A nadie se le escapa que vamos camino de uno de los mayores cambios en la industria del automóvil. Los motores de combustión tienen los días contados o eso al menos pretenden desde la Unión Europa, con el objetivo de reducir las emisiones contaminantes. Las intenciones son buenas, no podemos poner en duda que reducir las emisiones es algo bueno para todos, pero estamos ante un problema que tiene raíces muy largas, pues el motor de combustión tiene, como todos sabréis, más de 100 años y todo lo que se ha construido alrededor tendrá que cambiar al mismo tiempo que dejamos de usar esta tecnología.
Otro de los problemas es la fecha en la que pretenden prohibir la venta de vehículos nuevos con motores de combustión: 2035. En la industria del automóvil trabaja con estrategias diseñadas a 10 años vista, o casi, cada generación de un modelo se vende durante unos siete años, durante los cuales, se va evolucionando y al mismo tiempo, desarrollando la siguiente generación del mismo modelo. Pero hablamos de tecnología que está probada, de la que se conocen todos los secretos, mejorar lo disponible y que sea fiable no es complicado cuando se ha trabajado tanto sobre el mismo esquema. ¿Cuántas averías mecánicas tiene un coche? Muy pocas.
Desarrollar la nueva tecnología eléctrica no está siendo fácil, ni tampoco está siendo barato. Cualquier coche eléctrico es más caro que uno convencional, ofreciendo prestaciones, en general, por debajo y la consabida menor autonomía. Además, hay que tener en cuenta que todavía falta realizar mucha inversión en infraestructura para vehículos eléctricos, que deberá multiplicarse exponencialmente en los próximos años ofreciendo las mismas posibilidades de repostaje que tienen los vehículos con motor de combustión. Es un camino largo y duro.
Combustibles sintéticos, si sirven en aeronáutica, ¿por qué no en los vehículos terrestres?
Los motores eléctricos tienen un enorme potencial, ofreciendo, por supuesto, prestaciones que ayudarán a que en pocos años, nadie eche de menos los motores de combustión. Los fanáticos de los coches actuales, todos aquellos que tildan cualquier cosa que use electricidad como electrodomésticos y gente que muchas veces habla sin saber, tendrán que dar su brazo a torcer y cuando prueben un buen motor eléctrico, su percepción posiblemente cambie. Pero no penséis que aquí vamos a dar la espalda a la combustión, ni mucho menos, pero al César lo que es del César.
Además, según parece, los motores de combustión podrían tener, todavía, vida por delante gracias a los combustibles sintéticos. La unión europea, en realidad, nunca ha prohibido los motores de combustión interna, en ningún momento se ha dicho tajantemente que no se puedan vender motores de combustión, en realidad ha desarrollado unas normativas que son imposible de cumplir por cualquier motor de combustión, o casi. Eso sí, permite que cada fabricante busque sus propias soluciones y conseguir, así, los objetivos marcados desde la Unión Europea al respecto. Lo único que se especifica, es que a partir de 2035 los motores deben ser “ZEV, Zero Emissions Vehicles”, exceptuando aquellas empresas que fabriquen menos de 1.000 coches al año.
Una de las posibles soluciones, como se ha dicho antes, son los combustibles sintéticos. La industria de la aviación tiene un marco especial en esta normativa, donde podrán seguir usando combustibles fósiles mientras van incorporando poco a poco combustibles sintéticos. Una idea que se puede aprovechar con los motores actuales sin mayores problemas.
Audi lleva tiempo trabajando en ello, al igual que Porsche y hasta algunas petroleras, como Exxon Mobil y Chevron, se han interesado por este combustible. Oliver Blume, director general de Porsche, afirmó que los combustibles sintéticos son una de las piedras angulares de las estrategias de Porsche para lograr la neutralidad de carbono para el año 2030. La visión de Blume con los combustibles sintéticos también está centrada, en parte, en los clásicos, en todos los Porsche “viejos” que circulan por el mundo. Están haciendo pruebas con modelos actuales y la reducción de emisiones de CO2 es del 90 %, ayudando a alcanzar la neutralidad de carbono.
“Nuestras pruebas con combustibles renovables van muy bien. Los “e-fuels” reducirán las emisiones fósiles de CO2 en los motores de combustión hasta en un 90%. Entre otras cosas, a partir de 2022 utilizaremos el primer combustible de Chile en los coches de la Supercopa Porsche Mobil 1”. – Michael Steiner, director de I+D de Porsche.
Porsche está, en estos momentos, a la vanguardia en el desarrollo de combustibles sintéticos y ha comenzado la construcción de la primera planta del mundo para la producción de combustibles “descarbonizados” en Chile. Dicha planta será responsabilidad del consorcio Highly Innovative Fuels, formado por la propia Porsche, Enel, Siemens y varias empresas petroleras, quienes invertirán alrededor de 38 millones de euros.
Cero emisiones de CO2 en 2035, sin contar la “neutralidad de carbono”
Ahora mismo, los combustibles sintéticos no podrán dar vida a los vehículos nuevos, porque siguen emitiendo CO2. El objetivo de la Unión Europea para 2035 es que todos los vehículos que se vendan nuevos, no produzcan emisiones, aunque se haya logrado la neutralidad de carbono (solo se emite lo que se puede absorber, por así decirlo).
Hay muchísimas empresas que han solicitado a la Unión Europa que revise sus objetivos, acusando a los legisladores de una “inadecuada e injustificada preferencia por los motores eléctricos”, sin mirar otras vías, donde los combustibles sintéticos podrían tener un gran peso al ofrecer la tan mencionada en ocasiones “neutralidad de carbono”. Alcanzando ese equilibrio, los problemas provocados por la contaminación se eliminarían, porque no se emitiría más CO2 del que el planeta es capaz de absorber y eliminar.
El presidente de Bosch, Franz Fehrenbach, dijo en una ocasión que “la electricidad no es neutra para el clima. Sin embargo son tratados como vehículos de CO2-neutral porque el legislador oculta el balance energético necesario para generar la energía. Además, las pilas de baterías, para cuya producción se necesita una gran cantidad de electricidad, proceden principalmente de la región de Asia, donde una parte muy elevada de la electricidad sigue procediendo de centrales eléctricas de carbón”.
Igualmente destacó que ahora mismo, no estamos preparados para la adopción masiva de coches eléctricos y apuntó, además, que para tener un millón de puntos de recarga en 2030, habría que instalar 2.000 cada semana.
Como hemos dicho en otras ocasiones, la prohibición de los motores de combustión va a traer cola.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Espero que se consiga esto (el tema de la gasolina sintetica) apostarlo todo a electrico/hidrogeno lo veo cerrarse muchas puertas; una solicion no seria coches que funcionen SOLO con GLP o GNC?