Hay coches que son únicos en su especie, lo mires por donde lo mires, y eso es lo que ha pasado con el Bentley T-Series, que ahora ha regresado a casa (Crewe) casi seis décadas más tarde. Este histórico sedán en gris metalizado es uno de los más queridos por todos los seguidores de la firma, el cual llega a mantener gran parte de todos sus componentes. Con este movimiento, el modelo forma parte de la histórica colección Bentley Heritage Collection.
Cuando hablamos de este modelo hacemos referencia al chasis SBH1001, el cual fue utilizado por parte de la empresa como vehículo de pruebas y al mismo tiempo fue el protagonista del Salón del Automóvil de París en el 1965. Desde entonces poco o nada se ha sabido de su paradero, aunque recientemente se lo encontraron en un viejo almacén cogiendo polvo, estando inutilizable durante muchos años. Desde la marca han querido mostrar su felicidad por tener de nuevo este modelo tan especial en circulación y es que “como era el primer chasis, sabíamos que teníamos que salvarlo” todo ello con la intención de “completar la historia del legado de Bentley en los años 60 y 70”.
Este proceso ha sido muy cuidadoso y es por ello que han realizado un proceso de desmontaje y evaluación para que en poco tiempo vuelva a estar en funcionamiento. Por ello, el equipo especializado de P&A Wood, que han trabajado en la conservación y restauración de Bentley clásicos y otros modelos de la misma colección privada, y bajo la batuta de Louise Wood, se pusieron al frente de un proyecto que consiguieron que el histórico coche volviese a brillar de esta manera.
Cuando se pusieron a trabajar observaron que las piezas de la transmisión estaban en un buen estado sorprendentemente, consiguiendo que el motor volviese a rugir con su sonido habitual 15 años más tarde, mientras que la caja de cambios tuvo un pequeño ajuste para que los usuarios puedan disfrutar de nuevo del coche en su esplendor. Eso sí, su principal problema fue incorporar un tablero de instrumentación que faltaba, junto a la corrosión alrededor del bastidor trasero y algunas reparaciones anteriores de una calidad deficiente.
Con poco tiempo y con muchas ganas de trabajar, el equipo pudo recuperar un modelo de la misma época con el que pudieron suplir las piezas dañadas, todo ello permitiendo que pudiera lucir como en un primer momento. Ahora, este modelo tiene los soportes Vibrashock, que fueron una de las innovaciones de la época más importantes, llegando a reemplazarse parte del sistema de control de altura hidráulica con la intención de que se pudiera vivir una experiencia prácticamente muy especial por parte del usuario final.
La historia del Bentley T-Series se remonta a 1958, cuando Rolls-Royce y Bentley comenzaron a trabajar en el primer chasis conjunto. Con un motor V8 de 6,23 litros y 225 CV, llegaron a someter siete prototipos distintos a una gran variedad de pruebas, llegando a superar las 100.000 millas recorridas, es decir, superó los 160.000 km. Durante años, este modelo fue considerado como un gran ejemplo de ingeniería moderna, siendo el primero que se alejó de un chasis separado y tuvo un chasis liviano, que ofreció un rendimiento muy óptimo para un sedán de cuatro puertas en 1965. Tanto es así, que se llegaron a producir unos 1.868 modelos, todo ello con un precio de 5.425 libras, es decir, 6.430 euros al cambio actual.
Alejandro Delgado
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