Si eres un asiduo lector, habrás visto numerosas subastas de coches de alto perfil, y nos hemos acostumbrado a una gran variedad de propietarios que venden una variedad aún más amplia de vehículos en eventos en todo el mundo. Pero estamos menos acostumbrados a ver grandes colecciones de automóviles, propiedad de una sola persona o entidad, que se venden a la vez. Este es el caso de la colección Sáragga.
En septiembre, la ciudad portuguesa de Alcácer do Sal será la sede de lo que, probablemente, se convertirá en un evento trascendental en su historia. La casa de subastas RM Sotheby’s se acercará a la zona de Comporta para ayudar con la venta de más de 130 vehículos. Algunos de ellos otros son grandes piezas de preguerra, otros son clásicos americanos de todas las épocas, aunque también hay algunos deportivos italianos y alemanes e incluso extraños y pintorescos microcoches.
Todos los coches son propiedad del Sr. Sáragga, un coleccionista y entusiasta de los automóviles que comenzó a acumular una gran cantidad de máquinas en su garaje desde hace tres décadas, comenzando “con un pequeño grupo de modelos raros de Mercedes-Benz”. Y cada uno de ellos se venderá sin precio de reserva, es decir, sin precio de inicio –por razones no especificadas– este otoño.
La enorme colección incluye desde un De Tamble Model G Roadster de 1911 como el modelo más antiguo disponible, y el Aston Martin Vantage AMR de 2017 como el más reciente. En el medio, encontramos algunos como el Armstrong Siddeley Hurricane Drophead Coupé de 1946, el BMW M3 Cabrio de 1990 o el Bentley S1 Saloon de 1957 que mantiene el orgullo bien arriba. Hasta hay un Fiat Panda Cross 4×4 de 2007.
Pero, entre los lotes más destacados, se encuentra un Porsche 911 Carrera 2.7 RS Touring de 1973 que ha permanecido en Portugal desde 1975. Este icónico ejemplar completamente restaurado conserva su motor y caja de cambios originales, y es uno de los cinco pintados en Signal Orange con el interior revestido en cuero sintético negro. Además, el coche tiene un historial de carreras en Portugal muy importante.
Ha participado en numerosos rallies, entre ellos en el Rally Portugal Vinho do Porto de 1979 o el vigésimo aniversario de Estoril en 1992, donde finalizó primero del Grupo 4. El coche se restauró por completo en 2012 y desde entonces sólo ha recorrido 3.000 kilómetros. Tras la restauración se incluyó en el libro “50 Years of Porsche in Portugal” y cuenta con todos los certificados originales de Porsche. Su precio estimado de venta oscila entre los 450.000 y 550.000 euros.
El Sr. Sáragga parece que es un entusiasta de los Porsche 911, ya que tiene hasta 18 modelos diferentes
Un Delahaye 135M de 1939 de Chapron también se encuentra dentro del conjunto, habiendo pasado toda su vida en Portugal. La curiosa y auténtica carrocería “Grand Luxe” de Chapron incluye puertas, parachoques y alas exclusivos, así como un interior lujoso que podía personalizarse según los gustos del comprador. Este paquete duplicaba el precio y, de los 40 ejemplares que se hicieron, apenas sobrevivieron la mitad. Con razón que las estimaciones de venta estén entre los 400.000 y 450.000 euros.
Otra rareza es el WD Denzel 1300 de 1955, un coche muy deseado del que se construyeron aproximadamente 65 unidades, y este es uno de los 30 que todavía existen. Este en concreto, chasis DK32, llegó a Lisboa en 1954 y empezó a competir en carreras y rallies. Se cambió la carrocería original por otra de estilo más tardío y el motor de 1.500 cm3 se reemplazó por un Super Sport de 1.300 cm3, lo que le supuso un aumento de potencia. Restaurado en 2012, se espera que pueda alcanzar los 450.000 euros.
Uno de los primeros Jaguar E-Type Coupé construidos a mano (casi) en su totalidad también está incluido en la venta. Este E-Type de primera serie es también el primero registrado en Portugal. Quizás lo más importante es que se construyó antes de febrero de 1962, y es un ejemplar muy codiciado por los coleccionistas. Tanto como para pagar entre 140.000 y 160.000 euros. Y lo cierto es que hay devoción por los antiguos británicos en esta subasta.
“La Colección Sáragga refleja los gustos personales más exigentes y eclécticos de su dueño, con muchos coches que combinan una gran deseabilidad con una fuerte procedencia e historia portuguesa”, dice la casa de subastas. La venta de la colección de Sáragga de este mes de septiembre es una de las más grandes anunciadas en lo que va del año, bueno, y casi la más grande que se ha hecho de un solo dueño.
“La procedencia local es clave en un gran número de lotes y no está limitado a los coches de más valor, por lo que dentro de la subasta hay coches para todo tipo de coleccionistas. Con un alto número de ellos a un precio asequible, la Colección Sáragga no está sólo abierta a los coleccionistas tradicionales, sino a cualquiera que desee adquirir un interesante automóvil procedente de una conocida colección mientras visita una fantástico enclave”, manifiesta Paul Darvill, especialista en automóviles de RM Sotheby’s.
Si quieres deleitarte con algunos de los modelos que serán subastados, puedes echar un vistazo a la galería bajo estas líneas. Si quieres ver el lote al completo de una forma más detalla, te recomiendo pasarte por el listado de la propia casa.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Gran colección y mejor gusto. Hablando de las actuales calandras de BMW, se quejarán algunos ahora, pero……
No es solo el tamaño, es la integración. A este BMW 327 le sienta muy bien y el diseño está integrado. En los actuales serie 7, su integración en el diseño es, cuanto menos, discutible.
Hola, Pablo;
es una pieza muy bonita.
A mí no me disgustan las de nueva hornada en cuanto a integración, ajustan como un guante. Hoy el coche gana un plus de empaque, prestancia, personalidad; quizá con el tiempo la gente se termine acostumbrando.