El Honda Civic es uno de esos modelos inmortales, un coche que lleva décadas en el mercado con infinidad de evoluciones y que, posiblemente, aguante carros y carretas, incluso la electrificación total. Superó la era de los diésel –con algunos problemillas, todo sea dicho–, ahora se adaptó a la nueva era de los híbridos, y, si alguien duda sobre su futuro como coche eléctrico, es porque no le da importancia a la historia.
La historia es algo que, hoy día, está infravalorado. Los usuarios actuales, los pocos que parecen querer sacarse el carnet de conducir, dan importancia a otras cosas como la tecnología, el precio o lo que puedan sacar de provecho, la lealtad no es algo que figure en sus objetivos. Y en parte, tienen razón, quien quiera lealtad, que se la gane, ¿no? Algo que no es tan fácil de ganar y muy fácil de perder a poco que las cosas salgan mal, y todos sabemos que pueden salir mal, muy mal.
Pero olvidemos esas cosas y vayamos a lo que importa, el Honda Civic, un coche que, a pesar de las buenas críticas y de los buenos comentarios que vierten los usuarios sobre él, no parece ganar cuota de mercado. Cierto es que, comparado con sus rivales, es caro y su gama es muy limitada, tanto que solo se ofrece tres versiones de equipamiento y una opción motora: un híbrido enchufable de 184 CV. El precio de partida, según la marca y sin descuentos –pero financiado con Honda Bank–, arranca en 33.400 euros, que no son pocos y que puede subir hasta los 37.600 euros del más equipado.
Efectivamente, es un coche caro y con una oferta, como decíamos, muy limitada. No obstante, también tiene fama de ser uno de los mejores coches de su categoría por calidad de fabricación y por tacto de conducción, aunque eso, por lo general, no siempre se valora o, mejor dicho, no se valora como debería. No debemos olvidar que mucha gente está dispuesta a pagar un dineral por un Audi A3 o por un BMW Serie 1, sin ser realmente mejores coches que el modelo nipón.

No obstante, el Honda Civic 2.0 i-MMD –así es como se llama comercialmente el nuevo Civic– tiene otros frentes que superar. Por un lado, la popularidad de los SUV, algo que parece no perder fuelle a pesar de los años que han pasado desde que comenzaron a convencer a la gente y sirva de ejemplo la retirada del mercado del Ford Focus, un habitual en los primeros puestos de venta en Europa. Por otro lado, Honda sigue sin tener una red de distribución como tiene, por ejemplo, Toyota, y eso frena las ventas.
Aun así, el Honda Civic se renueva, porque ya sabes como va el tema, renovarse o morir y el Civic tiene cuerda para rato. Puede que en España no sea tan popular como un Toyota Corolla, pero fuera de nuestras fronteras sí lo es. De ahí la renovación en determinados apartados muy concretos, con los que se busca, sencillamente, mejorar lo que ya de por sí era bueno. No obstante, hay cambios que son meros detalles, como los retoques en el paragolpes delantero, la inclusión de nuevas llantas de aleación de 18 pulgadas o, algo muy curioso, la eliminación de los faros antiniebla pues, según cuentan desde la propia marca, se ha buscado estilizar el diseño aprovechando el avance en la tecnología de iluminación LED.
Hay cambios de decoración en el interior, como tapizado negro para el techo y pilares o embellecedores en cromado mate. Iluminación interior según versiones, nuevo volante con calefacción, pantalla de 10,2 pulgadas con nuevos gráficos, cargador inalámbrico según versiones… Como decíamos, detalles con los que se busca mejorar lo que ya era bueno.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS