El pasado 27 de agosto Madrid sufrió unas fuertes lluvias que cogieron a muchos conductores desprevenidos. Entre las 20:00 y la medianoche,el RACE atendió más del doble de avisos que un lunes normal en el mes de agosto. Es decir, más conductores de lo normal tuvieron problemas por las fuertes lluvias sufridas, que además también afectaron incluso a los coches estacionados.
Según los datos del RACE, tuvieron que salir a cubrir 87 asistencias cuando lo normal son unas 40 y se vieron obligados a activar un operativo especial hasta altas horas de la madrugada. Algo bastante normal cuando las imágenes que se publicaron en los telediarios mostraban vehículos arrastrados por las riadas. Fue el agosto más lluvioso de la década.
Además de Madrid, otras regiones se han visto afectadas por trombas de agua provocadas por una depresión aislada en niveles altos (DANA), o “gota fría”
Las lluvias fueron muy, muy fuertes. Afectaron a muchos vehículos y ahora toca afrontar la situación. Mucha gente desconoce que los seguros no suelen cubrir catástrofes naturales ni situaciones similares a las vividas a comienzos de semana. Estas cosas son obligación del Consorcio de Compensación de Seguros, aunque no siempre es necesario acudir a una compensación en determinadas ocasiones.
En general, las catástrofes naturales no se contemplan en nuestra póliza del seguro del coche. Es el Consorcio de Compensación de Seguros quien se hace cargo de cubrir los daños
Dependiendo de lo afectado que esté el vehículo, deberemos solicitar un tipo de ayuda u otra. Simplemente debemos saber cuando debemos reclamar una ayuda para repararlo y a donde debemos acudir, pues tras unas lluvias tan fuertes y abundantes como las pasadas, los daños pueden ser de lo más variado. No obstante, existen dos tipos de siniestro de cara a la aseguradora: inundación leve e inundación grave.
En caso de inundación leve, el coche no ha llegado a inundarse por completo y no ha afectado al interior, tan solo se hace necesario reparar daños menores, como puede ser el radiador o incluso otros componentes como el catalizador. También es recomendable revisar otros apartados como la admisión, el turbo, frenos, conexiones eléctricas y similares. Si la inundación no llega más arriba de mitad de la rueda, los problemas y averías suelen ser mínimos.
Respecto a una inundación grave, nos encontramos ante la peor situación posible. Aquí, el coche está muy dañado, con agua en el habitáculo y en algunas ocasiones, incluso en el interior del motor. La reparación suele requerir la sustitución de los tapizados, sistemas eléctricos y electrónicos, plásticos que forman el interior, así como desmontar el motor y comprobar que piezas están averiadas y requieren de sustitución. Estos casos suelen acarrear un siniestro total, ya que la reparación supera con holgura el valor venal de coche.
En caso de verse afectado por una situación similar, es importantísimo revisar antes de hacer nada, las coberturas de nuestro seguro. Si nuestra póliza sí contempla este tipo de cosas, tan solo tendremos que contactar con la aseguradora y ellos te informarán de los pasos a seguir. El problema es cuando el seguro no cubre daños de este tipo, en cuyo caso habrá que contactar con el Consorcio de Compensación de Seguros, que estudiarán el caso y se harán cargo de lo necesario.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS