Por desgracia, no todos los bocetos salidos de la mesa de dibujo de un ingeniero acaban por materializarse en un vehículo real. O por suerte, seguro que tenéis en mente uno de esos diseños que habría sido mejor dejarlo olvidado en un cajón, pero este no es el caso. Lotus Advanced Performance ha fabricado el Lotus Type 66, el Can-Am que nunca existió, un brutal vehículo de carreras movido por un V8 de 830 CV.
Como informó en exclusiva a los compañeros de Autocar el año pasado, la recién creada división Lotus Advanced Performance tiene como objetivo hacer realidad una serie de conceptos que nunca avanzaron más allá de la mesa de dibujo. Este Lotus Type 66 es el primero en materializarse, y no es simplemente un ejercicio de diseño exterior. Lotus Advanced Performance utilizará materiales, técnicas y componentes modernos para construir estos modelos (utilizando diseños y planos del archivo de Lotus) en cantidades limitadas y a un precio acorde con el nivel de estos aparatos únicos.
El Type 66 original fue encargado por el fundador de Lotus, Colin Chapman, con la intención de ingresar a la competitiva serie de carreras Can-Am en 1970. Sin embargo, el enfoque de Chapman en la Fórmula 1 significó que el proyecto nunca avanzó más allá de los dibujos técnicos y modelos a escala de Geoff Ferris, quien luego diseñaría una serie de coches de carreras para Brabham y Penske. Si el coche hubiera llegado a la parrilla, probablemente habría sido conducido por el dos veces campeón de Fórmula 1, Emerson Fittipaldi, dijo Clive Chapman, hijo de Colin y director general del Classic Team Lotus.
Clive Chapman además manifestó que el Tipo 66 habría compartido su filosofía de diseño con el coche de Fórmula 1, el Lotus 72, utilizando radiadores laterales para mejorar la aerodinámica. El monoplaza fue recreado digitalmente usando una serie de dibujos a escala 1:4 y 1:10 proporcionados por Chapman y luego modificados para cumplir con los estándares de seguridad modernos, como incorporar la celda de combustible y agregar una barra antivuelco fija para la seguridad de su piloto.
Lotus también ha modificado el diseño para mejorar la facilidad de conducción, añadiendo una caja de cambios secuencial con embrague multidisco, un sistema anti-calado y una marcha atrás. También cuentan con dirección asistida y un sistema de frenada ABS afinado para la conducción en circuito. La carrocería del Type 66 está hecha por completo de fibra de carbono, envolviendo un chasis de aluminio extruido y adherido a esta, el mismo concepto que Lotus ha empleado para sus deportivos desde que el Elise S1 de 1996 viese la luz.
La potencia proviene de lo que Lotus denominó como un V8 de varillas “representativo de la época”, que se entiende que está basado en un motor Chevrolet revisado en profundidad para alcanzar los 830 CV a 8.800 rpm y 745 Nm a 7400 rpm. Los cinco primeros clasificados en el campeonato Can-Am de 1970 utilizaron motores V8 de varillas suministrados por Chevrolet, de diferentes cilindradas, con potencias que rondaban entre los 700 hasta los 800 CV de los más preparados.
El resultado del Type 66, afirma Lotus, es un ritmo en pista comparable al de los coches deportivos GT3 modernos. Solo se construirán 10 ejemplares del Tipo 66 (un guiño a las 10 carreras que conformaron la temporada Can-Am de 1970) a un precio superior al millón de euros, pero seguro que no faltan voluntarios para acoger uno de estos diez ejemplares tan especiales.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS