Opel acaba de anunciar el retorno del Opel Corsa GSi, que apareció por primera vez en la generación A y pasó discretamente hace unos años con motor 1.6 Turbo de 150 CV en la generación D, fue el término medio entre el 1.4 de 90 CV y el OPC de 192 CV. Sabemos que va a heredar el chasis deportivo de la versión OPC, la gran incógnita es qué motor va a tener. Al menos es un modelo de tres puertas, una carrocería en claro declive en el segmento B.
Por delante sorprenden las tomas de aire -de pega, no funcionales- donde deberían ir los antinieblas, decoradas con unas piezas de color plateado. En la parrilla frontal el “bigote” va en símil de fibra de carbono, lo mismo que los retrovisores. En la unión entre paragolpes y capó, otra decoración que recordaría a un 911 si no hubiese tal parrilla. Las llantas pueden ser de 18 pulgadas y se aprecian pinzas de freno pintadas en color rojo. Opel habla de “distancias de freno reducidas”, por lo que no serán únicamente de adorno.
Mirándolo por detrás y por los lados, tiene un kit aerodinámico chulo -lo típico de la categoría-, un alerón superior y un escape ovalado integrado en el paragolpes pintado en el color de la carrocería. Las siglas GSi no dan pistas tampoco sobre la motorización. Según el configurador de Opel, solo se pueden elegir dos motores en la gama Corsa, el 1.4 de 75 CV y el de 90 CV, ambos de gasolina. Eso tampoco da muchas pistas.
En el interior, del que no se han facilitado imágenes, se podrá tener opcionalmente asientos Recaro bucket, volante y pomo del cambio forrados en cuero, pedales de aluminio y sistema de conectividad Intellilink con Apple CarPlay y Android Auto. Al menos en el GSi de 2008 había pocos cambios estéticos en el interior, asientos y volante con algunas zonas coloreadas y los cinturones de seguridad, poco más.
Las posibilidades son varias. PSA podría encajar en el vano algún motor no-General Motors, como el 1.6 THP con potencias probables entre 150 y 200 CV. También habría que considerar, por aquello de, que se convierta en un “Ibiza FR”, es decir, acabado deportivo y chasis divertido con motorizaciones más modestas. En teoría, GSi está por debajo de OPC dentro del historial genético de Opel. En el caso del Insignia, el GSi es más rápido en circuito que el OPC previo con menos potencia, pero también con menos peso. En el Corsa poco más se puede aligerar.
Corra lo que corra, será divertido de conducir si mantiene los tarados de suspensión del OPC
En todo caso no durará mucho tiempo a la venta, ya que en 2019 debería llegar la nueva generación del Corsa, ya con ADN PSA, por lo que es poco probable que se utilicen motorizaciones de origen francés. Por lo tanto, cabe esperar un 1.6 Turbo de origen GM, posiblemente con un bonito filtro de partículas y con algo de de-tuning, es decir, capado. ¿Y qué pasa con los OPC? Quien tenga las llaves de uno, que las ponga a buen recaudo y las conserve, puede ser el último Corsa de gasolina realmente cachondo. Dudosamente PSA permitirá que el Corsa le quite terreno al 208 GTi o el DS3.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS