El Mercedes-AMG A35 4MATIC berlina es el segundo vehículo de la clase A que pasa por el tratamiento deportivo de la casa alemana. Después del compacto, AMG se ha empeñado en desarrollar un buen deportivo que sea digno de portar esas tres letras, aunque la base de partida -motor transversal delantero con tracción delantera- no sea tan óptima como en el resto de clases.
Motor y chasis
Esto es espíritu RACER, así que comenzamos por el motor y el chasis. El corazón de esta nueva creación es el motor de cuatro cilindros en línea, colocado en posición transversal, que cubica 1.991 cm3. Gracias a la magia del turbo, consigue un rendimiento de 306 CV a 5.800 rpm y 400 Nm de par entre 3.000 y 4.000 revoluciones. Para llevar su potencia a las cuatro ruedas, a través de su sistema AMG Performance 4MATIC, emplea la caja AMG SPEEDSHIFT DCT 7G de doble embrague y siete marchas. Aunque no nos olvidemos que por defecto, el coche es tracción delantera. Será cuando el sistema detecte que patinan las ruedas, cuando se envíe par al eje trasero, pudiendo llegar a una distribución de par de 50:50 como máximo.
Con estos ingredientes el Mercedes-AMG A35 4MATIC berlina consigue un rendimiento muy notable, acelerando desde parado hasta 100 km/h en tan solo 4,8 segundos y llegando a una máxima de 250 km/h. El consumo combinado de 7,3 l/100 km no parece exagerado, aunque está realizado bajo la optimista norma NEDC.
Pasando al chasis, vemos que la gente de AMG se toma muy en serio su trabajo. Han reforzado la parte delantera, con una placa de aluminio que se encuentra debajo del motor, que aporta rigidez torsional. También han añadido dos brazos diagonales de refuerzo, para que la geometría McPherson delantera conserve todos sus ángulos, incluso con fuertes aceleraciones laterales. El brazo inferior de la suspensión delantera ahora es de aluminio, reduciendo así la masa no suspendida y mejorando la dinámica. La suspensión trasera de cuatro brazos proviene enteramente del Mercedes-AMG A45 4MATIC, lo que garantiza un buen comportamiento en toda circunstancia.
En cuanto a la amortiguación, cuenta con el sistema de amortiguadores electrónicos AMG RIDE CONTROL, configurable en tres pasos, desde el más confortable hasta el más rígido. Dentro de cada modo, la dureza de cada amortiguador se ajusta en milisegundos en función de las aceleraciones que el sistema determine en cada caso.
Los modos de conducción que AMG ha incorporado son “Deslizante”, “Confort”, “Sport”, “Sport +” e “Individual”, donde se modula la respuesta del motor, la transmisión o la dirección. A estos modos se suma una nueva configuración para determinar lo intrusivo que debe ser el control de estabilidad o ESP, llamada AMG DYNAMIC SELECT. A través de esta función también se puede variar en cierta medida el comportamiento del coche, haciéndolo más o menos sobrevirador, pues es capaz de frenar una sola rueda para crear un par de giro.
También incluye una dirección deportiva de dureza variable con la velocidad, con una nueva cremallera de ratio variable, que es más directa a medida que se gira más el volante. La conexión al chasis ahora es rígida, por lo que la sensación entre carretera y conductor debe ser más directa.
Siguiendo lo que decía aquel anuncio de Pirelli, “la potencia sin control no sirve de nada”, el Mercedes-AMG A35 4MATIC dispone de unos frenos a la altura: pinzas fijas de cuatro pistones con discos de 350 mm delante y pinzas flotantes de un pistón y discos de 330 mm detrás. Los cuatro discos son ventilados y perforados.
Diseño e interior
Pasando al diseño e interior, vemos que se diferencia de sus hermanos de gama en ciertos detalles que delatan un vehículo AMG: paragolpes frontal específico con splitter cromado, faldillas laterales, un pequeño spoiler trasero sobre el maletero, un pequeño difusor trasero flanqueado por dos salidas circulares de escape o las llantas de 18 pulgadas.
Si el cliente no queda satisfecho con la configuración por defecto, aún puede elegir dos paquetes exteriores, el AMG Aerodynamics y el AMG Night. El primero añade un splitter más grande y un spoiler posterior mayor también, mientras que el segundo paquete suma matices en negro, eliminando los cromados. También son opcionales las llantas de 19 pulgadas.
Pasando al interior, vemos el cuadro digital que ya hemos visto en otros modelos. Se trata de dos pantallas digitales que dan la apariencia visual de ser una sola. Este modelo ya incorpora el nuevo sistema multimedia MBUX de Mercedes-Benz, con reconocimiento de voz. El cliente puede elegir entre tres estilos de visualización AMG para el grupo de instrumentos, incorporando un menú especial, donde se puede acceder a varias pantallas, como Calentamiento, Configuración, Fuerzas G y datos del motor.
Visualmente resulta muy atractivo, con detalles de color que aportan dinamismo. El diseño del volante es muy deportivo, aunque llama la atención la gran cantidad de controles que lleva. Si seguimos así, dentro de poco serán tan complicados como los de un Fórmula 1.
La habitabilidad está en línea con su tamaño, aunque Mercedes dice que la altura libre trasera es la mejor de su segmento, con 944 mm disponibles. El maletero con 420 litros de capacidad, posee una boca de carga con 950 mm de ancho y se puede abrir sin manos, con el gesto de la patada debajo del paragolpes, claro está, si llevas la llave contigo.
Nada se dice acerca de precios o disponibilidad, aunque es muy probable que los conozcamos a finales de abril, en el próximo salón de Nueva York.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS