Durante los próximos años vamos a terminar hartos de ver y oír hablar de coches eléctricos. En el fondo no queda otra, las normativas están diseñadas para que así ocurra y los fabricantes, si quieren seguir con su negocio (que mueve miles de millones anuales), tienen que adaptarse. Por suerte, la industria del automóvil es una de las más innovadoras y flexibles del mundo, y en apenas 20 años, ha cambiado notablemente.

Es cierto que un automóvil es un producto cuyo proyecto abarca casi 10 años vista, la inversión económica que requiere es ingente y la rentabilidad de su comercialización es lenta, pero incluso así, los fabricantes han podido cambiar muchas cosas en poco tiempo y ahora nos enfrentamos a un futuro eléctrico que llegará más pronto que tarde. Todo se está preparando para ello, incluso los países, ya que España, por ejemplo, ha aprobado un real decreto para la expansión de la red de carga para coches eléctricos y, por mencionar otro ejemplo, CEPSA y Endesa han firmado la primera “gran alianza” para crear la mayor red de carga ultrarrápida para coches eléctricos en España.

La electricidad avanza y evoluciona, es un hecho y no es de extrañar que marcas como Porsche tengan en el horno más vehículos eléctricos. Concretamente dos nuevos modelos, una berlina de altas prestaciones y un SUV/crossover. Dos coches que se encuentran ligados al proyecto Artemis de Audi, que también afecta al Bentley. Un proyecto que en realidad es una nueva división que se centrará en la creación de nuevos coches eléctricos “de forma rápida y sin burocracia”.

Sin embargo, en el Grupo Volkswagen no se da puntada sin hilo y ningún fabricante trabaja realmente por separado, todos están ligados en mayor o menor medida y tres de los grandes: Audi, Porsche y Bentley, irán de la mano camino hacia la electrificación. En el caso de las dos primeras no es una sorpresa, conocidos son los casos de múltiples colaboraciones entre ellas, pero Bentley, aunque ha contado con tecnología de Volkswagen, siempre ha ido un poco más a su aire. Su idiosincrasia y sus clientes se lo permitían.

Pero volviendo a los coches eléctricos de Porsche, ha sido el CEO de la compañía, Herbet Diess, quien ha confirmado su llegada y quien ha comentado también el tipo de coche que serán. Por un lado, estamos ante la primera noticia del que podría ser el reemplazo del Porsche Panamera y que se conoce internamente como “K1”, una berlina de más de cinco metros de largo basado en una versión alargada de la plataforma PPE. Este coche se fabricará en Leipzig a partir de 2026, donde ya llevan varios años fabricando las versiones híbridas enchufables del Porsche Panamera.

En frente de esta berlina eléctrica habrá un SUV, una alternativa al Cayenne y que será el modelo que se desarrolle en conjunto con Audi y con Bentley. Cada marca, obviamente, le dará su “toque personal”, siendo el modelo de Porsche el más deportivo y rápido de los tres y el de Bentley el más confortable y lujoso.