Tras un año tan negativo para todo el mundo, es normal que hubiera bastante entusiasmo porque este terminara. Y la industria automotriz no ha sido una excepción. Si bien es cierto que se ha ido recuperando ligeramente en el número de matriculaciones de los últimos meses, el cómputo global del 2020 es catastrófico para el sector, igual que para muchos otros de la economía española.
La cifra final de matriculaciones de turismos en el pasado año ha ascendido a 851.211 unidades, muy lejos de las 1.258.251 registradas en 2019, según los datos de ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones). Es la primera vez en los últimos seis años que no se alcanza el millón de matriculaciones en turismos. Los segmentos profesionales tampoco se libran de los números rojos. Los vehículos comerciales ligeros pierden un 26,4 % respecto al año anterior, mientras que los vehículos industriales y autobuses disminuyen en un 23,7 %.
Es muy complicado empeorar partiendo desde este punto, por lo que el automóvil mira al 2021 con esperanza. Sin embargo, se van a encontrar con una serie de obstáculos adicionales a la crisis del coronavirus. El primero es la subida de impuestos que va a tener lugar este año, empezando por el de matriculación, elevado en la práctica por el cómputo de emisiones por ciclo WLTP. El segundo es el final del Plan Renove, que deja más de 200 millones de euros en ayudas sin utilizar. Se vislumbra una extensión del mismo, como pasó con el PIVE.
El rally de automatriculaciones en diciembre evitó números todavía peores
Precisamente el intentar evitar este aumento del impuesto de matriculación ha provocado que este último mes haya sido muy bueno para las matriculaciones. Más allá incluso de lo habitual, ya que diciembre siempre suele ser un buen período para la venta de coches. En turismos se han igualado las cifras de 2019, mientras que en vehículos comerciales ligeros, industriales y autobuses se han superado.
Así explicaba este fenómeno Raúl Morales, director de comunicación de FACONAUTO (Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción): “Las ventas de vehículos del mes de diciembre son engañosas porque, sin las numerosas automatriculaciones que han hecho los concesionarios y sin las compras adelantadas para evitar la subida del impuesto de matriculación a partir del 1 de enero, el mercado hubiera registrado de nuevo caídas importantes”.
Los vehículos automatriculados no llegan inmediatamente al mercado, ahora esperan dueños reales atraídos por un precio reducido -si tienen matrícula, ya empiezan a perder valor-
No obstante, no todo son noticias negativas en este 2020. El principal dato positivo que se debe resaltar en este horrible año es que los coches matriculados son menos contaminantes. Han bajado en un 8,7 % las emisiones medias de carbono de los turismos vendidos en 2020 con respecto a 2019, llegando hasta el 12,1 % de descenso si sólo contamos el mes de diciembre. Si nos vamos al segmento de vehículos de gas, híbridos y eléctricos, los datos son aún mejores.
Por primera vez, se han alcanzado las 200.000 unidades matriculadas de modelos impulsados por estas energías alternativas, con un aumento total del 24,14 % con relación a los datos de 2019. Las tecnologías más limpias, es decir, los eléctricos e híbridos enchufables, han roto también la barrera de los 20.000 vehículos matriculados. Especialmente destacable el caso de los últimos, que han visto triplicadas sus matriculaciones en los últimos 12 meses. El Toyota Corolla, que solo se vende híbrido, ha sido el cuarto modelo más vendido del año, casi 15.500 unidades. DFSK es de las pocas marcas que han crecido y no son de lujo/exóticas, 118 unidades frente a 69 del año pasado, una cuota simbólica.
El turismo más vendido ha sido el Dacia Sandero (24.035), otro indicador de cómo están las cosas, por encima de SEAT León (23.582) y Nissan Qashqai (19.818). Las marcas líderes siguen siendo -por orden- SEAT (68.721), Volkswagen (66.817) y Peugeot (65.697)
También la pila de hidrógeno ha vivido un 2020 muy positivo. Ha batido su récord de matriculaciones en un mismo mes (cinco unidades sólo en diciembre) y el total del año (siete vehículos, en contraste con el único que se matriculó en 2019). No está de más recordar también que los eléctricos, híbridos enchufables y los de pila de hidrógeno son los más beneficiados por las ayudas a la compra por parte del Estado, al poder acceder tanto al mencionado Plan Renove como al Plan MOVES II (nunca a los dos al mismo tiempo). Ironías al margen, seguramente ningún coche de hidrógeno está en manos de particulares.
Por otra parte, las matriculaciones de modelos híbridos tradicionales y de gas están en un momento estupendo. Los primeros ven subir sus cifras un 28,35 %, llegando a 140.869 unidades y representando casi un 20 % de los coches matriculados en 2020, cuando hace 10 años rondaban el 2-3 %. El gas (GLP/GNC) también experimentó un crecimiento del 45 % solo en diciembre, y se queda casi un 2 % de la cuota de mercado de nuestro país. El éxito del Sandero es importante para explicar esto último, es de los pocos modelos que se ofrecen de serie con GLP.
Por lo menos, la primera mitad del 2021 será muy dura para el automóvil en España
En definitiva, el año 2020 ha mostrado la volatilidad del mercado español, de una caída casi total en abril a igualar diciembre y mejorar julio por la mínima. Las consecuencias de la crisis económica generada por el frenazo económico todavía no se han hecho sentir en su totalidad. Como hemos visto, 200 millones del Plan RENOVE (de 250 millones presupuestados) no se han asignado por falta de candidatos a recibirlas o por rechazo a estos por no cumplir las condiciones de las ayudas.
Se prevé un 2021 difícil. Mientras la economía no vuelva a andar como antes de la pandemia es poco realista pensar en volúmenes de más de un millón de turismos anuales, con ayudas o sin ellas. Si, además, los coches son más caros por el incremento práctico de los impuestos (WLTP es lo que tiene), la desaparición de modelos asequibles, y hay en torno a cinco millones de personas que no trabajan o no pueden, es lo que hay. Las transacciones de vehículos usados, antiguos e inflados a kilómetros, han aumentado mucho para evitar el uso del transporte público por miedo a contagios.
Las automatriculaciones han tenido como consecuencia un inflado de stock de vehículos a los que hay que dar salida y no van a contar en las estadísticas de vehículos nuevos: ahora son de concesionarios y tienen que llegar a los particulares. Esto significa una pérdida de rentabilidad para el sector de la distribución, pero para quien pueda comprar y necesite comprar, es una buena noticia. La caída del mercado en enero va a ser abrupta, mientras que el mercado de usados va a seguir ganando protagonismo, y cómo no, la edad del parque móvil español seguirá aumentando sin remedio.
Luis Martínez
Cuando era un niño, no podía pasar una semana sin el nuevo número de mi revista de coches favorita. De adolescente, descubrí que me apasionaba escribir, divulgar y comunicar ideas. Ahora me encuentro dando mis primeros pasos en la profesión que me apasiona de la mano de la afición que ocupó buena parte de mi infancia, toda una suerte que demuestra las vueltas que puede dar la vida.COMENTARIOS