Algunos fabricantes de coches, como Audi o Tesla, están apostando por habitáculos basados en la premisa de la sostenibilidad. Polestar, propiedad del gigante asiático Geely (y de Volvo, Lotus, Lynk & Co y otros cuantos), se unió al juego con su modelo 2, el cual está equipado de serie con un interior hecho de materiales reciclados. No hay cuero, pero encontraremos lino, botellas de plástico, tapones de corcho y hasta redes de pesca.

Vale, así de primeras no es que suene demasiado alentador, por lo que vale la pena remarcar que todo ha sido cuidadosamente tratado; el coche no olerá a pescado. Polestar tiene como objetivo reducir el peso y el contenido de plástico en sus futuros automóviles mediante el uso de materiales naturales y reciclados. Por ejemplo, Bcomp, una compañía suiza de compuestos de fibra natural, tiene tecnología que puede convertir el lino en paneles interiores muy ligeros.

“Es importante destacar que no necesitamos sacrificar el diseño y el lujo con estos materiales”, explica Maximilian Missoni, jefe de diseño de Polestar. “En todo caso, permiten ejecuciones aún más premium, vanguardistas, modernas y elegantes que elevan nuestros productos de diseño”. Sin ofrecer datos para respaldar el reclamo todavía, la compañía con sede en Gotemburgo, Suecia, también dice que estos interiores podrían mejorar el comportamiento en caso de choque.

Polestar, la división premium de Volvo afirma que implica una reducción del 50 % en el peso total y de un 80 % en el uso de plástico

Polestar también utilizará material tricotado en 3D de Bcomp hecho de botellas de plástico para cubrir las superficies de los asientos. Esto funciona gracias a que se utiliza un solo hilo para producir los componentes individuales tridimensionales, mientras que la base es hilo 100 % reciclado derivado de botellas de PET. Además, las redes de pesca se utilizarán para las alfombrillas, mientras que el material sobrante durante la fabricación de corcho se introducirá en los componentes interiores de PVC.

“Está claro que para ser verdaderamente sostenible tenemos que evaluar cada elemento que entra en nuestros coches”, dice Thomas Ingenlath, CEO de Polestar. “Para la marca, la sostenibilidad no se trata solo del tren motriz eléctrico. Con el desarrollo de estas nuevas soluciones innovadoras que presentaremos en nuestros futuros automóviles, hacemos una fuerte declaración de nuestras intenciones”.

Y aunque ya se ha demostrado que la producción de vehículos puede generar una gran cantidad de emisiones de dióxido de carbono (extracción de recursos, fabricación de piezas, transporte, etc.), si esta idea despega, significa que tal vez el reciclaje pueda formar parte más allá de Polestar o los millones de coches que Geely es capaz de producir. Es un comienzo. Tal vez algún día sea una tecnología lo suficientemente barata (y buena) como para reemplazar lo ya conocido.