Si te gustan los deportivos japoneses y eres, especialmente, seguidor del Toyota Supra, es posible que no estés todo lo contento que podría esperarse con la actual generación del mítico modelo nipón. El Toyota Supra A90, o como se llama oficialmente, el Toyota GR Supra, es un coche que, parece ser, no tiene término medio y polariza totalmente las opiniones de los aficionados; o te gusta o no te gusta. Por suerte no es algo extremo, todavía no nos hemos encontrado con nadie que pueda llegar a ver al Supra como algo horrible o, como se suele decir, como una herejía.

El Toyota Supra A90 –o GR Supra, recuerda–, nació con un problema que nada tenía que ver con el coche: un mercado supercompetitivo, donde los precios están ajustados al máximo y donde las inversiones en desarrollo se calculan al céntimo. Con una tesitura como esa, en Toyota tuvieron que analizar en detalle la forma de devolver al asfalto a un mito como el Supra, sin que ese regreso supusiera una merma en sus cualidades ni tampoco la ruina para la empresa. La solución llegó de la mano de una colaboración con BMW que viene de lejos –recordad, por ejemplo, los Avensis con motores diésel alemanes–. Una colaboración que suponía ahorrar coste, contar con material de primera y además, bastante libertad en el desarrollo. Ambas marcas dejaron de trabajar en conjunto cuando se alcanzaron una serie de parámetros que les convenían a ambas y desde ahí, el trabajo fue por separado.

Se trata de algo que se ha comentado en infinidad de ocasiones y que, curiosamente, hay que repetir constantemente. Sin esa colaboración, no habría un nuevo Toyota Supra en las tiendas y además, es un coche dinámicamente muy bueno y rápido. De todas formas, todos aquellos que están en contra del Supra A90, verán las cosas más negras en el futuro, ya que según diferentes informes llegados desde Japón, la marca está inmersa en el desarrollo de la próxima generación del coupé y gustará a menos gente… Como ocurre siempre con estos supuestos informes, no hay confirmación oficial de la marca, pero al parecer, el próximo Toyota Supra se basará en la plataforma e-TNGA, es decir, una evolución de la actual base de la marca, pero pensada específicamente para coches eléctricos.

Dichas afirmaciones hacen pensar en un Supra eléctrico, que será la aberración entre las aberraciones para los fanáticos del mundillo de los coches japoneses, para los seguidores del modelo y para muchos otros aficionados. Sí, habrá quien piense que un Toyota Supra eléctrico es una noticia genial y en el fondo, que sea un coche eléctrico no es realmente nada malo, sobre todo cuando, por fin, todos nos acostumbremos a los coches eléctricos y la gente acabe por conocer todas las bondades que tienen los motores eléctricos –que las tienen, aunque a día de hoy todos los eléctricos sean coches asépticos–.

Por supuesto, este futuro eléctrico para el Supra, en realidad, es algo que se veía venir tras el empeño de Europa en prohibir los motores de combustión. De todas formas, habrá una buena noticia y tiene que ver con una edición especial con apellido GRMN, que sería la última iteración del Toyota Supra con motor de combustión. Esa condición de “último” de su tipo, le llevará a montar el propulsor de combustión más potente que ha tenido nunca de fábrica. De hecho, muchos medios nipones ya ponen cifra exacta: 542 CV.

¿Qué hay de cierto en todo esto? Pues como siempre, no podemos afirmar ni desmentir nada, sobre esperar a que ver qué ocurre, aunque por ahora, la prohibición de los motores de combustión podría estar en el aire, pues no todo el mundo está conforme y, quizá, haya cambio de planes.