En el mundillo del motor, por lo general, los aficionados nos jactamos de ser gente con conocimientos y que, en teoría, usa esos conocimientos tanto para nuestro propio disfrute como para ayudar a terceros, ya sean amigos, familiares o vaya usted a saber. Sin embargo, aunque haya conocimientos, no siempre hay coherencia y el mundo del motor en general –también en las motos–, suele ser muy cerrado para algunas cuestiones. Por ejemplo, el motor de combustión es y será siempre el motor por antonomasia, y no hay discusión. No importa que se desarrollen mejores opciones, si no hay motor de combustión los aficionados prefieren ir en bicicleta. Curioso, pero real como la vida misma, y eso que se ha demostrado sobradamente que el motor de combustión es ineficiente por diseño, muy ineficiente –se ronda el 40% de eficiencia de combustible actualmente–.

A esa obsesión por el motor de combustión, que puede tener, o no, una base coherente –pasión, sensaciones, tradición, desconocimiento de las nuevas tecnologías… – hay que sumar otra serie de cosas, como el hecho de que según el modelo y según su precio, el motor tiene que ser grande, ande o no ande, aunque hay excepciones y un poco de hipocresía. Por ejemplo, un Mustang tiene que tener un motor V8, no hay discusión al respecto y el 2.3 EcoBoost, por muy bueno que fuera, acabó fuera del mercado. Y ojo, cuando salió equipaba a la mayoría de los Mustang vendidos, pues era el más barato. Otro ejemplo sería que nadie compraría un Rolls-Royce con un motor V6, por muy potente y eficiente que fuera, solo se aceptan motores V12. Sin embargo, un Ferrari con motor V6 turbo y además, híbrido, se vende como pan caliente, al igual que un coche de rallyes vestido de calle con un motor de tres cilindros como el Toyota GR Yaris. ¿Por qué esto sí, pero el resto no?

Eso nos lleva hasta el Mercedes-AMG C63 S E Performance, un coche que dará tema de conversación durante años. Este coche, un sedán de más de 4,6 metros de largo, con la famosa estrella alemana en el frontal –esa estrella, por si alguien no lo sabe, hace referencia a la frase “en tierra, mar y aire”–, firmado por AMG y un motor de cuatri cilindros, dos litros turbo e hibridación, para darle vida. Un motor que bajo el capó del Mercedes-AMG A45 todo el mundo quiere, pues no solo es el dos litros más potente del mercado producido en serie, también ofrece unas prestaciones espectaculares, pero que combinado con un grupo eléctrico y montado en la Clase C, nadie parece aceptar. ¿Por qué? Solo el motor de combustión ofrece la misma cifra de potencia que el Mercedes E55 AMG W212: 476 CV. El E55 AMG emplea un motor V8 de 5,5 litros y un compresor volumétrico para obtener dicha cifra y solo gana en par, pues el 2.0 turbo rinde 545 Nm –que no está nada mal, todo sea dicho–y el V8 Kompressor alcanza los 700 Nm. Y además, el C63 S E Performance, gracias a su parte eléctrica, promete casi 700 CV…

Pues bien, las ventas no van como se esperaba y los rumores sobre el regreso de los motores V8 al modelo no ha dejado de crecer día tras días. Es más, los rumores han llegado hasta tal punto, que han obligado al CEO de Mercedes-AMG, Michael Schiebe, ha salir al paso y deja claro que no habrá motores V8 en el Clase C AMG ni tampoco en el Clase E AMG –este llevará un V6 híbrido–. Ha sido durante una entrevista para The Drive durante la celebración de la Semana del Automóvil de Monterey dijo claramente que “puede negar definitivamente” que Mercedes-AMG recurra a motores V8 para los modelos de la Clase C y la Clase E de alto rendimiento. Además, también recalcó que se tomó la decisión correcta al considerar ambos modelos, teniendo en cuenta hacia donde se dirige el mercado.

Schiebe también enfatizó que al menos durante los próximos años, la combustión interna permanecerá en los futuros AMG, aunque siempre con hibridación. También afirmó que modelos como el nuevo Mercedes-AMG GT y el Mercedes-AMG SL mantendrán los motores V8 tanto tiempo como sea posible, y que si tenemos en cuenta el ciclo de vida de los modelos AMG, que de media ronda los siete años, es lógico pensar que los AMG seguirán ofreciendo motores V8 hasta el final de la década.

Por tanto, no habrá motores V8 para el Mercedes-AMG C63, por mucho que los rumores apunten hacia esa posibilidad y los más radicales tendrá que conformarse con el cuatro cilindros híbrido –que potente es un rato– o bien, comprarse otro modelo distinto. Mientras tanto, veremos si la decisión no pasa factura a los modelos de AMG, pues como hemos dicho al comienzo, a veces, los aficionados somos un poco intransigentes –y que muchos de los que se compran un AMG lo hacen por la imagen que otorga, no por sus prestaciones, y un cuatro cilindros no da imagen… –.