Han pasado casi cinco años y medio desde que estallase el escándalo de las emisiones de motores Diesel en Estados Unidos, cuando la EPA hizo público que Volkswagen, Audi y Porsche habían hecho trampas homologando sus coches. No fue únicamente allí, en Europa acabaron saliendo varios millones de afectados. En nuestro país, también. La tormenta acabó afectando a casi toda la industria del automóvil.
La asociación OCU realizó una demanda colectiva contra el representante legal de Volkswagen AG en nuestro país, es decir, Volkswagen Group España Distribución. Se habían adherido más de 7.500 clientes, exigiendo una compensación de 3.000 euros por coche, aunque el número efectivo que logrará una compensación es inferior, más de 5.000. Algunos se han retirado o se han visto excluidos del proceso por algún motivo.
El juzgado mercantil nº 1 de Madrid ha fallado en contra de Volkswagen, dando por probado que realizó prácticas desleales trucando los coches de fábrica para aparentar más ecológicos de lo que realmente eran. Hasta la fecha, el fabricante solo había ofrecido una actualización de centralitas y una modificación física en el caso de los 1.6 TDI, además de una gorra y un llavero. Dicha actualización puede tener efectos secundarios en torno a la mitad de los coches (más consumo, pérdida de prestaciones, tirones…)
Hoy lunes se ha comunicado la sentencia a las partes, la OCU y Volkswagen Group España Distribución. La empresa tendrá que abonar 16,3 millones de euros en indemnizaciones, “calderilla” para su cuenta de resultados (de la matriz, Volkswagen AG), la actualización gratuita de sus centralitas, y obviamente, no volver a hacerlo más.
Eso último parece bastante claro que va a ser así, dado que Volkswagen habrá cambiado radicalmente en 15 años, pasando de ser el fabricante mundial de vehículos más prolífico (casi todos de combustión interna) a vender casi exclusivamente modelos electrificados a finales de esta década, y ser de paso líderes de electromovilidad. Y no hay escapes que trucar en la familia ID.
Los costes globales del “Dieselgate” los podemos cifrar en unos 30.000 millones de euros, sumando todos los costes asociados (sanciones, condenas, indemnizaciones, compensaciones en forma de red de recarga eléctrica, campañas de revisión, recompras…) en los distintos países donde el fabricante se ha llevado una paliza legal, como Estados Unidos, Alemania, Australia, Corea del Sur, etc.
Los motores TDI Common-rail de cuatro y seis cilindros se manipularon de fábrica para superar con facilidad las pruebas de homologación, siendo bastante más contaminantes en ambientes reales de circulación para no comprometer sus características percibidas por los clientes
Sin embargo, la decisión del tribunal madrileño no es firme, es una sentencia en primera instancia. Volkswagen tiene 20 días para presentar un recurso, o comerse la sentencia, pagar y callar. En su portal de prensa no hay ninguna nota al respecto en este momento.
La última información corporativa del sitio español habla de los resultados económicos preliminares, en los que descontando costes del “Dieselgate”, Volkswagen AG tuvo un beneficio operativo de 10.000 millones de euros. Las cifras definitivas se darán a conocer el 16 de marzo. Lo dicho, 16,3 contra 10.000 es simple “calderilla”.
Nuestros lectores sabrán disculparme, pues cerraré esta entrada con un juicio de valor. Lo que debe hacer Volkswagen en nuestro país es pagar los 16,3 millones de euros, y arriesgarse a que, habiéndose sentado este precedente judicial, sean demandados por terceros. Hay plazos que se van a agotar por el tiempo que ha pasado, y hasta quedarán bien.
Además, no hay que pasar por alto que en España los afectados por el escándalo de los motores trucados TDI CR realmente son más de 700.000, si se tienen en cuenta todos los Volkswagen, Audi, Porsche, SEAT y Skoda que se comercializaron con las motorizaciones common-rail de primera generación del Grupo (EA189), y algunos también de segunda generación (EA288).
Si menos del 1 % de los afectados en España se han metido en demandas y juicios, la compensación es muy asumible. Y en el supuesto teórico de que indemnizasen a todos, la cifra ya sería un poco más contundente: más de 2.100 millones de euros. Lo podrían pagar sin ningún problema solo con beneficios del ejercicio 2020, siendo este problema ya “agua pasada” en Wolfsburgo.
Hasta la fecha, había unas pocas sentencias en las que algunos usuarios recibieron indemnizaciones por parte del fabricante por la pérdida de valor de su vehículo o daños y perjuicios, como 500 euros por daños morales a la propietaria de un SEAT Ibiza, o 5.006 euros al dueño de un Audi Q5. Esta vez ha sido un éxito colectivo, no una victoria de un David contra Goliat.
Por otro lado, la Agrupación de Afectados por Volkswagen está reclamando los intereses de 1.000 afectados en España en una macrocausa en Alemania con más de 400.000 clientes. En una nota informativa del 9 de noviembre, este colectivo anunció que “proseguirá con la presentación de una acción colectiva ante los Tribunales españoles”, ya con un precente clarísimo del que tirar.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.O sea que 3000 euros de “indemnización”. ¿En base a qué daño causado? No lo entiendo
Hombre, hay varias formas de verlo: a) el engaño al consumidor y/o b) pérdidas de valor de venta, principalmente.