Los cupés de motor de combustión en posición central y con la potencia enviada a las ruedas traseras, que apelan a un planteamiento relativamente sencillo para ofrecer ligereza y un precio relativamente contenido, son cada vez más infrecuentes en el mercado automovilístico mundial. El Alpine A110, aunque no termina de cumplir con la última de las premisas apuntadas anteriormente, es uno de estos tan deseables vehículos. Lanzado al mercado en el año 2017, desde entonces ha contado con diferentes versiones, incluso algunas de serie limitada. Y, aunque ya ha sido confirmado el final de su vida comercial dentro de apenas tres años, aún habrá alguna más, como han confirmado las imágenes de un prototipo de pruebas del Alpine A110 en Nürburgring, obtenidas por el fotógrafo Baldauf y recogidas por algunos medios como Autoevolution.
Como en tantas otras ocasiones, el circuito alemán ha sido el lugar elegido para la puesta a punto dinámica de esta nueva alternativa construida sobre el Alpine A110. Este prototipo de la supuesta versión especial contaba con un sutil camuflaje, tal y como puede observarse en las imágenes, e incluye algunos detalles estéticos que no son compartidos con los Alpine A110 disponibles en el mercado hasta la fecha. Por ejemplo, cuenta con morro y faldones laterales de nueva factura, estos últimos más voluminosos. En la parte delantera, destaca un capó provisto de varias aberturas a modo de salidas de aire. Un alerón de relativamente gran tamaño protagoniza la zaga, donde aparece también un spoiler que recorre de lado a lado el extremo posterior de la carrocería. Bajo este, tanto la disposición central de sus dos salidas de escape como el difusor en el que están integradas no exhiben diferencias con el modelo que conocemos. Las pinzas de freno de color rojo son visibles a través de sus llantas, con un diseño de radios en Y.
Más allá de estas evidencias a la vista, el resto de modificaciones que pudiera implicar este Alpine A110 de edición especial son desconocidas. Si nos fijamos en las fotografías publicadas, podemos deducir que la puesta a punto de su chasis es específica y, probablemente, más ambiciosa y agresiva. Y es que da la sensación de que este vehículo reduce su altura libre al suelo, aunque podría ser solo una impresión visual derivada de los cambios en su estética.
Los 300 CV que entrega su propulsor de cuatro cilindros en las versiones más potentes disponibles hasta la fecha pueden ser pronto superados gracias al lanzamiento de un Alpine A110 de mayor rendimiento
En posición central-trasera habrá de estar situado el mismo propulsor de cuatro cilindros y 1,8 litros de capacidad presente en el resto de variantes del cupé francés. Sobrealimentado por turbocompresor, ofrece diferentes niveles de potencia en su aplicación para este modelo. Hasta la fecha, su tope está cifrado en los 300 CV y 340 Nm de par motor que declara en los Alpine A110 S y Alpine A110 R. De tratarse verdaderamente de un prototipo destinado a progresar de cara al lanzamiento de una alternativa de más altas prestaciones del modelo, este propulsor habrá de recibir algún cambio que le haga superar esa frontera de los 300 CV.
De este modo, los 3,9 segundos que requiere el Alpine A110 R para alcanzar los 100 km/h desde parado podrían verse aminorados con esta futura variante. Lo logra gracias a una caja de cambios de doble embrague y siete relaciones, que se estima conservará su lugar también en este caso. Los 3,4 segundos declarados por el Porsche 718 Cayman GT4 RS, de 500 CV de potencia, podrían ser el objetivo a conseguir por parte de los ingenieros de Alpine.
El pequeño modelo francés, que recuperó esta receta de cupé deportivo para la marca fundada por Jean Rédélé —y para Renault, por extensión—, tiene los días contados en el mercado. El futuro de Alpine pasa por producir exclusivamente modelos eléctricos, y 2026 es la fecha establecida en su hoja de ruta para dar por finalizada la comercialización del Alpine A110 con motor de combustión y, por extensión, la historia de los modelos con tubos de escape engendrados en Dieppe.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS