¿Aparcarías durante 30 años un Honda NSX, solo porque ves que los precios suben sin parar? Seguro que no, un NSX es para disfrutarlo, ¿Verdad? Para acudir a un circuito, para exprimir su equilibro en tu carretera de curvas preferida, no para dejarlo en garaje, con calefacción, durante 30 años.
Sin embargo, parece ser que un tipo así lo hizo y ahora, después de tres décadas, sacará su NSX del garaje donde lo tenía guardado. Aunque cabe mencionar que no hablamos de un Honda, sino de un Acura NSX, la versión estadounidense del mítico deportivo japonés, lo que significa que esta historia ocurre al otro lado del Atlántico.
Historia que comienza en 1991, en Pensilvania, cuando amante de Acura decidió comprar un NSX que no pudo disfrutar mucho, pues durante una visita al taller para realizar el mantenimiento, un mecánico, que sacó el coche a carretera, lo estrelló causando daños muy importantes. De hecho, el concesionario ni siquiera se planteó reparar el coche, prefirió entregarle otra unidad al propietario en compensación por lo ocurrido, un ejemplar de 1992 de color blanco.
No obstante, no fue sencillo que el concesionario asumiera la culpa, tuvo que pelear durante algún tiempo hasta que logró que compensaran el siniestro, como cabría esperar. Lo más curioso fue que, cuando acudió al seguro para registrar la nueva unidad, el agente le mencionó que los NSX se estaban convirtiendo en coches raros, muy apreciados y buscados, con el consecuente aumento de precios en el mercado. Eso hizo pensar al dueño que, en lugar de disfrutar de su coche, lo guardaría en su granero y no contrataría la póliza de seguro.
Ahora, después de 30 años ahí acumulando polvo, el propietario se muda y quiere liquidar todos sus activos, así que ha decidido vender su Acura NSX de 1992, el cual, tan solo registra en su odómetro un total de 2.002 millas, unos 3.222 kilómetros. Para ello, ha contactado con un amigo de la familia llamado Joe Feller, quien se encargará de negociar la venta del coche.
“El propietario me llevó a recorrer su garaje hace unos años y vi que había un automóvil debajo de una cubierta”, dijo Feller a Road & Track . “Le pregunté qué era y me dijo que era un Acura NSX. Pasaron los años y recientemente le dije lo que valían, así que confió en mí para ser su asesor y conseguir el auto en Internet”.
Como cabe esperar, el coche tiene una capa de polvo bastante importante, tanto, que ha adquirido un tono grisáceo, que desaparecerá cuando lo laven después de tres décadas. Según Feller, el coche ha estado guardado en lugar con calefacción y está en muy buenas condiciones, aunque hay que realizar una revisión completa porque, como curiosidad, monta los mismos neumáticos originales de 1992.
“Guardó una copia del paquete del concesionario –documentos y folletos– del primer automóvil y el paquete del concesionario del segundo automóvil ni siquiera está abierto”, dice Feller. “Conservó muchas otras chucherías que le regalaron en su día –que se venderán con el coche–”.
Por el momento, no se ha decidido como se venderá el coche, pero esperan sacar, al menos, un acuerdo por seis cifras. Todos los detalles se puede consultar en el grupo de Facebook Honda NSX Lovers –de ahí proceden las fotos que aparecen aquí, publicadas por el propio Joe Feller–.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS