kei cars) de 3,4 metros sin que los japoneses se mueran como chinches al volante. Apenas veremos gente conduciendo coches muy grandes o muy pesados, y el que lleva uno, es que suele necesitarlo.
Sonaré muy comunista o radical, pero para evitar esto es imperativo que haya impuestos al peso y el tamaño de los coches, como pasa en Portugal, en Holanda o en Japón. Con dichos impuestos, la gente tiende a comprarse los coches que resuelven sus necesidades, y no opta a cosas demasiado grandes, demasiado potentes o demasiado pesadas. Es lo que pasa en Estados Unidos, donde cualquier persona de cualquier clase social puede conducir un SUV, una pick-up o una berlina de 5 metros -o más-. Normal que en esa jungla un Ford Fiesta tenga más peligro que Chuck Norris mediando en una pelea entre hooligans.
¿Iríamos más seguros si todos condujésemos Hummer H2? No apostéis por ello
Si la masa y tamaño medios del parque móvil se mantienen en valores más razonables, la seguridad colectiva mejora, ya que son más infrecuentes los accidentes y las consecuencias de estos. En cambio, cuando una sociedad tiene como mantra ir protegido hasta las cejas por acero, y que los demás se j***n, pasa lo que pasa. Al final cuando todos van en coches grandes y pesados la ventaja comparativa es muy inferior, y ya pasan a tener más relevancia otros factores como la modernidad y la resistencia torsional del acero ante un guantazo.
En EEUU el presupuesto medio para un coche para el hijo es de 9.800 dólares, siendo la mediana 5.300 dólares
Permitidme una pequeña reflexión personal. En mi círculo de amistades tengo gente con los carnés recién horneados, apenas superada la veintena. Un ejemplo masculino va por su tercer siniestro leve, otro ejemplo femenino lleva los paragolpes como si hubiesen sido atiborrados a martillazos, los días impares se siente segura, los pares insegura. ¿Sería más conveniente para ellos que condujesen coches grandes y pesados? Puede que para ellos sí, pero no para el resto de la sociedad.
En mi opinión, debería ser al revés: coches de tamaño medio o pequeño, con una potencia decente -sin ningún tipo de exceso-, y económicos de mover, asegurar y reparar. Son la mejor escuela, cuando uno no se cree por encima de los demás en términos de protección, potencia o estatus, los humos los tiene menos altos. Lo digo con conocimiento de causa.
Den una mole con ruedas a un conductor inexperto e inseguro de sí mismo -o peor, que se sienta Hamilton en un mes-, y un día se podrá llevar por delante a una familia que circula en un coche del tamaño correcto, o mandará a un peatón al otro barrio a cambio de un paragolpes abollado. La solución no es ir todos con armaduras por la calle, eso no se hacía ni en la Edad Media.
La física es muy tozuda: cuanto más grande y pesado es un vehículo, más inestable es a nivel dinámico, mayores son sus distancias de frenado y mayor es la dificultad de salvar una situación delicada. Eso es seguridad activa, tratar de evitar un accidente. Lo que el IIHS recomienda -no sin bastante razón, dado el país que es- es que se recomiende que prevalezca la seguridad pasiva, en vez de recomendar coches pequeños y modernos con sistemas de seguridad que pueden evitar accidentes antes de que ocurran.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.Me acabo de estrenar hace un mes y con mi pequeño SEAT Arosa 1.0 de 50cv de 2003 y menos de 40.000km creo que no puedo tener mejor coche escuela. Su poca fuerza (86 No) y ser gasolina hacen trabajarse las salidas. El único pero es el cambio, bastante impreciso en sus recorridos y la posición de la palanca (en 1ª parece 3ª y 2ª parece 4ª ya que la palanca se desplaza una vez metida la marcha), pero este mal de imprecisión ya lo decían incluso en las pruebas de revistas de la época. Lo dicho, mejor coche escuela… Leer más »
Adjunto una imagen.
Disfrútalo con salud durante muchos kilómetros
Javier, habiendo manejado muchas veces en USA y sobre todo en Moto debo darte mi punto de vista. En primer lugar son muy respetuosos de las normas y de los límites de velocidad. Es un país que tiene una escala grande en todo lo que hacen. Hay desplazamientos cotidianos por interestatales, la gente se traslada permanentemente, por trabajo, estudio, turismo, etc. Actualmente hay un problema de sobre peso y obesidad qué jaquea a los autos chicos. Se convive en rutas con camiones con remolques muy grandes y demás utilitarios de carga, hay mucha logística. Este estudio de iihs hace un… Leer más »