Toyota ha vuelto a hacer lo que mejor sabe: anticiparse al futuro sin pedir permiso. Esta vez ha sido en Le Mans, donde ha presentado su nuevo GR LH2 Racing Concept, un prototipo que tira de hidrógeno líquido y un sistema híbrido, para dejarnos claro que el automovilismo sostenible no tiene por qué ser aburrido, ni mucho menos lento. Mientras otros fabricantes siguen lloriqueando por el peso de las baterías, en Toyota van a cuchillo con el desarrollo de motores térmicos de hidrógeno, y encima lo hacen en la catedral de la resistencia, la Sarthe, durante las mismísimas 24 Horas de Le Mans.
El GR LH2 no es un simple concept para lucir cromados y prometer que “ya si eso en 2035 hablamos”. Este bicho se planta en el H2 Village con chasis derivado del GR010 HYBRID, el hypercar con el que Toyota compite en el WEC. Pero en vez de gasolina sintética o baterías gigantes, aquí se apuesta por un sistema híbrido rematado por un motor que combustiona hidrógeno líquido. No es una pila de combustible, ojo: hablamos de un motor que hace explosión, ruido y fuego. Pero limpio. Una especie de unicornio mecánico que demuestra que el futuro del motor térmico aún no está escrito.
Este movimiento no es flor de un día. Toyota lleva años trasteando con motores de hidrógeno en competición. En la Super Taikyu japonesa ya metieron un Corolla con hidrógeno gaseoso en 2021, y en 2023 dieron el salto al hidrógeno líquido, lo que permitió repostajes más rápidos y mayor autonomía. También lo han enseñado en eventos del WRC, con el GR Yaris H2 rodando en el Rally de Ypres. Cada aparición no era postureo, sino una fase más en un desarrollo serio, técnico y muy japonés: prueba-error, más error, y luego éxito. El GR LH2 Racing Concept no es el final, pero sí una declaración de intenciones.
A nivel técnico, el prototipo mide 5,10 metros de largo por 2,05 de ancho. Vamos, dimensiones de hypercar puro, sin complejos. Aunque Toyota no ha soltado aún cifras de potencia ni par, se da por hecho que el rendimiento será similar al de su actual GR010 HYBRID, que ya compite en Le Mans con solvencia. Lo importante no es solo la velocidad, sino la capacidad de este coche para servir como laboratorio rodante. Cada kilómetro que haga este concept en pista será un paso más para entender cómo refrigerar, almacenar y aprovechar el hidrógeno líquido en condiciones extremas. Porque si aguanta Le Mans, lo aguanta todo.

Un paso más allá: del circuito a la calle
Toyota no está sola en esto. Forma parte de un esfuerzo coordinado (y necesario) para crear una infraestructura viable de producción, transporte y uso de hidrógeno. No es casual que lo presenten en Le Mans, donde el ACO ya trabaja en una futura categoría de hidrógeno para las 24 Horas. Este GR LH2 Racing Concept es un aviso a navegantes: cuando llegue el momento, Toyota ya estará lista para competir… y ganar. No van a esperar a que otros les marquen el ritmo. Lo están marcando ellos.
Además, este concept llega acompañado de una celebración con sabor a historia. En Le Mans 2024, Toyota ha traído una decoración especial en sus dos GR010 HYBRID. El dorsal #7, con Conway, Kobayashi y De Vries, lleva un homenaje al TS020 GT-One de 1998: rojo y blanco, como mandan los cánones. Y el #8, con Buemi, Hartley e Hirakawa, luce un agresivo negro mate centrado en el logo de GAZOO Racing, como guiño al presente y futuro del equipo. Es el 40º aniversario de Toyota en Le Mans, y se nota que no han venido solo a pasear.
La apuesta de Toyota va más allá del circuito. Su división GAZOO Racing está estrechamente vinculada con sus modelos de calle: GR Yaris, GR86, Supra, y toda la gama GR SPORT. La idea no es solo ganar carreras, sino trasladar tecnología y filosofía a coches que tú y yo podamos comprar. Si consiguen dominar el motor de hidrógeno en competición, no tardaremos en ver berlinas, SUV y compactos con esa misma tecnología. Y sin renunciar al sonido, las sensaciones ni el alma de los motores térmicos.
Toyota ha sido durante años una marca acusada de conservadora, pero ya va siendo hora de reconocer lo obvio: son los que están arriesgando más fuerte por una movilidad deportiva, pasional y sin emisiones reales. Mientras otros apuestan por coches eléctricos, clónicos y sin alma, ellos están explorando rutas alternativas que pueden salvar la combustión sin destruir el planeta. Y si eso implica motores a hidrógeno que rugen y corren en Le Mans… que así sea.
Jose Manuel Miana
COMENTARIOS