El Maserati Quattroporte es uno de los modelos más conocidos de la firma del tridente, además de ser uno de los más longevos y el buque insignia de la marca italiana. Prueba de ello es que se cumplen 40 años de la presentación del Maserati Quattroporte de tercera generación (AM330) al presidente de la República de Italia, Sandro Pertini.
Ocurrió el 14 de diciembre de 1979, cuando la marca puso en circulación la tercera generación del sedán tanto en versión de cambio manual como cambio automático. Hay que destacar que el “cuatro puertas” (traducción de quattro porte) estaba en producción desde 1963 y que todavía sigue en las líneas de montaje como uno de los máximos exponentes de la compañía.
La tercera generación de este sedán italiano de altas prestaciones fue obra de Giorgetto Giugiaro, uno de los diseñadores más prolíficos del mundo, con multitud de trabajos para diversas marcas. Fue el primer modelo diseñado al completo de la época en la que Maserati estuvo bajo el control de De Tomaso. Se inspiraba en la primera edición del Quattroporte, pero lucía más señorial y menos aguerrido.
Durante aquella presentación, además del Presidente de la República, también estaba el entonces ministro de Industria y Comercio, Antonio Bisaglia y el consejero delegado de la propia Maserati, Alejandro De Tomaso. Se llevó a cabo en el Quirinal, en Roma, bajo los fotos y los objetivos de la prensa.
Aquella generación del Maserati Quattroporte, con su diseño puramente “setentero”, se ofrecía con dos propulsores V8, uno con 4.2 y 255 CV, otro con 4.9 y 280 CV. Las ventas dieron comienzo en el mismo 1979, aguantando en el mercado hasta 1990 matriculando 2.145 unidades.
Durante ese tiempo, el Maserati Quattroporte fue recibiendo algunas versiones especiales y ampliaciones de la gama. En 1982 la secretaría general de la presidencia de la República de Italia solicitó una unidad blindada para el presidente, que fue entregada en 1983 en color Dark Aquamarine con interiores de terciopelo beige y que Sandro Pertini empleó para sus compromisos institucionales.
Para el blindaje, Maserati empleó láminas de manganeso de alta resistencia y cristales a prueba de balas realizado con policarbonato de 31 milímetros de espesor. Contaba con una enorme abertura sobre los asientos traseros para que el presidente pudiera salir a saludar y se colocó un soporte tras los asientos delanteros para facilitar esta acción.
Con este coche, Sandro Pertini visitó la fábrica de Ferrari el 29 de mayo de 1983. Existe una anécdota al respecto muy curiosa. Cuando el coche llegará a las instalaciones de Maranello, Enzo Ferrari debería acercarse al vehículo presidencial a recibir a sus ocupantes, pero Il Commendatore no se movió de su sitio y permaneció inmóvil a una decena de metros. Por aquel entonces, Ferrari y Maserati tenía una dura pugna y la tozudez de Enzo fue más fuerte que el protocolo.
En 1986 apareció el Quattroporte Royale, un restyling que pulía pequeños detalles en el habitáculo, como asientos con nuevos tapizados, adornos de madera o un radio teléfono situado en el hueco portaobjetos entre los asientos delanteros y que suponía todo un avance tecnológico por entonces. Esta versión montaba también un 4.9 V8, pero ciertos retoques le permitían erogar 300 CV. Solo se hicieron 51 unidades. Se identifica fácilmente por sus llantas Campagnolo.
Todavía hoy, el Maserati Quattroporte hace funciones oficiales para el gobierno italiano. El pasado día 2 de junio, con ocasión de la Fiesta de la República, el presidente Sergio Mattarella usó un Quattroporte de la quinta generación realizado en específico por la firma del tridente. Como cabe esperar, es una edición especial y exclusiva para el gobierno de la República Italiana con acabados únicos, detalles exclusivos y con todo lo necesario para garantizar la seguridad de sus ocupantes durante sus actos institucionales.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Ainssss Maserati….el nombre ya lo dice todo (suspiros).