El fabricante surcoreano SsangYong se ha declarado en bancarrota, una situación que marca el último revés para la compañía, que ha luchado durante décadas y ha cambiado de manos en numerosas ocasiones. Después de 15 trimestres de pérdidas consecutivas, la compañía solicitó la administración judicial en un tribunal de Seúl, Corea del Sur, el pasado lunes 21 de diciembre. De momento, todos los activos de SsangYong han sido congelados bajo el programa de la administración, que lo protege de acciones sobre sus deudas y cuentas pendientes.
SsangYong ha retrasado el pago de 60.000 millones de won (44,40 millones de euros, aprox.) en préstamos e intereses debido al empeoramiento de las condiciones comerciales. La compañía ha buscado extender la fecha de vencimiento con sus prestamistas, pero no ha podido llegar a un acuerdo y ha decidió interponer procedimientos de rehabilitación vía administración judicial con la idea de no interrumpir sus operaciones comerciales. Sin embargo, la marca tiene previsto resolver el problema de liquidez actual antes de que se inicien los susodichos procedimientos mediante la solicitud de apoyo de reestructuración autónoma.
Este apoyo a la reestructuración autónoma es un programa privado realizado con el tribunal que retrasa el inicio de los procedimientos de rehabilitación hasta tres meses, mientras la empresa continúa sus intentos de reestructuración privada. Durante este período, la compañía continúa con sus actividades comerciales normales. Cuando la empresa y sus partes interesadas lleguen a un acuerdo final para dicha reestructuración, se retirará la solicitud del procedimiento y vuelve a su estado normal de entidad sin perjuicio de su reputación. Recordemos que Mahindra tiene una participación hoy sobre el fabricante asiático del 74,65 %.
SsangYong se está ahogando en deudas mientras las ventas han caído un 20 % respecto a 2019 motivas por la pandemia de COVID-19, motivo por el que ha solicitado un programa de apoyo a la reestructuración
Un portavoz oficial de Mahindra explicó que, “durante el período de apoyo a la reestructuración autónoma, Mahindra asumirá la responsabilidad como accionista principal y cooperará de forma activa con SsangYong para la normalización de la gestión hasta la conclusión temprana de las negociaciones con las partes interesadas”. SsangYong ha acordado ajustar las preocupaciones de los inversionistas mientras se suspenden los procedimientos de rehabilitación. Durante ese periodo de tiempo, se elimina la carga de reembolso del préstamo principal y los intereses, y la empresa planea que el tribunal retire los cargos lo antes posible.
“Lamentamos mucho esta situación, la cual es el resultado de las dificultades que atraviesa la situación mundial del COVID-19, y la preocupación que suscita a nuestros socios y grupos de interés, especialmente a nuestros empleados, redes de ventas [concesionarios] e instituciones financieras. Estamos haciendo todo lo posible para transformar la situación y construir una empresa más sólida y competitiva para el futuro”, explicó una fuente de SsangYong. De acuerdo con el Ministerio de Comercio de Corea del Sur, las negociaciones de venta “todavía están en curso” y Mahindra, así como otras partes, esperan “buenos resultados”.
Fundada en 1954, Ssangyong es el cuarto fabricante de automóviles más grande de Corea. Sin embargo, su participación en otros mercado como en el europeo apenas se ha mantenido como un jugador de nicho
SsangYong ha sido durante mucho tiempo una operación problemática, con Daewoo (ahora GM Corea) asumiendo el control en 1997 y luego vendiendo a SAIC (China) una participación del 51 % en 2004. Fue puesta en suspensión de pagos en 2009, y después de un final un tanto al libre albedrío de esta última tutela (se lanzaron acusaciones de que la empresa china robó tecnología patentada y dejó a SsangYong pudrirse), se vendió a Mahindra por 380 millones de euros en 2011. Sin embargo, parece que Mahindra ha tenido suficiente, ya que están buscando inversores para comprar parte o la totalidad de su participación en la empresa.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS