Los coches eléctricos son la solución, en teoría, para reducir las emisiones contaminantes y mejorar, como cabe esperar, la vida en las grandes ciudades, al tiempo que se protege todo lo posible el medio ambiente. Pero como decimos, es la teoría, pues todos sabemos que luego, en realidad, muchos de los que adquieren un coche eléctrico no piensan en estas cuestiones, sino en otras más banales y personales. Evidentemente, cada uno compra algo por los motivos que se crean convenientes, pero nos venden el coche eléctrico como la solución y en el fondo, una gran parte de quienes compra un coche eléctrico lo hacen por otros motivos.
Y no lo decimos nosotros (que también), sino un estudio que ha llevado a cabo Polestar en Estados Unidos, consultando a 5.086 usuarios norteamericanos, que estaban pensando en coches eléctricos. Dicho estudio afirma que, al menos al otro lado del Atlántico, el 55% de los conductores de Estados Unidos, compran un vehículo eléctrico por razones distintas a las medioambientales.
La mayor parte de los encuestados no mencionaron la conciencia ecológica como su factor de impulso para compra de un nuevo coche, pero los datos del estudio demuestran que los más jóvenes tienen dicho factor más en cuenta que los mayores. El 12% de los encuestados de entre 18 y 24 años (la llamada generación Z), aseguró que la imagen serie su factor número uno al elegir un coche eléctrico. Ese porcentaje era el doble que en el caso de los encuestados de entre 24 y 41 años (los de la generación Millennial) y tres veces mayor que los encuestados con edades entre 57 y 74 años (los Boomers).
El ahorro en los costes de uso también fue uno de los argumentos más destacados de los encuestados, concretamente del 48%, mientras que el 30% afirmó que el rendimiento sería un factor para considerar un coche eléctrico. No obstante, más de la mitad dijo que la falta de cargadores es el principal obstáculo para comprar un coche eléctrico.
Además, algo muy en boga últimamente (quizá demasiado), tiene que ver con la tecnología de a bordo y los sistemas multimedia. El 40% de los encuestados dijo que la facilidad para cambiar a un nuevo sistema de información y entretenimiento era importante, para considerar la compra de un coche eléctrico.
Por tanto, los argumentos ecológicos son los que menos se tienen en cuenta a la hora de comprar un vehículo eléctrico, siempre que tengamos en cuenta lo que dice el estudio de Polestar en Estados Unidos. De todas formas, también es justo reconocer que los coches eléctricos no son la panacea, al menos ahora mismo, habiendo modelos que por muy eléctricos que sean, contaminan tanto o más que un vehículo con motor de combustión. Así lo afirma otro estudio publicado a comienzos de julio y realizado por el Consejo Estadounidense para una Economía de Eficiencia Energética (ACEEE por sus siglas en inglés). Según dicho estudio, coches como el Hummer EV, contaminan más que un equivalente con motor de combustión.
Obviamente, para afirmar eso, se basan en algunas cosas más aparte del propio coche. Por ejemplo, en Estados Unidos, el 60% de la energía eléctrica se obtiene mediante métodos “sucios” y esa forma de obtención de energía se ha tenido en cuenta a la hora de valorar los coches eléctricos. Así, por ejemplo, un Chevrolet Bolt emite 92 gramos de CO2 por kilómetro teniendo en cuenta las emisiones de la red eléctrica, pero en el caso del Hummer EV, esa cifra se dispara hasta los 341 gramos de CO2. La fabricación y la obtención de las materias primas son otros factores a valorar, pero esto ya lo haremos en otra ocasión.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS