La gente de Mercedes-Benz nos ha dado una de cal y otra de arena. Mientras confirman que en el lanzamiento del GLE previsto para 2019, se empleará una batería de mayor capacidad, lanzan dos versiones híbridas asociadas a motores diésel en el clase C y E. No digo que no tenga sentido, si se emplean las últimas tecnologías para mantener la contaminación a raya, pero con la que está cayendo con este tipo de motores, parece un movimiento extraño.
Primero la de cal. Ola Källenius, el que será CEO de la marca tras la marcha de Dieter “bigote” Zetsche, ha confirmado que el nuevo Mercedes-Benz GLE montará la siguiente generación de baterías para híbridos. En la actualidad, los modelos enchufables equipan una batería NMC -Níquel-Manganeso-Cobalto- de 13,5 kWh, que les permite circular en modo completamente eléctrico durante alrededor de 50 km, dependiendo del ciclo de homologación que se utilice.
En la siguiente generación y aplicando el ciclo WLTP, los Mercedes-Benz híbridos enchufables tendrán una autonomía de 100 km en modo eléctrico, lo que implica necesariamente una batería mayor, que debería rondar los 30 kWh para cumplir con esta premisa. El Mercedes-Benz GLE será el primero que estrene esta actualización, y no sabemos si también se asociará a una motorización diésel.
“Ahora estamos mejorando nuestros híbridos de 30 km a 50 km en modo eléctrico. El GLE será el primer automóvil con un rango de 100 km en un híbrido enchufable con el ciclo WLTP.” – Ola Källenius
Ahora la de arena. Con la que está cayendo sobre los diésel, incluyendo el desplome de sus ventas en toda Europa, anunciar un híbrido diésel es lo más WTF! sorprendente que escucharemos hoy. La marca alemana va a comercializar dos modelos híbridos enchufables, junto al motor turbodiésel de cuatro cilindros OM 654 y 194 CV de potencia. Este motor se asocia a la caja de cambios 9G-Tronic, que incorpora el motor eléctrico de 122 CV dentro de ella, junto con la batería NMC de 13,5 kWh fabricada también por la filial de Daimler, Deutsche Accumotive.
Esta configuración se lanzará en el Mercedes-Benz C300de y Mercedes-Benz E300de, ofreciendo una potencia combinada de 306 CV. Ambos modelos equiparán el nuevo cargador de 7,4 kW, por lo que solamente les llevará una hora y media recuperar el 100% de su carga, desde el mínimo que es el 10%, para no dañar las celdas.
Junto a estas variantes, se lanzarán también híbridos de gasolina, a mediados del año que viene, en 2019. Tengo la sensación que las variantes diésel van a venderse más bien poco, pues mezclar -permitidme la exageración- humo negro con ecología, no casa muy bien. De todas formas, qué sabré yo, si Mercedes tiene a cientos de personas investigando sobre esto.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.Una estrategia ejemplar. Si a un diésel moderno le añadiésemos la hibridaciôn necesaria y el hype ideal, las cuentas saldrían de la siguiente manera: consumo de risión, CO2/NOX a rajatabla e híbridos gasolina papeados con patatas.
Tienes razón, si en la práctica se cumpliera con las emisiones que se homologan. Después de toda la “caña” que se está dando al diésel, creo que su tiempo ya pasó y esta solución llega tarde. Veremos qué ocurre…
Hola, Pablo;
no voy yo a saber mejor que tú, el acoso y derribo injustificado que sufre el motor diésel de última generación a raíz de la criminal jugada de VAG. Estoy seguro que de ser tan estrictos con sus homólogos gasolina, las cifras reales de emisiones y consumos no serían nada benevolentes con las homologadas.